El Ayuntamiento de València mantiene la opacidad sobre las empresas con las que trabaja el edil apartado de contratación
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“El Ayuntamiento de València no dispone de esa información”. Es la respuesta escrita más repetida por el consistorio en los últimos meses. Cada vez que se pregunta por los vínculos profesionales del concejal de contratación, inminentemente apartado del órgano que dirime los contratos públicos, el equipo de María José Catalá responde con evasivas. El Ayuntamiento de València no sabe -y, al contrario que en la obra de Javier Marías, tampoco ha querido saber- con qué empresas trabaja el concejal de Grandes Proyectos, a quien Catalá hizo responsable de la Mesa de Contratación en la remodelación de gobierno de abril, y a quien acaba de sustituir en el órgano. El Síndic de Greuges obliga al Ayuntamiento a desvelar con qué empresas trabaja el edil, pero el consistorio sigue negando esta información, aunque ha sacado a Marí Olano de la Mesa.
Ocho meses después de conocerse las abstenciones para evitar conflictos de intereses, de las que ha venido informando elDiario.es, la corporación muncipal sigue protegiendo al edil respecto a sus vínculos. Marí Olano es abogado en ejercicio y tiene la posibilidad de compatibilizar su trabajo como concejal con su profesión, dado que no tiene dedicación exclusiva en el ayuntamiento. Antes de entrar en el equipo del PP de Catalá trabajó con la consultora KPMG, una de las grandes en su sector, y fue forzado a romper por incompatibilidad. Desde el pasado abril y hasta este 23 de diciembre ha sido presidente del órgano que se encarga de evaluar los contratos públicos, que decide a qué empresas va el dinero, y él mismo ha sido quien se ha apartado de numerosos procedimientos para no incurrir en incompatibiliadades al trabajar -o haberlo hecho en los dos últimos años- con firmas que concurren a esos concursos públicos. Lejos de conseguir alejar las dudas con sus abstenciones, ese énfasis en no desvelar de qué empresas se trata solo ha hecho que aumentar las sospechas. La oposición se pregunta por qué tanto silencio. Más aún después de saber que el consistorio lo ha apartado de la Mesa de Contratación para alejar esta idea.
El edil siempre ha argumentado que se debe al secreto profesional de la abogacía, un derecho constitucional. El consistorio hizo suyo este argumento y ya respondió al Síndic de Greuges, que inició una investigación sobre la falta de información, que el concejal no está obligado a decir con qué personas físicas o jurídicas trabaja, sino que el reglamento hace referencia a información sobre la actividad genérica del concejal que le reporte ingresos. El Ayuntamiento apuntó que esa información “no ha sido declarada, comunicada, manifestada o de cualquier otra forma revelada al Ayuntamiento de Valencia” y consideró además que ninguna norma le obliga a revelar “la identidad de las personas físicas o jurídicas con las que se relaciona laboral o profesionalmente”.
En una segunda respuesta, motivada por una petición del Síndic, el informe del secretario del pleno -una de los máximos funcionarios- reconoció nuevamente que el consistorio no dispone de esa información, pero corrigió en cierta medida el criterio anterior: el registro de actividades tiene el carácter o la naturaleza de información pública. Y, por tanto, se debe facilitar a la oposición. Ese informe jurídico recoge además que en el registro de actividades se inscriben “las declaraciones sobre causas de posible incompatibilidad y actividades, que proporcionen o puedan proporcionar ingresos económicos”. Una definición que recoge de forma bastante certera la situación de Marí Olano, que se aparta de los procesos para evitar la incompatibilidad.
El Síndic de Greuges resolvió finalmente que el Ayuntamiento debe informar sobre las empresas con las que tiene vinculación el edil de Grandes Proyectos. El organismo estatutario concluye que la información es fundamental para garantizar la fiscalización de la oposición, a raíz de una queja del PSPV, y recalca: sin ella, no se puede controlar que las empresas que concurren a licitaciones públicas “pueda(n) recibir alguna ventaja o un trato de favor en relación con ese u otro contrato o en cualquier otro procedimiento municipal distinto”.
Sin embargo, el Ayuntamiento aún no ha tenido en cuenta esta cuestión. En el último pleno del año, celebrado este lunes, solo un día antes de apartar al concejal de la Mesa de Contratación, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, realizó varias peticiones de información sobre las incompatibilidades de Marí Olano y las empresas con las que trabaja o ha trabajado en el ámbito privado. Sanjuan Preguntó por varias sesiones de la Mesa de Contratación y sobre los procedimientos de control al concejal cuestionado. La respuesta, en prácticamente todos los casos, es idéntica: “El Ayuntamiento de Valencia no dispone de información sobre las personas físicas o jurídicas a las que un concejal presta servicios profesionales”. La respuesta la proporciona el mismo concejal Marí Olano, que también responde, preguntado por su abstención en la mesa de contratación del 10 de abril. Esta sesión abordó los huertos urbanos de Orriols, que se financian con fondos europeos, y el contrato terminó en la empresa Agricultores de la Vega de Valencia, una de las dos que concurrieron al proceso, a la que se ha adjudicado por 316.765,68 euros (más 66.520,79 de IVA). Marí Olano se olvidó de abstenerse y remitió un escrito alertando sobre esta cuestión.
El edil socialista Borja Sanjuan insiste en señalar la opacidad del consistorio en una cuestión tan sensible como la contratación pública. “Pese a que el Síndic de Greuges instó al Ayuntamiento de València a hacer público el listado de empresas para las que trabaja en su actividad privada, el concejal de contratación José Marí Olano, la señora alcaldesa se niega a facilitar esa información a la ciudadanía y a la oposición. Esto impide que cualquier vecino vecina pueda asegurarse de que el concejal de contratación no está teniendo conflictos de intereses con las empresas que contrata el Ayuntamiento de Valencia”, afirma el portavoz socialista.
“Este ejercicio de opacidad alimenta cualquier sospecha y además implica una dejación en las obligaciones de transparencia de la señora alcaldesa. Cualquier ciudadano o ciudadana tiene que tener la tranquilidad de que su dinero está siendo bien gestionado y que se está haciendo todo de forma ética con sus impuestos. Debería obligar de manera inmediata al señor Marí Olano a publicar estas empresas y a preguntarse si es lo mejor tener un concejal de contratación que a su vez asesora de manera privada a empresas que pueden ser contratistas del Ayuntamiento de València”, concluye Sanjuan.
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