Una empleada de Caixabank declara que advirtió a la directiva imputada de la EMT del riesgo de fraude en las transferencias

La investigación judicial sobre el robo de 4 millones de euros en el seno de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), en cuya causa tan solo está investigada de momento la directora de administración despedida como autora de las transferencias saltándose todos los protocolos de seguridad sigue en marcha.

Este miércoles declaró en calidad de testigo la trabajadora de Caixabank que cursó las dos primeras transferencias los días 3 y 6 de septiembre.

De su declaración se desprende el grado de implicación de la directiva de la EMT despedida e investigada, Celia Zafra, con las operaciones bancarias. Tanto es así que, según relató la empleada de la entidad financiera, cuando Zafra le llamó para explicarle las diferentes transferencias que le iba a encargar, le advirtió de que no se trataba de una operativa habitual al tratarse de una trasacción internacional a una cuenta en China.

Además, la empleada de Caixabank, según su declaración, llegó a avisar a Zafra de que se habían producido casos de fraude en operaciones de este tipo, si bien es cierto que no le pasó estas advertencias por escrito. Ante las mismas, Zafra insistió en que se ejecutara la transferencia.

La trabajadora del banco también aseguró que verificó si los apoderados eran los firmantes de las órdenes de pago y que además Zafra le confirmó ese extremo.

Por otra parte, la empleada de Caixabank reconoció que el sistema de verificación de firmas contratado por la entidad financiera detectó que la firma de María Rayón, necesaria para ejecutar transferencias junto a la del gerente Josep Enric García Alemany, podía ser falsificada, puesto que saltó la alarma del sistema.

Pese a todo, cursó las transferencias ya que según su declaración, se trata de avisos frecuentes en los clientes institucionales que se pueden deber, por ejemplo, a defectos en el escaneado de las firmas. Pese a todo, avisó a Celia Zafra para que se lo comentara a Rayón y que se pasara por una oficina de Caixabank para solventar el problema.

La empleada de Caixabank declaró desconocer si se habían realizado anteriormente transferencias mediante ordenes escritas enviadas por PDF, cuando el mecanismo habitual es la firma mancomunada de Alemany y Rayón mediante banca electrónica.

Por último, aseguró que para confirmar las dos transferencias llamó previamente a Rayón pero que en ambos casos le cogió la llamada Zafra al estar la primera de baja.