El Gobierno ha puesto en marcha 534 kilómetros del Corredor Mediterráneo en cuatro años y ya está al 74% de su ejecución
El Gobierno ha pisado el acelerador para avanzar y finalizar el Corredor Mediterráneo, especialmente en los últimos cuatro años en los que las licitaciones y las ejecuciones de obra se han multiplicado de forma exponencial en una infraestructura que comprende 1.838 kilómetros lineales desde la frontera francesa hasta Algeciras, espoleados sobre todo por los fondos europeos.
Sin embargo, sigue acumulando ciertos retrasos como consecuencia del déficit inversor que ha existido en los años precedentes, en los que la infraestructura no acababa de verse desde el ejecutivo central como una prioridad a pesar de que la Comisión Europea lo consideró como eje básico de la red transeuropea en 2011.
Con todo, según los datos oficiales de la oficina del comisionado del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, creada en el año 2017 precisamente para impulsar la infraestructura.
Así, en 2018 el 60% de los kilómetros de Corredor Mediterráneo tenía estudio informativo o de viabilidad aprobado o en redacción, con 1.107 kilómetros en total. En 2022 el 100% de kilómetros tiene estudio informativo o de viabilidad aprobado o en redacción, es decir, 1838 kilómetros.
Hace cuatro años, el 57% de los kilómetros del Corredor tenían proyecto constructivo aprobado o en redacción, es decir, 1.055 kilómetros. En la actualidad, el 85% de los kilómetros tiene proyecto constructivo aprobado o en redacción (1.566 km).
Además, en 2018 había 823 kilómetros de la infraestructura en obras o en servicio, es decir, un 45%, mientras en la actualidad hay ya en marcha 1.357 kilómetros, un 74% del total. Por último, hace cuatro años había 383 kilómetros en servicio, un 21%, y en la actualidad hay 624, un 35%.En 2018 el 21% de los kilómetros estaba en servicio.
#QuieroCorredor denuncia retrasos
Con todo, el movimiento #QuieroCorredor, integrado por empresarios de todas las autonomías por las que discurre la infraestructura, hizo público este lunes su primer chequeo semestral de las obras del Corredor Mediterráneo en 2022, en el que admite que los trabajos “avanzan” pero “no al ritmo annunciado y prometido por el Gobierno”.
La iniciativa ya ha analizado en once ocasiones el estado de las obras del Corredor Mediterráneo, “una infraestructura clave para la competitividad del transporte de personas y mercancías en España”, según destacó #QuieroCorredor en un comunicado.
El movimiento ha realizado un análisis “pormenorizado” de los 14 tramos del Corredor y, según señala, “saca a la luz una realidad inapelable: las obras no avanzan al ritmo anunciado y prometido por el Gobierno”.
Según recuerda, durante el quinto Acto Empresarial por el Corredor Mediterráneo que se celebró en noviembre del pasado año, la actual ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, anunció que en 2026 las obras que conectarían Almería con la frontera francesa estarían “finalizadas” y, en un horizonte más cercano, que los siguientes hitos estarían acabados en 2023.
Entre ellos, la conexión del puerto de Tarragona y el Camp de Tarragona con el resto de Europa; la conexión de las tres capitales de la Comunitat Valenciana en ancho internacional, con la mejora en los servicios entre València y Castelló para que la Alta Velocidad no interfiera con las Cercanías; la puesta en servicio del tramo entre Almussafes y Fuente de San Luis, entre Moixent y l'Alcúdia y la entrada a Murcia y la conexión directa y de alta velocidad entre Granada y Málaga con Antequera.
Con estos compromisos en mente, los técnicos ferroviarios que colaboran con el movimiento #QuieroCorredor, Francisco García Calvo y Xavier Lluch, “tienen claro” que, al ritmo al que van las obras, esos plazos “no se van a cumplir”.
Para que pudieran hacerlo, deberían estar en marcha los tramos Totana-Totana y Lorca-Pulpí, la conexión Murcia-Cartagena y la línea Bobadilla-Algeciras. Además, el tramo Almería-Granada no tiene todavía proyecto, y el túnel pasante de València “amenaza con ser el semáforo de Europa si las obras no se aceleran”, denunció el movimiento.
En cuanto a los hitos sí alcanzados, destaca la adjudicación del cambio de ancho de vía entre Castelló y Vandellós; la finalización del bypass del Reguerón; la licitación de las obras en el tramo Totana-Totana y la adjudicación de las de Lorca-Pulpí.
Para lo que resta de 2022, queda pendiente la finalización de las obras del túnel de Castellbisbal; la adjudicación del cambio de ancho entre Tarragona y Vandellós; el proyecto definitivo del tramo Murcia-Cartagena y el proyecto del tramo Almería-Granada.
El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, comentó que “aunque las obras van, porque afortunadamente van, no van al ritmo que nosotros quisiéramos o que esperábamos”.
El túnel pasante de València
Una de sus “mayores preocupaciones” es el túnel pasante de Valencia, “que no está ni siquiera diseñado” y que “mientras no esté, será el semáforo del Corredor. Ahí se va a parar todo”. “El movimiento #QuieroCorredor no va a parar hasta que no esté acabado el Corredor Mediterráneo”, advirtió Boluda.
El segundo shequeo semestral de 2022 tendrá lugar el 17 de noviembre en Barcelona, fecha que coincidirá además con un acto empresarial como los celebrados en 2017 en Madrid, 2018 en Barcelona, 2019 en Elche, 2020 en València y 2021 en Madrid, en el que se espera congregar a empresarios y representantes de la sociedad civil española bajo la reclamación de #QuieroCorredor.
Según Boluda, “desde que se puso en marcha el movimiento #QuieroCorredor, se ha conseguido que los empresarios y la sociedad civil de toda España se impliquen y participen de la reivindicación mediante la asistencia a la multitud de actos que se han organizado; y que el Corredor Mediterráneo esté en el epicentro del debate político y, por ello, que los responsables públicos asuman compromisos”.
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