El sector turístico valenciano, “devorado por una pandemia”

Un informe de la Generalitat analiza el impacto de la pandemia provocada por la COVID-19 sobre el turismo valenciano y aborda las estrategias que deben aplicarse de cara a la recuperación de un sector estratégico para la economía valenciana, un sector en el que se prevé una caída del 33,6% para 2020. Se calcula que a nivel estatal -el desplome del PIB en el primer trimestre del año ha sido del 5,23%- las pérdidas en las hostelería sean de entre el 30 y el 40% y no se empiece a notar la recuperación hasta finales de 2020.

La Comunitat Valenciana recibió en abril de 2019 unos 830.000 visitantes extranjeros, en su mayoría procedentes de Reino Unido (264.000), Francia (120.500), países Nórdicos (70.000), Alemania (61.000), Bélgica (54.500), Italia (53.000) y Holanda (37.000). En cuanto a los turistas nacionales, en ese mismo periodo se registraron más de 600.000 que dejaron en el territorio valenciano unos 293,6 millones de euros, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística).

Con estos datos, las pérdidas en el turismo el pasado mes de abril se considera que han sido del cien por cien: “No existe análisis válido porque no hay datos. Solo la razón de haber sido devorado el sector por una pandemia”. En cifras, se calcula que han dejado de visitar la Comunitat valenciana 1,5 millones de turistas con unas pérdidas asociadas de unos 1.160,2 millones de euros.

Así las cosas, las “nuevas reglas de juego” están marcadas por un “turismo interno a corto plazo” y no está prevista la nueva “normalidad” hasta junio, cuando se puedan realizar los primeros viajes interprovinciales: “Estos ritmos marcarán la demanda de los servicios y la recuperación paulatina”.

El turismo interno representa el 50,1% de los receptores de la Comunitat Valenciana, con Madrid (18,2%), Catalunya (17,3%) y Andalucía (15,3%) como principales emisores nacionales de viajeros.

Vuelta a la “normalidad”

Desde la Generalitat, y más concretamente desde Turismo, consideran que de cara a esa vuelta a la “normalidad” se debe lanzar un mensaje de seguridad frente a la COVID-19, “analizando al detalle los diferentes escenarios a los que se va a enfrentar el turista”. Por ello, apuntan que se deben dar las máximas facilidades para acceder a los lugares emblemáticos que sirven de reclamo al visitante utilizando soluciones tecnológicas para las gestiones -o servicio telefónico para las personas con dificultades para la tecnología- para el “uso y disfrute de los lugares públicos”.

Este nuevo contexto, señalan, se resuelve con una gobernanza turística que requiere del análisis de datos para controlar capacidad de carga, aforos, distanciamientos, control en tiempo real del cumplimiento de las normas marcadas por Sanidad... “El turismo se caracteriza por representar experiencias diferentes que, por suerte o por desgracia, este verano será grabado a fuego por reaprender a disfrutar del turismo sea como sea, porque viajar es la mayor cura contra el miedo”, concluye el estudio.