Adela Cortina: “Si la Unión Europea no resuelve la crisis migratoria con dignidad desaparecerá”
La filósofa Adela Cortina tiene claro que el desembarco de este fin de semana del Aquarius con más de 600 personas a bordo es sólo la punta de un iceberg. Un iceberg bajo el cuál se evidencia la dejadez de los Gobiernos europeos respecto a la política migratoria y la crisis en los países de origen de miles de personas que se juegan la vida en el Mediterráneo.
Para la catedrática de la Universitat de Valencia, este gesto de solidaridad, una muestra de responsabilidad, tiene que venir seguido de un verdadero interés por abrir el debate en la Unión Europea sobre la política migratoria y de acogida a las personas refugiadas y desplazadas de sus países de origen. España, considera, puede dar ejemplo en el resto.
Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Cortina considera que el efecto llamada es una mala excusa. “Tiene que ser una llamada de atención de que hay cosas que son inadmisibles. A diario mueren personas en el Mediterráneo y estamos anestesiados. Se dice que son cosas que pasan, pero las cosas que pasan son inadmisibles”, condena. Recuerda además que las tasas de recepción y acogida de personas migrantes en España son “ridículas” en comparación con otros países europeos como Grecia o Alemania. Italia, sobre quien cae ahora las críticas por la xenofobia de su nuevo ministro de Interior, lleva siendo el segundo país receptor de migrantes varios años. Además, hay una red de más de 700 municipios que se han mostrado partidarios de recibir a los tripulantes del Aquarius.
Cortina destaca que “ha habido un brote enorme de solidaridad” con cientos de municipios y la mayoría de comunidades autónomas ofreciendo recursos para colaborar en el desembarco, previsto para la madrugada del domingo, pero señala que “no puede quedarse sólo en eso”. Lo primero, para la filósofa, debería ser “trabajar en que no se tengan que ir en su país”, es decir, no contribuir a los conflictos bélicos. “Si la Unión Europea no resuelve la crisis migratoria con dignidad desaparecerá”, advierte.
Y también lanza un mensaje al resto de la sociedad: “Si la gente no está preparada, que se preparen. Que nos preparemos”.
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