Nadie se cree la reforma electoral de Fabra
Alberto Fabra propuso el lunes en una conferencia en Madrid una reforma electoral para que un tercio de los diputados de las Corts Valencianes sean elegidos de forma directa, sin estar sometidos a la disciplina que los partidos imponen, entre otras cosas, vía listas cerradas.
Su propuesta ha caído en saco rato. Copiada de una similar de Francisco Camps –antes de que el expresident fuera defenestrado-, nadie se la ha tomado en serio. Ni siquiera en buen parte del PP.
“A 18 meses de las elecciones y con la cantidad de problemas que tenemos, no es momento de abrir debates estériles, ya que esa reforma es imposible sin consenso con la oposición. Aunque la medida es positiva, todo el mundo sabe que ahora mismo es imposible pactar una medida de ese calado con el PSOE, el único partido que la apoyaría”, dice un cargo del PP.
El PSOE ya ha dejado claras que sus prioridades no van por ahí. “Lo importante no es el cambio del sistema electoral, ni la disminución del número de diputados sino las políticas activas de empleo, la reindustrialización de la Comunitat Valenciana”, dice Antonio Torres, portavoz socialista en las Corts Valencianes.
Marga Sanz, número 1 de Esquerra Unida, es aún más contundente. Es una “cortina de humo para no hablar de problemas como la corrupción” que además va “contra la proporcionalidad e igualdad de voto”. Tanto Esquerra Unida como Compromís advierten de una reforma de ese tipo, que necesita de la aprobación de dos tercios del parlamento valenciano, favorece el bipartidismo (a PP y PSOE) en detrimento de otras fuerzas con menos peso.
Enric Morera, líder de Compromís, la rechaza sin tapujos. “Fabra ha recuperat el projecte polític de Francisco Camps de llei electoral, per a afavorir només al seu partit i fer una norma injusta i desproporcional que no represente a la ciutadania ni a la pluralitat de la societat. Els anuncis de Fabra demostra que té por de la democràcia i de la ciutadania, perquè sap que en 2015 no serà president de la Generalitat si no propicia canvis, trampes i barreres de tot tipus”.
En opinión de la oposición, Fabra intenta generar un debate condenado al fracaso para venderse como un regenerador de la democracia. En esa línea –y la del ahorro a macha martillo- iba su propuesta, también fracasada, de reducir el número de diputados en las Cortes Valencianas. La medida, según el Consell Jurídic Consultiu, supondría un ahorro ridículo.