La Fiscalía pide tres años de cárcel a tres empleados de una discoteca de València por una agresión a un joven marroquí

La Fiscalía pide pide años de prisión y una indemnización conjunta de 2.240 euros para los tres vigilantes de seguridad acusados de un presunto delito de lesiones con el agravante de abuso de superioridad por la agresión el 6 de marzo de 2022 a J. E., joven de origen marroquí.

Los vigilantes de seguridad de la discoteca Mya de València, después de que el joven fuera expulsado del recinto por no tener entrada en la zona VIP, “le propinaron diversos golpes, causándole lesiones”, tales como la fractura de la nariz y erosiones en cuello y muñeca, según el Ministerio Fiscal. El joven tardó 32 días en recuperarse de las lesiones.

La compañía de seguros de la discoteca figura como responsable civil directa para asumir el pago de la indemnización solicitada. La mercantil HFS Salamandra SL, encargada de la gestión y explotación de la discoteca Mya, es responsable civil subsidiaria.

Por su parte, la acusación particular solicita cinco años de prisión por los presuntos delitos de lesiones y contra la integridad moral, además de una indemnización de 11.000 euros. El juicio se celebra este próximo 1 de marzo.

J.E. denunció que los vigilantes se dirigían a él como “moro de mierda” y “moro de mierda, te mato”. El abogado que ejerce la acusación particular, Juan Molpeceres, sostiene que debe considerarse un delito de odio porque “desde el principio van a por él y no a por otro, todos los comentarios son dirigidos a su condición y le agreden a la vez que le insultan, dejándole tirado”. 

El joven de origen marroquí denunció ante la Policía y posteriormente fue atendido por el equipo de igualdad de trato y no discriminación de València Acull. La entidad destaca la importancia de la acción de denuncia del joven para “evitar que se produzcan situaciones similares con impunidad”. Además, la ONG considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de odio, puesto que existen indicios suficientes para señalar que los acusados cometieron la presunta agresión con “una motivación racista”