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“Riesgo psicosocial” para usuarias y trabajadores por la falta de medios en el juzgado contra la violencia de género en Ciudad Real

Uno de los carteles en la concentración en apoyo a la víctima de Sanfermines / Ricardo Yebra

Francisca Bravo Miranda

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Falta de medios y personal, y el consiguiente “perjuicio” para quienes acuden al Juzgado de Violencia sobre la Mujer. “Llevamos cinco años denunciándolo”, asegura Ricardo Rosales, presidente de la Junta de Personal de la Administración de Justicia, quien recalca que la plantilla está en una situación “límite” al ser “claramente insuficiente” para poder atender los asuntos “inmediatos” relacionados con la violencia de género que las mujeres denuncian en el juzgado.

Por eso, reclaman que se convierta en un Juzgado exclusivo para atender a lo que se dispone en la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. No sólo en Ciudad Real, sino también en cada una de las provincias, y también en las distintas comarcas. “Las nuevas competencias que surgieron en 2005 a consecuencia de la entrada en vigor de dicha ley han supuesto para los trabajadores del Juzgado de Violencia de Ciudad Real un incremento de funciones que no puede ser asumido por la plantilla actual, que consta solamente de dos gestores y dos tramitadores”

Se trata de personal “claramente insuficiente” y no sólo afecta a las víctimas de violencia de género, sino también a las personas que trabajan en el juzgado. De este modo, durante la jornada ordinaria se produce una situación de “servicio de guardia permanente”, para atender los casos de violencia machista, lo que “paraliza” el resto de los asuntos que se tratan. “Las funcionarias allí destinadas han trasladado su malestar porque debido al nivel de presión exacerbado con el que deben trabajar y a los extenuantes horarios que afrontan temen que afecte negativamente a la tramitación de los procedimientos, además de perjudicar su salud ya que sufren, incluso, episodios de ansiedad”, recalcan.

“Hay un riesgo psicosocial”, afirma Rosales, ya que el funcionariado se ve obligado a tratar con casos “muy desagradables”, como suelen ser los de violencia de género. “Necesitamos formación continua y debería esta retribuido así”, recalca, porque las personas encargadas de estas labores “cobran exactamente lo mismo que los otros, a pesar de las tareas añadidas”. “Decimos que las guardias son continuas, porque si hay un detenido por violencia de género siempre va a este juzgado, no al de guardia y así nunca hay un horario de salida”, afirma.

Rosales señala que la situación “no debe ser” por falta de dinero, puesto que existe una partida presupuestaria específica “para luchar contra esta lacra”. Sin embargo, se ven obligados a tratar los casos por inmediatez y se transmita “lo más urgente”, lo que obliga a aplazar las medidas provisionales, como las que atañen a los niños, a los régimen de custodia o a los usos de vivienda, ya “por no hablar de cuando hay que atender órdenes de alejamiento”.

Al personal también le resulta “imposible” conciliar la vida familiar y laboral ya que por la propia inmediatez y urgencia de los asuntos que deben atender. “De ahí que estos destinos no resulten atractivos y, por tanto, haya tanto cambio de personal”. Esto provoca una “inestabilidad” en la plantilla. Por ello, la Junta de Personal de Ciudad Real reclama la “imperiosa” necesidad de crear juzgados especializados y exclusivos de esta materia, con el “fin de buscar soluciones efectivas a los problemas que viven los trabajadores de dichas oficinas judiciales”.

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