La señalización de la A-7 entre Alicante y Valencia induce a los conductores a dirigirse a la autopista de peaje
El viaje por carretera más corto, rápido y barato entre Alicante y Valencia (o viceversa) es desde hace años una “trampa”, si los conductores no están muy atentos, denuncian desde Compromís. Porque, según denuncian los valencianistas, desde que en 2011 fuera inaugurado el último tramo de la A-7 a su paso por el barranco de la Batalla, en el término de Alcoi, el itinerario no está correctamente señalizado.
Esta situación provoca que en muchos casos haya personas que por consecuencia de esta falta de información entre de la ruta de las dos ciudades más grandes del territorio valenciano hagan 20 kilómetros más de carretera y lo que es peor, bien por una vía de pago como la AP-7, bien por una vía más insegura y de peor calidad como la N-344 o la autovía A-31.
La diputada autonómica de Compromís Cristina Rodríguez ha registrado una proposición no de ley para que el parlamento valenciano reclame al Ministerio de Fomento la instalación de la señalización necesaria, con indicaciones claras sobre kilometraje pendiente de recorrer hasta su destino y si la vía es de pago o no, para que los conductores que hacen el trayecto Alicante-Valencia (o viceversa) puedan elegir, con la información suficiente, la opción que más les convenga.
“La primera operación salida del verano 2017 nos ha vuelto a coger con la cartelería errónea de carreteras que unen Valencia y Alicante. El tránsito de la A-7, la ruta más rápida entre las dos principales ciudades valencianas, está incrementándose en el último año y exigimos al Ministerio de Fomento una clara y muy visible idenficación que no confunda a los usuarios”, ha explicado la eldense Cristina Rodríguez.
“No sólo porque es un eje esencial de unión para las empresas de las comarcas norteñas de Alicante y el sur de Valencia, sino que también es el paso de muchos ciudadanos extranjeros que atraviesan nuestro territorio con destino a sus vacaciones. Queremos infraestructuras de un país moderno, no yincanas”, ha considerado la parlamentaria valencianista.
