Las inversiones de Stadler y Ford refuerzan el proyecto de la Alianza Valenciana de Baterías
Stadler y Ford, dos pilares de la Alianza Valenciana de Baterías, refuerzan su presencia en la Comunitat Valenciana en medio de la pugna autonómica por albergar la mayor factoría de baterías de almacenamiento renovable del sur de Europa. Hasta nueve autonomías batallan por obtener el beneplácito de la ministra de Industria, Reyes Maroto, para el proyecto que supondrá un paso clave en la industria española. El sector automovilístico supone cerca del 10% del PIB nacional, incluyendo la parte referente a seguros y finanzas, a falta de conocer el impacto de la pandemia sobre el mismo.
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció en febrero la alianza entre empresas, gobierno autonómico y universidades para presentar el 'proyecto tractor' al Gobierno central y a la convocatoria de los Fondos Next Generation EU, con una inversión estimada de 2.000 millones de euros. El Ejecutivo autonómico respalda la factoría que Power Electronics, líder del proyecto, lleva años preparando y la liga a un proyecto de innovación y estudio siguiendo la línea de los 'proyectos tractores' que fomenta la Unión Europea para acelerar el cambio de modelo productivo.
En las últimas semanas, una serie de anuncios han recrudecido la batalla autonómica por las baterías. El pasado jueves, en pleno proceso de un ERE que se llevará por delante 630 empleos -el segundo en un año- Ford adjudicaba a la factoría de Almussafes la fabricación del motor híbrido y avanzaba una inversión de 5 millones de euros en 2022 para el ensamblaje de baterías. Casi a la par, Renault adjudicaba a las plantas de Palencia y Valladolid la fabricación de cinco modelos de vehículos con motor híbrido. Días antes el Gobierno central anunciaba la creación de un consorcio con Seat (Volkswagen) e Iberdrola para impulsar una factoría de baterías renovables, con posible ubicación en Martorell (Barcelona), mientras que la Generalitat de Catalunya proyecta 6.800 millones de inversión en el 'batery hub'. Por su parte, Extremadura quiere potenciar una fábrica similar aprovechando la segunda mina de litio de Europa, mientras que Aragón y Galicia quieren potenciar consorcios en sus respectivos territorios; la primera aprovechando el enclave intermedio y la potencia del motor, la segunda, el potencial del puerto de Vigo y la proximidad al litio portugués.
El anuncio de Ford de adjudicar los motores híbridos da cierta tranquilidad a los sindicatos y a la Generalitat Valenciana, que confía en que si la multinacional americana decidiera apostar por quedarse en Europa, la continuidad de Almussafes saldría reforzada. Con todo, el afán de los estadounidenses por el petróleo aún les genera cierto recelo respecto a las renovables.
Una semana después, otra de las grandes marcas implicadas en la Alianza, Stadler, celebraba el miércoles la adjudicación de Renfe para la renovación de la red de cercanías, que implica una dotación cercana a los mil millones de euros para la planta de Albuixec. La mercantil suiza prevé generar 500 puestos de empleo con este contrato y que su planta valenciana se convierta en referencia del sur de Europa, un movimiento que aumentaría su importancia si el proyecto valenciano de las baterías saliera adelante. Stadler también suscribirá un convenio con la Generalitat Valenciana para impulsar trenes que funcionen con hidrógeno verde -otra de las alianzas que impulsa el Consell para los fondos europeos- con un proyecto piloto en el Tram de Alicante.
Los anuncios de las dos mercantiles que forman el consorcio refuerzan la posición de la Comunitat Valenciana de cara al proyecto europeo. La ventaja respecto a otras autonomías, explicaban desde el Consell, es que la alianza “va más allá” del sector de la automoción y puede aplicarse a otros transportes.
El president anunció que en las dos próximas semanas se constituirá el centro Element de investigación asociado a la Alianza Valenciana de Baterías, que tendrá participación de la Universitat de València, la Universitat Politécnica de València y las empresas implicadas en la gigafactoría que lidera Power Electronics. El proyecto valenciano, insiste el Consell, no está solo ligado al sector automovilístico, sino que engloba a toda la cadena de valor relacionada con el almacenamiento energético.
En enero se cerró el plazo para las manifestaciones de interés a la rama industrial de los proyectos tractores. Las comunidades autónomas deben elaborar planes detallados sobre los proyectos que se presenten a los fondos Next Generation EU Estos planes deberán remitirse a la Comisión Europea antes del 30 de abril de 2021 y cuando se aprueben los países podrán acceder de inmediato al 13% de los fondos. Más adelante irán recibiendo el resto de los fondos asignados según vayan completando el plan presentado, que se evaluará cada seis meses desde Bruselas.
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