La jueza cita a dos policías nacionales y dos agentes locales por la agresión a un joven hondureño en Rocafort
Dos policías nacionales de Burjassot y dos policías locales de Rocafort han sido citados por el juzgado de primera instancia e instrucción nº 2 de Paterna al juicio por la agresión policial a un joven hondureño el pasado 17 de octubre. Aunque inicialmente la Policía Nacional negó su participación en los hechos, finalmente la jueza también ha ordenado que comparezcan en el juicio -fechado para el 23 de marzo- dos funcionarios de la comisaría de Burjassot.
Estos agentes intervinieron junto a los policías locales de Rocafort en el operativo en el que el chico recibió un fuerte puñetazo en el estómago tras decirle uno de ellos: “Vas de chulo, sois todos iguales, te voy a mandar a tu país”. El golpe le dejó sin aire, le hizo doblarse por la mitad y acabó vomitando. Los otros policías -en total eran cuatro, incluida una mujer, según recuerda la víctima- “ni se inmutaron”. Al contrario, “le pedí agua a uno de los policías, pero no me la dio y me dijo, en tono irónico, ‘te descuidaste’, mientras la mujer policía, que era morena y parecía tener un ojo morado, se sonreía”, según consta en la denuncia que la víctima presentó en el juzgado.
La agresión fue grabada por vecinos de la zona, por lo que se puede apreciar claramente el estado de indefensión del joven, que en ningún momento ofreció resistencia ni trató de huir. Después de divulgarse los hechos, el Ayuntamiento de Rocafort reconoció que el agresor era un policía local en prácticas del municipio.
La víctima ha presentado un escrito en el juzgado manifestando que va a recurrir la calificación de delito leve efectuada por la jueza porque “no se puede efectuar calificación alguna de los hechos denunciados sin haber recibido testifical a los vecinos, testigos imparciales que realizaron la filmación y presenciaron los hechos”.
Paralelamente, el consulado de Honduras solicitó una reunión con el alcalde de Rocafort para pedirle que sancione a los agentes implicados y les respalde para que el joven no sea expulsado. Tras sufrir la agresión, la policía de Burjassot ha propuesto su expulsión por estancia irregular y ha hecho constar que existe otra propuesta de sanción grave por tenencia de drogas o abandono de instrumentos relacionados con las drogas; esta sanción nunca fue comunicada al joven, que además niega rotundamente la acusación.
Tanto el consulado como València Acull también han pedido una reunión con la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, para explicarle la situación del joven y pedirle que archive el procedimiento de expulsión. Hasta el momento, tal y como relatan desde la ONG, ni el Ayuntamiento ni la Delegación han accedido a las solicitudes.
Para València Acull, ambas sanciones (la expulsión y la sanción grave por drogas) deben ser anuladas ya que esta actuación policial es “un ejemplo paradigmático de racismo institucional”. “Esa misma noche, la misma policía había parado minutos antes a un conductor español borracho al que trataron con respeto, según aseguran los testigos”, sostienen desde la entidad cívica: “Sin embargo, al chico lo retuvieron solo por su aspecto -su única posible infracción es que iba con los cascos oyendo música mientras se desplaza en monopatín- y lo golpearon”. València Acull reclama que se sancione a los responsables de los hechos para evitar que se repitan situaciones similares.
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