La carcasa de un naufragio político
Es un edificio arquitectónicamente interesante, pero está vacío y carece de suministro eléctrico desde septiembre de 2012 cuando se produjo una avería a causa de una inundación. La actual Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, que dirige Elena Cebrián, supo de su existencia cuando la avisaron desde el departamento de Vivienda el pasado mes de septiembre de que unos ladrones habían entrado a robar. Uno de ellos fue detenido con una furgoneta llena de puertas de aluminio y alguna máquina de aire acondicionado que había sustraído de entre las piezas almacenadas en su interior.
“Instalamos un sistema de alarmas que nos costó 3.800 euros y que tiene un mantenimiento anual de 300 euros”, explica el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climàtico, Julià Álvaro. “Hemos de buscarle una utilidad, pero nadie se quiere hacer cargo del edificio”. Su último uso fue servir de recinto en 2012 a las reuniones de la dirección de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) con el comité de empresa para negociar el ERE de la cadena autonómica.
Lo que una vez fue el Centro de Tecnologías Limpias, en el Parque Tecnológico de Paterna, forma parte hoy del catálogo de edificios vacíos, sin dotación económica ni presupuestos que el Consell de la nueva mayoría de izquierdas ha heredado de los anteriores gobiernos del PP. Pero es también una pieza notable del catálogo de arquitectura moderna y contemporánea del Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana; es decir, un ejemplo destacado de la arquitectura producida desde 1925.
Obra de Josep Lluís Ros, levantada entre 1990 y 1992, en época del socialista Joan Lerma como presidente, para servir de sede al Centre d'Estudis per a la Gestió de l'Aigua (Cegsa), su estructura prefabricada de hormigón se organiza en un semisótano diáfano dedicado a aparcamiento y dos plantas.
“La elección de la tecnología más sensata, llevada a la expresión de la máxima eficiencia, permite una inmediatez y una frescura desacostrumbradas en nuestro país valenciano”, escribe Jaime Prior en la página del Colegio de Arquitectos. “El juego de volúmenes resultante, expuesto a la luz ofrece un resultado culto y magnífico, recordando los mejores momentos del racionalismo formalista”.
Aquel centro piloto de depuración de aguas, con sus correspondientes laboratorios, se desmanteló años después y el edificio acabó reciclado como Centro de Tecnologías Limpias en 2006, ya en la época del PP. Más de 300 empresarios y representantes de los institutos tecnológicos asistieron a su inauguración, protagonziada por el entonces conseller de Territorio, Rafael Blasco. Convertirse en un centro de referencia sobre prevención, reciclaje y diseño ecológico, y prestar asistencia a la Administración en materia de análisis ambiental integral eran los ambiciosos objetivos del organismo. “Desde 2012 está vacío, sin puesto de trabajo alguno y sin suministro eléctrico”, señala la conselleria 10 años después, ya con un gobierno de izquierdas, mientras explora sin éxito la posibilidad de que la universidad esté interesada en un edificio de estas características.
“Por desgracia, el 'abuso' del ocupante ha desfigurado muchos de los episodios de este emblemático edificio”, constata Jaime Prior en el catálogo del Colegio de Arquitectos sobre el inmuebe, que simboliza, como un caparazón varado, el naufragio de una política de innovación tecnológica poco solvente.