Elche y Alicante retoman la actividad industrial al 50%

La industria alicantina ha vuelto de manera tímida al trabajo tras el levantamiento de la suspensión de la actividad no esencial impuesta por el Gobierno de España en cumplimiento del decreto del estado de alarma con motivo del contagio masivo por Covid-19.

El retorno ha llegado en un momento en el que siguen creciendo los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en todos los sectores, siendo precisamente la industria el más afectado de la provincia, con 17.098 trabajadores y 1.673 expedientes, según cifras del Gobierno valenciano este miércoles, después de los servicios, a mucha distancia con 20.744 expedientes que se traducen en 95.400 trabajadores. Después le sigue la construcción, 5.384 trabajadores tras 1.232 expedientes y agricultura, con 518 empleados en 127 ERTE.

En Elche Parque Empresarial la imagen en estos dos días hábiles (el lunes fue festivo local) es desigual. El martes comenzó con el 60% de las empresas abiertas, explica Raquel Rosique, su directora de Gestión, pero este miércoles “se han notado muchos menos coches y presencia de trabajadores, bajando las aperturas al 50%”.

La explicación de este polígono industrial de Torrellano, uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana, es que el martes el empresariado aprovechó que podía salir para comprobar las instalaciones tras un mes de hibernación, y comenzar a formular sus previsiones de cara a las próximas semanas, por lo que este miércoles se ha visto reducida la actividad.

Con cerca de 700 empresas, lo cierto es que sectores como el de telecomunicaciones o marketing no han notado mucho el cambio puesto que han venido ejerciendo funciones de teletrabajo. El trabajo desde casa también se ha estado abriendo paso en los departamentos de administración de las empresas del calzado y afines, como textil, cuero y piel.

A este respecto, la secretaria general de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (AVECAL), Marian Cano, se rinde a las evidencias. “El retorno ha sido a medio gas por no decir menos”, asume. En concreto, las fábricas que han subido la persiana tras el relajamiento del estado de alarma representan menos de la mitad, y las que se han incorporado están a un tercio de su actividad habitual, centrada principalmente en servir pedidos concretos y cerrar compromisos atrasados con algún cliente.

“Somos un sector que trabaja a nivel global y dependemos del comercio, es decir, de unas tiendas que siguen cerradas y hasta que ellas no se incorporen no empezará a haber normalidad”, añade.

El calzado, principal motor de la provincia, ya ha cancelado pedidos de la campaña de primavera-verano y también da por hecho que se va a resentir la campaña de otoño-invierno, cuyas ventas se iban a efectuar en estas semanas.

La situación en Alicante es bien distinta. La crisis económica derivada de la sanitaria ha dejado menos secuelas en la capital de provincia al venir desarrollando una actividad esencial. De hecho, en el polígono de las Atalayas se concentran compañías de logística, transporte y paquetería que durante el confinamiento han experimentado un aumento en la actividad gracias a las ventas online, como confirma Vicente Seguí, director de gestión de este polo industrial.

Seguí hace un balance positivo de esta semana al cifrar en casi la totalidad las empresas que han abierto en este polígono, que actualmente acoge a unas 260 firmas. “Es cierto que se nota una menor presencia de trabajadores, sobre todo administrativos que están trabajando desde casa”, explica.

En este enclave también han venido funcionando a pleno rendimiento las empresas de alimentación y de artículos de primera necesidad, mientras que las de suministros industriales, auxiliares de telecomunicaciones, están al 50% de actividad, y las que se nutren de la venta a minoristas se limitan a pedidos por internet, como el sector electrodoméstico.