El diputado Mazón es radiactivo

Los whatsapps con Salomé Pradas estrechan el cerco judicial que se cierne sobre el dimitido jefe del Consell

El expresidente de la dana sigue sentado en un escaño del PP

No habrá paz para Carlos Mazón. Menos todavía después de que su exconsellera Salomé Pradas, imputada en la investigación de la gestión de la emergencia frente a la dana que hace más de un año se cobró 230 víctimas mortales, haya decidido tirar de la manta al entregar a la jueza de Catarroja los whatsapps que se cruzó con el entonces presidente de la Generalitat y con su jefe de gabinete, José Manuel Cuenca. 

Aunque lo hayan enviado a la última fila del hemiciclo de las Corts Valencianes, Mazón sigue sentado en un escaño del PP. Y la excusa del nuevo presidente, Juan Francisco Pérez Llorca, de que “el acta no se la da el partido, sino la soberanía popular” no logrará blindar su ejecutoria de la presión que los familares de las víctimas, la oposición política y la opinión pública seguirán ejerciendo sobre el Consell y el partido que lo sustenta. “Se adoptarán las medidas oportunas según los estatutos del partido cuando la jueza saque sus conclusiones”, añadió Pérez Llorca en el encuentro organizado por la Cadena Ser, dando a entender que sólo cuando lo imputen apartará el PP valenciano a quien sigue siendo su presidente regional (cargo del que con toda seguridad lo descabalgará Alberto Núñez Feijóo estas Navidades sin haber convocado el varias veces aplazado congreso).

En efecto, dimitió Mazón de jefe del Consell pero no de diputado ni de su cargo orgánico al frente del partido. Su posición hace imposible el intento de Llorca de hacer verosímil que “el PP ha sido ejemplar a la hora de pedir perdón y asumir responsabilidades”. Las asociaciones de víctimas ya han recibido la llamada del nuevo presidente de la Generalitat, pero señalan sobre los mensajes de Pradas con Mazón y con Cuenca: “Nos han engañado durante un año. La narrativa oficial que negaba disponer de elementos claros para actuar se desmorona ante estos mensajes. La información existía y no se utilizó para salvar vidas. Es una infamia hacia las personas que murieron y hacia sus familias”. Y plantean como condición que Mazón deje su acta de diputado para reunirse con Pérez Llorca.

Mientras la jueza adopta nuevas medidas, como volver a citar al jefe de Gabinete de Mazón tras conocerse los whatsapps en los que daba órdenes a Pradas, la Associació Víctimes de la DANA 29 d’octubre 2024 y la Associació de Víctimes Mortals 29-O le dibujan al flamante nuevo jefe del Consell una hoja de ruta llena de asperezas al reclamar la “ruptura absoluta con la narrativa de defensa del Consell mantenida durante este año”, que implica además el cese de las personas que han “sostenido este relato”, en alusión a la vicepresidenta y exportavoz, Susana Camarero, el exconseller de Educación (ahora de Hacienda), José Antonio Rovira, y el nuevo portavoz, Miguel Barrachina.

Hay demasiadas piezas en el muy continuista Consell de Pérez Llorca contaminadas con la radiactividad que emana de Carlos Mazón, a quien la Generalitat prepara un piso, hasta ahora utilizado por la Junta Arbitral de Consumo, con vistas al puerto deportivo de Alicante para que instale su oficina de expresidente. Con los ultras de Vox subidos a sus espaldas y el cerco de la investigación judicial de la negligencia ante las inundaciones que se cierne sobre el todavía aforado, es improbable que el presidente suplente, que ha concertado el día 17 una reunión en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para “agilizar” la reconstrucción tras la dana, logre el relajamiento que intenta vender en los inicios de su recortado mandato.

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