Chinchilla de Montearagón recupera la normalidad tras el desprendimiento de un talud
La Consejería de Fomento, a través de la Dirección Provincial en Albacete, llevará el próximo lunes hasta Chinchilla transporte para la retirada del material porovocado por el desprendimiento de rocas producido este jueves por la tarde en la localidad albaceteña. Así lo ha asegurado el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruíz Santos, durante su vistia al lugar del derrumbe, una de las carreteras de acceso a Chinchilla que quedó impracticable y cuyo entorno ha sido acordonado por mayor seguidad de los vecinos. Ruiz Santos ha explicado que será “el Consistorio de Chinchilla el titular de las obras de reparación”, en la travesía afectada entre la calle Diablos y Tiradores, aportando maquinaria pesada y de limpieza.
Este viernes quedaba descartado que se hubieran producido daños personales por el desprendimiento del talud que tal y como ya incidacaba el alcalde de Chinchilla, horas después del derrumbe, se puede haber producido a consecuencia de las lluvias que a lo largo de las útlimas semanas han caído en la zona. “Estamos hablando de la ladera norte donde se dan temperaturas muy bajas” y fisuras naturales en la roca, taly como asegura José Ignacio Díaz, alcalde de Chinchilla de Montearagón. “Nadie puede garantizar que no vaya a volver a ocurrir” pero, por los indicios, parece “poco probable” que se vaya a producir una nueva caída de rocas en la zona, en la que, al parecer, habría influido la existencia de “una fisura o grieta” ya que la localidad en general y la zona en particular está sujeta a erosión natural.
Díaz también ha recordado que, por la situación del municipio, sobre un cerro, y la configuración del terreno, “se han producido desprendimientos en varios momentos”, pero “en esa zona, y uno importante, como éste, puede que haga 25 ó 30 años”.
Sin daños personales que lamentar
El tamaño del talud que este jueves se desprendió en Chinchilla de Montearagón y el lugar donde se produjo hizo saltar las alarmas. A lo largo de la tarde efectivos del SEPEI se desplazaron hasta el lugar y rastrearon con perros entre los restos para descartar que ningún vecino hubiera quedado atrapado bajo los escombros. De hecho se llegó a pedir los vecinos de la localidad que avisaran si había agún desaparecido. La precaución viene porque la zona que ahora cubre una gran roca , y que es el primer acceso para entrar a la localidad que además lleva directamente a la Plaza de La Mancha, suele ser muy transitada tanto por vehículos como viandantes y también ciclistas.