Paula Bonet, la ilustradora valenciana cuya mente “no descansa nunca”
“Siempre he tenido una especie de incontinencia creativa que espero que no me abandone”. Es una frase de la ilustradora Paula Bonet (Vila-real, Castellón, 1980) que casa con una realidad evidente, la de que esta joven creadora que se recuerda siempre pintando.
Una pasión temprana que se convirtió con los años en su profesión. El arte del disco “De l'amour a l'abîme”, del músico Néstor Mir, fue su primera obra “profesional” y desde entonces ha llovido mucho, y hoy el nombre de Paula Bonet figura en la lista de las ilustradoras con más proyección nacional e internacional.
Su obra ha estado presente, por el momento, en Barcelona, Madrid, Valencia, Oporto (Portugal), París, Londres, Bélgica, Urbino (Italia) o Berlín.
El tiempo también ha confirmado la metamorfosis de Bonet desde la pintura hacia la ilustración, campo este último por el que se ha decantado. Una cuestión de “inmediatez”, justifica.
En marzo publica el libro ilustrado “813”, inspirado en la fascinación que despierta en ella el realizador francés François Truffaut del que, dice, admira “su manera de ver y reflejar el mundo y todo aquello que lo angustiaba o sobrecogía y que supo transformar en arte, es un homenaje ilustrado a su figura y a un breve fragmento de su filmografía”.
Pero “813” no es lo único que se lleva entre manos. Ha diseñado el cartel del XVII Festival Internacional de Cortometrajes de Vila-real “Cineculpable”, que salpica estos días las calles y espacios culturales de su ciudad natal.
El nuevo trabajo de Christina Rosenvinge y el próximo cartel de María Coma figuran entre sus proyectos más inmediatos. Suma y sigue. La mente de una ilustradora -reconoce, tajante- “no descansa nunca”.
Así, su sello personal está detrás de la imagen con la que se recordará la decimoséptima edición del “Cineculpable 2014”, que arrancó ayer en la localidad castellonense.
Reconoce que el encargo para un certamen que tiene como epicentro la ciudad donde ha crecido le produjo “más ilusión que vértigo”. “Es algo que siempre alegra, una manera de volver a un lugar que me gustaría visitar con más frecuencia”, incide.
“Cuando se me contactó para realizar el cartel de 'Cineculpable' lo imaginé ilustrado con una de las míticas parejas culpables de la historia del cine: Bonny&Clyde, Tyler Durden y Marla Singer, Vincent Vega y Mia Wallace... Al final se impusieron Billy Brown y Layla. El cartel es un homenaje a ellos dos”, explica.
Que sus diseños gustan y mucho, quedó demostrado hace justo un año cuando su nombre, y su obra, saltaron a la primera línea mediática por el “saqueo masivo” de los carteles que diseñó para el Festival Internacional de Mediometrajes “La Cabina” de Valencia por parte de sus seguidores.
Un capítulo que, admite, le “incomodó bastante” y que salió a colación incluso en una exposición que hizo poco después en la Embajada Española en Berlín.
La versatilidad de Bonet es innegable. Ha diseñado los carteles de grupos tan punteros como Black Keys o Vetusta Morla. “Un honor para mí, admiro mucho los proyectos de las dos bandas; más que un encargo me pareció que me estaban haciendo un regalo”.
Lanzando una mirada a largo plazo, asegura que dentro de una década le gustaría poder seguir dedicándose a lo que más le gusta. “El mundo editorial, por ejemplo, sería un muy buen lugar en el que poder estar”.