La vicepresidenta Oltra impulsa una Ley de Igualdad contra la discriminación laboral, la violencia económica y los roles de género
El Gobierno valenciano prepara una ley de Igualdad que aborde de forma integral los ejes de violencia contra las mujeres. Desde la brecha salarial y la feminización de la pobreza hasta la paridad en la representatividad pasando por los roles de género, especialmente los masculinos con el trabajo de las llamadas masculinidades igualitarias. La vicepresidencia que dirige Mónica Oltra iniciará el proceso de consulta pública de la norma el próximo 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.
En el departamento de la vicepresidenta abogan por trabajar las leyes con los sectores implicados antes de presentar ningún borrador. Para ello, desde el 8M comenzarán las reuniones con las asociaciones feministas y los agentes económicos y sociales para comenzar la redacción de la norma. Así se hizo con la Ley Trans, que cumple cuatro años en vigor, la ley LGTBI, la ley de Renta Valenciana de Inclusión y con la Ley de Infancia y Adolescencia, en las que la participación pública abrió cuestiones que no se habían previsto en un primer momento. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas busca que la ley cuente con aportaciones del mayor número de personas y sectores implicados, ya que, señalan, “el Consell del Pacte del Botànic concibe la igualdad como un elemento trasversal de todas sus políticas”, por lo que trabajará para “dar respuesta a las distintas situaciones de desigualdad”.
El proyecto que se comienza a trabajar se articula en cuatro ejes. El primero, la lucha contra la violencia económica, que engloba la feminización de la pobreza, la llamada brecha salarial, las desigualdades económicas y las diferencias en usos del tiempo. La brecha salarial ronda el 30% y, según las estadísticas, las mujeres invierten de media 26,5 horas semanales en trabajo de cuidados y del hogar, mientras que los hombres dedican una media de 14. El segundo eje versa sobre las políticas de reconocimiento y la perspectiva de género en todos los ámbitos, una forma de hacer efectivos los derechos que ya se recogen en la legislación. El tercer pilar se centrará en la paridad y representatividad de las mujeres en el espacio público, mientras que el cuarto plantea tratar las llamas masculinidades igualitarias, una forma de implicar a los hombres en la deconstrucción de los roles y estereotipos de género.
La conselleria de Oltra presta especial atención a las desigualdades socioeconómicas que produce el modelo social actual, una de las bases de violencia contra las mujeres según algunas teóricas feministas. Así, se pretende abordar las diferencias salariales, las diferencias en los usos del tiempo -en las Corts Valencianes hay una comisión de estudio- y otras formas de discriminación en el trabajo. En el campo de los roles de género, el departamento de la vicepresidenta considera que uno de los espacios de transformación fundamental será la educación formal y no formal, y la 'deconstrucción' de los roles de género -esas normas sociales que indican cuál es la forma correcta de ser mujer y de ser hombre-, permitiendo que las personas sean “más libres, más iguales en derechos y más únicas en su identidad”. Del mismo modo, Igualdad prevé incorporar un régimen sancionador en la norma, una herramienta que va más allá de las recomendaciones en la ley actual y una metodología de seguimiento y control.
El Ejecutivo autonómico incorpora a los hombres a las campañas de igualdad y contra la violencia machista desde 2015, apelando a los varones a no reproducir comportamientos patriarcales ni perpetuar la violencia contra las mujeres. El Gobierno del Pacte del Botànic ha trabajado en el desarrollo de políticas de reconocimiento de derechos, de fomento de la paridad y vinculadas a las masculinidades igualitarias, que ahora se trasladarán a la norma, como instrumento para eliminar los obstáculos a la igualdad plena.
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