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Los embalses de la cuenca del Júcar esquivan la sequía y dan las mejores cifras en años

Embalse de Benagéber.

Toni Cuquerella

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El de 2022 ha sido un verano seco en España pero también en Europa en general. Continuas olas de calor han mostrado imágenes no vistas durante décadas, e incluso siglos, en el continente, con niveles de los ríos y pantanos más que mínimos. Pero la cuenca del Júcar está mostrando cifras fuera de lo normal, muy por encima de las medias, y todo gracias a las lluvias intensas y continuas de la pasada primavera.

Según el último informe hidrológico del ministerio de este martes 30 de agosto, la reserva de la cuenca del Júcar se encuentra en un 57,3% de su capacidad -1.630 hectómetros cúbicos en cifras absolutas-, mientras que la media española es del 35,9%. Además esta cuenca se encuentra en la franja alta de las reservas, Así, de las 16 demarcaciones hidrográficas que hay en la península, la del Júcar se encuentra en quinta posición, únicamente superada por las demarcaciones de las cuencas internas del País Vasco (81%), del Cantábrico Oriental (71,2%), del Tinto, Odiel y Piedras en Andalucía (66,4%), y del Cantábrico Occidental (59,8%).

Es más, la cuenca del Júcar también es de las pocas que ha conseguido incrementar en los dos últimos años su nivel de agua embalsada, ya que hace dos años era del 50,8%, y muestra niveles muy superiores a las medias de los últimos 5 años, que eran del 38,1%, y de los últimos 10 años, que eran del 38,5%. Por el contrario, la sequía en la península se aprecia consultando estas mismas referencias, ya que el 35,9% actual está muy lejos de las medias de los últimos 5 años, que era del 48,2%, y de los 10 últimos, que era del 54,6%.

En la gráfica oficial del ministerio se aprecia la evolución del año hidrológico, que empezó de forma positiva pero tardó en arrancar la lluvia del año 2022 hacia el crecimiento normal de primavera. Cuando llegó en marzo este se disparó, incluso por encima del año anterior que ya marcó registros históricos. En cambio, en cuanto a la reserva hidráulica peninsular la tendencia ha sido a la baja durante la última década.

Primavera “extremadamente húmeda”

A esta buena salud de las reservas colaboraron de forma considerable las precipitaciones de la pasada primavera. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la primavera del trimestre de marzo, abril y mayo de 2022 fue “extremadamente húmeda”, con una precipitación de 435.4 litros por metro cuadrado, lo cual es un 325% respecto del promedio climático de referencia entre 1981-2010, que fue de 134,6 litros. Es más, no solo fue la primavera más húmeda desde al menos 1950 sino también la estación más húmeda desde al menos la misma fecha.

Como datos destacados también se señalan los registros máximos de algunos observatorios del sur de València y norte de Alicante, superando varios los 1.000 litros por metro cuadrado de precipitación acumulada: La Drova, 1.341,9 litros; Benissili (La Vall de Gallinera), 1.235,5 litros; Barx, 1.173,4 litros.

Otra referencia que muestra la buena salud hídrica de la cuenca del Júcar son los datos del porcentaje de humedad superficial del suelo. Se puede ver en el mapa del 31 de agosto que esta cuenca se sitúa en una horquilla entre el 40% y el 90%, muy por encima de la media peninsular, puesto que la gran mayoría se queda por debajo del 10%, excepto las zonas de la cornisa cantábrica, la mitad interior norte de Catalunya y la propia cuenca del Júcar.

El futuro

No obstante, el verano en la cuenca del Júcar ha tenido la misma escasez de precipitaciones y se consideran prácticamente nulas. Frente a ello se producen unos consumos de entre 25 y 30 hectómetros cúbicos de agua por semana, un nivel alto. Esto se ve agravado con los altos niveles de calor que además de aumentar el consumo también incrementan la evaporación de la humedad del suelo.

La Confederación Hidrográfica del Júcar asegura que en estos momentos está más que asegurado su abastecimiento. No obstante, insiste en las políticas de ahorro características de la zona, que suele estar familiarizada con los umbrales de la sequía.

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