Catalá estudiará reubicar los Mercats de l'Horta pese al aval de Competencia y a estar en zonas que carecen de mercados municipales

La alcaldesa de València, María José Catalá, mantiene su idea de eliminar en un primer paso los Mercats de l'Horta que, con la aprobación de la correspondiente ordenanza específica, habilitó en al anterior Gobierno municipal de Compromís y el PSPV, para en segunda instancia estudiar nuevas ubicaciones para los puestos de frutas y verduras que se venían instalando semanalmente en Castellar, Malilla, Benimaclet y junto al Mercado Colón de València.

Y eso, pese al informe de Comisión de Defensa de la Competencia, organismo de la Generalitat Valenciana, que tal y como informó este diario avala el funcionamiento de estos mercados de proximidad. Según el documento, “su creación, además de la persecución de los fines y objetivos de sostenibilidad que inspiran la intervención normativa, supone un incentivo para la competencia tanto por el lado de la oferta, al aumentar el número de operadores a los que el consumidor puede dirigirse para la adquisición de los productos agroalimentarios en general y, en la modalidad de venta directa, en particular; como por el lado de la demanda, debido al potencial incremento de la demanda que supone la celebración periódica de mercados de venta no sedentaria, ahora también con respecto a los productos agroalimentarios de venta directa”.

El portavoz del equipo de Gobierno municipal del PP y de Vox, Juan Carlos Caballero, explicó este viernes que tras las pasadas elecciones se abrió un expediente para eliminar los Mercats de l'Horta que se debe cerrar y que posteriormente se buscarán otras soluciones: “Se va a estudiar en qué lugares se pueden instalar donde no haya mercados municipales como por ejemplo es el caso de Castellar y al mismo tiempo exista demanda, de forma que se pueda ayudar a los productores locales algunos de los cuales se habían quejado porque no podían acceder a vender en estos puestos”. Llama la atención que tampoco Benimaclet ni Malilla tienen mercados municipales y que el de Colón está mayoritariamente dedicado a la hostelería.

Precisamente, este viernes varias organizaciones agrarias firmaron un manifiesto de defensa de los Mercats de lHorta en el que piden que se mantengan. En una carta dirigida a la alcaldesa Maria José Català, diez entidades piden que establezca una vía de diálogo con la asociación de productores de estos mercados, las asociaciones vecinales y las organizaciones profesionales agrarias, para garantizar la continuidad, abriéndose al traslado de alguno de los mercados existentes.

La misiva está firmada por la mayoría de las organizaciones agrarias: Unió Llauradora i Ramadera, Coordinadora Camperola del País Valencià (CCPV-COAG) y la Unión de Pequeños Agricultoras y Ganaderos (UPA-PV). También la firman grupos agrarios como la Asociación Por l'Horta, Mundubat, Justicia Alimentaria, Fundación Azud o el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) y los principales grupos ecologistas valencianos: Acció Ecologista-Garceta, Ecologistas en Acción de València y Greenpeace.

Las entidades firmantes “ante la controversia suscitada por la puesta en marcha de iniciativas de mercados de productores en la ciudad de València” recuerdan que la preservación de l'Horta de València tiene que ser un objetivo prioritario para el Gobierno de la Generalitat, la Diputación de València y los ayuntamientos y en concreto para el Ayuntamiento de València. La preservación de la huerta, según las entidades firmantes requiere “asegurar la viabilidad económica de las personas que la trabajan y la mantienen”, pero la continuidad de las explotaciones agrarias está amenazada “por los precios bajos que se pagan por la producción local y la consiguiente falta de relevo generacional”.

 Recuerdan que el paisaje de l'Horta “es de pequeñas parcelas que tienen más dificultades para competir en un mercado globalizado” y que la protección de l'Horta “tiene que  estar compensada con ayudas económicas a la producción y otras acciones que garanticen su viabilidad”.

Las entidades recuerdan que la creación de mercados de calle de venta directa por el anterior Gobierno municipal fue una respuesta a las demandas de parte del sector agrario y de las asociaciones vecinales, en especial en los barrios que no disponen de mercados municipales como es el caso de Malilla, Benimaclet y Castellar-Oliveral. Los mercados semanales son una oportunidad para que los productores y productoras vendan sus productos sin intermediarios, hecho que los ayuda a darse a conocer y a mejorar la rentabilidad de sus explotaciones. Recuerdan que “el hecho que estos mercados sean semanales y no diarios los hace más apropiados para poder combinar el trabajo en el campo a esta actividad de venta puntual”.

Además, afirman que no es admisible que esta tradición de venta directa “que Jaime I fijó en las Costumbres, Privilegios y Fueros de la Ciudad y el Reino de València pueda ser acusada de competencia desleal”, como recientemente ha confirmado el informe de la Comisión de Defensa de la Competencia de la Generalitat Valenciana.

Sindicatos y asociaciones concluyen reivindicando “la importancia y oportunidad de mantener, e incluso incrementar, los Mercats de l'Horta de València que se celebran semanalmente a Malilla, Benimaclet, Castellar y junto al antiguo Mercado de Colón”, a pesar de que también consideran que la actual disposición de alguno de los mercados y parte de los condicionantes de los permisos de venta son mejorables, pero en todo caso reclaman que se apueste para corregir las deficiencias desde el diálogo con los productores de los mercados. Respecto al posible cambio de ubicación de alguno de los mercados recuerdan que hay  otros barrios de la ciudad donde hay una demanda vecinal de estos mercados semanales y que podrían estar interesados al acogerlos, como por ejemplo en Campanar.