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El Puerto de Valencia saca a concurso la terminal de cruceros sin saber si el nuevo proyecto necesita una declaración de impacto ambiental

Recreación de cruceros en la nueva terminal proyectada por el puerto de València.

Sergi Pitarch

Valencia —

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El Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana todavía no ha decidido si la nueva ampliación norte del puerto de València debe tener una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) como ha pedido el Ayuntamiento de València o la Conselleria de Emergencia Climática. Pese a esta incertidumbre que podría hacer saltar por los aires la propuesta de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) en caso de que el Gobierno de España decidiera acometer la DIA, la entidad que preside Aurelio Martínez ha decidido tirar por el camino recto y empezar las licitaciones de su propuesta, tanto el nuevo muelle norte como la terminal de cruceros que debe albergar a los pasajeros en los antiguos astilleros. 

Esta infraestructura se ubicará en una superficie total de aproximadamente 100.000 metros cuadrados ubicada entre el muelle de Poniente y el muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia, cuya concesión fue expropiada al empresario Vicente Boluda a cambio de otros terrenos que podrá ocupar 35 años más.

La concesión de la nueva terminal también se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años. El plazo para presentar oferta finaliza el próximo 17 de abril.

Atendiendo al pliego de bases del concurso, la nueva terminal estará destinada a atender al tráfico de cruceros, las líneas regulares con Baleares y Argelia así como tráfico ro-ro. Para ello, la nueva terminal deberá disponer al menos cuatro atraques, permitiendo al menos uno de ellos el atraque de un crucero de 360 metros de eslora y otro atraque de al menos 250 metros de longitud. Todos los atraques deberán estar equipados con red de suministro eléctrico para los buques. La terminal deberá ser capaz de acoger en una misma jornada dos buques de cruceros, uno en régimen de puerto base y otro en régimen de tránsito, y dos buques tipo ferry / ro-pax.

Los vecinos de Nazaret están muy preocupados por la posibilidad de que los cruceros generen un impacto pernicioso y contaminante en el barrio. De hecho, consideran que la declaración de impacto ambiental del muelle norte hecha en 2007 no contemplaba estas obras, por lo que sería también necesario una nueva DIA para la terminal. El puerto de Valencia defiende que las obras no tendrán impacto al realizarse dentro de los disitintos diques de abrigo del puerto. 

La terminal deberá contar con zona de aparcamiento de corta estancia con al menos 100 plazas, zona de estacionamiento para autobuses y transporte colectivo con al menos 10 plazas, parada de taxis. Asimismo, dispondrá de una zona de espera para pasaje de línea regular internacional para la Operación Paso del Estrecho con 600 plazas de aparcamiento, zona recreativa infantil y zona de restauración y servicios. La nueva terminal contará con dos accesos independientes: el de vehículos pesados que llegarán a través del Acceso Sur y el de vehículos ligeros que entrarán a la terminal por los accesos previstos por la parte ciudadana.

La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero de Unión Naval de Levante catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico. En concreto, se trata del depósito de agua, la grada de construcción de buques, 2 grúas que podrán ser colocadas en otra ubicación y la subnave A de la nave III. En este último caso, la APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma. Será un edificio histórico y emblemático de la València marítima que continuará prestando servicio a la ciudad y a la ciudadanía – más de cien años después de su construcción – ahora, con las más modernas tecnologías medioambientales.

Plan medioambiental

Además del plan de negocio, según la nota de prensa remitida por la APV, “los licitadores deberán presentar un ambicioso plan medioambiental que deberá incluir el compromiso de adopción de un sistema de gestión ecológicos y sostenibles, la participación en las iniciativas conjuntas que promueva la APV así como un estudio de evaluación de impacto ambiental”. “Tal y como establece el pliego, todos los atraques deberán estar equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados; y todas las cubiertas y tejados de las edificaciones existentes deberán estar diseñadas para la instalación de placas solares fotovoltaicas. Asimismo, los licitadores deberán presentar un plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para la nueva terminal pública de pasajeros”, proponen.

Estas mejoras en la licitación son las que provocaron el voto positivo del Ayuntamiento de València a la terminal de cruceros. Esta actitud del consistorio es contradictoria con su oposición a la nueva ampliación Norte. De hecho, la terminal de cruceros se debe construir en los antiguos astilles porque se modifica el proyecto de 2007 que sí que contaba con una DIA.

Criterios de adjudicación

Para la adjudicación de la oferta, el pliego establece 45 puntos para la oferta económica y 55 puntos para el plan de negocio. En concreto, para la adjudicación de los puntos relativos al plan de negocio, se otorgarán 15 puntos para la operativa de la terminal valorando los procedimientos operativos y la organización de la terminal, la ordenación del ámbito de la concesión, el proyecto básico y la integración de la Subnave A de la Nave 3. Por su parte, la estrategia general de negocio y el plan de RSC se valorarán con 5 puntos, respectivamente.

En el caso del plan de RSC, se tendrán en cuenta la estrategia de gobierno corporativo así como las medidas de igualdad de género, conciliación familiar y condiciones de accesibilidad universal.

Por su parte, el Plan Medioambiental aportado por los licitadores permitirá obtener hasta 20 puntos. De ellos, 7 puntos se otorgarán a las medidas de reducción de emisiones de CO2 equivalentes y/o en consumo energético en maquinaria, equipos e instalaciones de la terminal; otros 7 puntos se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de uso de energía procedente de fuentes renovables; y los 6 restantes se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de maquinaria y equipos eléctricos o que funcionen con combustibles alternativos no derivados del petróleo. Finalmente, la oferta de tarifas será valorada con 10 puntos.

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