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El autor del informe que usan PP y Vox para cambiar el topónimo 'València' defendió la postura contraria hace 27 años

Pleno del Ayuntamiento de València.

Toni Cuquerella

València —

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El académico que, en abierta oposición a la postura oficial de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), ha redactado el informe para el Ayuntamiento de València que avala el cambio del topónimo de la capital a 'Valéncia' con el acento cerrado, tal como persiguen PP y Vox, defendía la postura contraria hace 27 años. Abelard Saragossà, en su publicación Sobre les causes de les pronúncies del nom de la capital valenciana, (Sobre las causas de las pronunciaciones del nombre de la capital valenciana), en el boletín de la Societat Onomàstica de marzo de 1998, defendía que cambios “emblemáticos” como el de la capital podrían producir rechazo entre los hablantes, como ha ocurrido en el caso actual.

“El valencianismo no puede introducir cambios normativos emblemáticos que puedan ponerse en contra a aquellos valencianos que están haciendo más por la recuperación social del valenciano. Si, de repente, el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana comenzara a promover la grafia Valéncia, es seguro que una parte de los valencianos que intentan que el valenciano sea efectivamente la lengua del pueblo valenciano, se sentirían defraudados”, señalaba hace casi tres décadas el mismo Saragossà.

No obstante, 27 años después en el nuevo informe trasladado al gobierno municipal Saragossà defiende que la transformación de la vocal tónica “è” abierta en una “é” cerrada ya estaba plenamente asentada en la Edad Media, sin influencia de castellanismos por lo que asegura que no responde a una “contaminación lingüística”, sino al desarrollo fonético propio del valenciano a lo largo de los siglos. Con todo, resume que “desde la época de Jaime I en las poblaciones valencianas hemos dicho Valéncia, de forma que el acento debe ser, en consecuencia, cerrado”.

El procedimiento legal que rige los cambios de denominación de los topónimos valencianos requiere de un informe preceptivo de la AVL, como ya se hizo en el cambio de nombre de 2016 para oficializar el topónimo únicamente en valenciano. En esta ocasión no se ha solicitado un nuevo dictamen al respecto de la Acadèmia y además el informe de Saragossà dedica una sección entera a criticar duramente el dictamen emitido por la AVL en 2016, que validó la forma “València” con 13 votos a favor, cinco en contra y una abstención. Aquella decisión, tomada en el marco del anterior gobierno progresista que presidía Joan Ribó, cumple con los requisitos legales exigidos y cuenta con el aval de la institución normativa reconocida estatutariamente pero la alcaldesa actual, María José Catalá, del PP, busca modificarlo.

Pendiente de aprobación del pleno

La Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes aprobaba la semana pasada el cambio de denominación, un acuerdo respaldado únicamente por PP y Vox con el rechazo de Compromís y PSPV. Este acuerdo será llevado al pleno de este martes para que sea votado el expediente de alteración del nombre del municipio.

Posteriormente, la decisión plenaria se someterá a información pública por un plazo de 20 días hábiles, mediante un anuncio a través de medios electrónicos en la sede electrónica del Ayuntamiento de València y en el Boletín Oficial de la Provincia de València. Una vez resueltas las alegaciones, el Ayuntamiento procederá a la aprobación definitiva con otro acuerdo plenario que, posteriormente, se remitirá al Consell de la Generalitat, que es el órgano al que corresponde determinar los nombres oficiales de los municipios de la Comunitat Valenciana.

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