La Fundación Toro de Lidia lleva a juicio a un exalcalde ecologista por impedir las corridas
El exalcalde ecologista de Villena, Francisco Javier Esquembre, irá a juicio por impedir la celebración de corridas de toros en el municipio alicantino. La Fundación Toro de Lidia, una entidad subvencionada en los primeros presupuestos del bipartito valenciano de PP y Vox, se querelló contra el exedil, después de que impidiera la celebración de los festejos taurinos en la plaza de toros de propiedad municipal.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Villena ha dictado el auto de apertura de juicio oral, el paso previo al banquillo, contra el exalcalde de Los Verdes, según ha informado la Fundación Toro de Lidia. Esquembre, junto con las exconcejales Catalina Hernández y María del Carmen García Martínez, está procesado por un presunto delito de prevaricación.
La nota de prensa de la entidad taurina también sostiene que el exalcalde “está siendo juzgado por un presunto delito de prevaricación”, a pesar de que la jueza acaba de dictar el auto de apertura de juicio oral que finaliza la fase de instrucción.
La fundación se querelló contra el exprimer edil tras haber ganado varios procedimientos contenciosos (en 2016, 2017 y 2018) relativos a la denegación de la plaza a la Peña Cultural Taurina Villenense.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV) concluyó que el ayuntamiento carecía de competencia “tanto para autorizar o denegar la celebración de espectáculos taurinos como para cuestionar los rasgos jurídicos que definen la tauromaquia como bien de interés cultural, ordenando al consistorio el abono de las costas del procedimiento”, según recuerda la fundación.
La entidad impulsó un procedimiento por la vía penal, por un presunto delito de prevaricación, que fue admitido a trámite el 28 de mayo de 2019.
Francisco Javier Esquembre, alcalde de la localidad entre 2011 y 2019 por Los Verdes de Villena, defiende en declaraciones a este diario que tomó la decisión por motivos de seguridad y por las muchas deficiencias de la plaza de toros que “no permitían la celebración”.
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