Un domingo en el Parque Central: el nuevo pulmón verde de Valencia

Pocas inversiones pueden resultar socialmente más rentables para la vida de una ciudad que la consecución de un parque, especialmente si se asienta sobre unos terrenos en los que antes había solares, basura y degradación.

Es lo que ha sucedido con la reciente apertura del Parque Central, una actuación cuyo fin último es soterrar las vías que parten en dos la ciudad y coser los barrios separados por el ferrocarril (Malilla, Cruz Cubierta y San Vicente) mediante una gran zona verde.

Tras más de tres décadas de trámites, negociaciones y proyectos, el pasado 17 de diciembre abrió sus puertas a la ciudadanía el 40% del recinto, un enorme pulmón verde de 110.000 metros cuadrados recayente a los barrios de Russafa y Malilla.

Desde entonces, miles de personas de todas las edades han pasado por las instalaciones, especialmente los fines de semana.

Aunque no hay cifras oficiales de visitas, el personal estima que cada día asisten por las mañanas del orden de 70 personas, un centenar entre las 12.00 y las 16.00 horas y entre 1.000 y 1.500 de 16.00 a 19.00 horas.

Las zonas más concurridas son los juegos infantiles, el tobogán-plataforma deslizante, el rocódromo, todos los espacios de pradera, las mesas de picnic en el entorno de la alquería, la huerta jardín, los 6 kilómetros de caminos y paseos del parque, o las fuentes interactivas.

En este sentido, la gran afluencia de ciudadanos se ha dejado notar en zonas como la pradera, donde el césped se empieza a ver resentido.

Al respecto, fuentes de la sociedad Parque Central explican que “el parque ha estado sometido al lógico estrés al que ha hecho frente de forma razonable teniendo en cuenta el período de rodaje que lleva consigo la puesta en servicio de un equipamiento de esta categoría”.

Además, comentan que “gradualmente se va atendiendo los aspectos mejorables; las incidencias se registran, se analizan, se diagnostican y se organiza su resolución con el mínimo impacto sobre el uso público”.

Entre los aspectos que cabe mejorar, mencionan, por ejemplo, “algunos perros sueltos y haciendo sus necesidades en cualquier sitio aunque tienen un espacio especial para ellos; bicicletas o patines a velocidad excesiva; pintadas o mal uso del mobiliario y baños; papeles o plásticos por el suelo”.

Con todo, destacan que “son anomalías, por otro lado comunes a otros espacios públicos, cuya superación requiere también mejorar el nivel general de civismo”

Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, comenta que están “muy satisfechos por la buena acogida de la ciudadanía a este gran espacio verde. València está avanzando mucho en materia de parques y jardines. Desde la concejalía ya estamos trabajando en nuevos proyectos para los próximos meses”.

También las asociaciones vecinales de Russafa y Malilla han acogido la apertura del recinto de forma muy positiva en líneas generales. El portavoz de la entidad de Russafa-Gran Vía, Giovanni Donini, afirma que es “un parque muy positivo no solo para Russafa, sino para toda la ciudad”.

El portavoz vecinal espera que “el mantenimiento sea el adecuado” y que “la vegetación crezca hasta el próximo verano para que haya más zonas de sombra, que ahora se ven escasas”.

Por último, ha lamentado que una de las puertas de acceso al Parque Central de Russafa sea, paradójicamente, “uno de los parques más degradados de la ciudad, como el de la plaza Manuel Granero, pese a que hubo un acuerdo con todas las entidades vecinales y vívicas para su remodelación que el Ayuntamiento sigue sin ejecutar”.

Por su parte, el dirigente vecinal de la asociación de Malilla, Alfonso Cortés, también ha valorado la apertura del Parque Central como algo “muy positivo para el barrio, a pesar de la barrera que supone el puente Iturbi”.

Cortés también se ha referido a la falta de zonas con sombra, “al menos a la espera de que se desarrolle la vegetación”, y ha solicitado a los visitantes que acudan “en transporte público, ya que en el barrio existen muchos problemas para estacionar por falta de plazas”.

Cumbre por el soterramiento de vías

En su conjunto, el Parque Central constituye uno de los retos más importantes de la ciudad en su planificación y diseño, ligado a la transformación ferroviaria que supondrá el soterramiento de las vías (canal de acceso y túnel pasante) y la construcción de la Estación Central definitiva.

En las próximas semanas tendrá lugar la reunión del consejo de administración de la sociedad Parque Central, entidad participada por el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de València, en la que se definirán los plazos de las primeras obras de soterramiento.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, anunció en su visita al Parque que se suscribirá un nuevo convenio, que sustituirá al firmado en 2003, para impulsar toda la actuación restante.

Según el titular de Fomento, “todo el conjunto de operaciones ferroviarias en el año 2003 se estimó en 800 millones de euros”, pero la realidad es que hoy, “con los proyectos constructivos y los estudios informativos que tenemos, asciende a algo más de 3.100 millones”.