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Un juez mantiene imputados a seis empleados de una discoteca de Valencia por una agresión racista

Fotografía del joven agredido en la discoteca Mya de Valencia.

Lucas Marco

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“¡Moro de mierda, te mato!”. Un joven de origen marroquí denunció haber sufrido una agresión racista durante la madrugada del pasado 6 de marzo en la discoteca Mya de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Inicialmente, los controladores de acceso impidieron entrar a la discoteca al joven porque, según le dijeron, tenía que haber sacado la entrada por internet y el aforo estaba completo, indica la denuncia ante la Policía Nacional.

Poco después pudo acceder al recinto, una de las discotecas de moda de la noche valenciana, junto a un grupo de holandeses. Cuando ya había pedido una consumición, un vigilante le increpó y le obligó a salir fuera.

Seis o siete empleados de la discoteca comenzaron a agredirle mientras le decían “moro de mierda, te mato”, según consta en las denuncias que presentó la víctima ante la policía esa misma noche y al día siguiente.

El joven de origen marroquí tuvo que ser atendido en un servicio de urgencias por las numerosas contusiones que presentaba en diversas partes del cuerpo y por fractura nasal. El titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia citó a declarar en calidad de investigados a los cuatros empleados identificados por la víctima.

Los trabajadores de HFS Salamandra SL, la mercantil que gestiona la discoteca, negaron su participación aunque, tras visionar las imágenes de las cámaras de videovigilancia dos de los investigados reconocieron a otros dos empleados como los presuntos agresores.

Así, el juez ha imputado a un total de seis trabajadores de la la discoteca Mya, según ha informado la ONG València Acull que ejerce el acompañamiento a la víctima en el procedimiento, representado por el abogado Juan Molpeceres.

La letrada de la discoteca, Isabel Claramunt, sostiene que la instrucción del procedimiento es por un presunto delito de lesiones y no de odio. “No se persigue ningún tipo de delito de odio, más allá de unas supuestas lesiones”, indica a este diario. Además, afirma que el joven de origen marroquí no denunció inicialmente por delito de odio.

La abogada destaca que los cuatro primeros trabajadores investigados en la causa “no tuvieron nada que ver con los hechos ni realizaban funciones de seguridad”. Los dos nuevos investigados “no son vigilantes de seguridad sino trabajadores de la discoteca”, apostilla.

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