De la contaminación lumínica a la eficiencia: València ahorra seis millones de euros al año con la sustitución de un 81% de luminarias
En 2009, con la fallecida alcaldesa Rita Barberá (PP) al frente del Ayuntamiento, un estudio titulado Contaminación lumínica en España del departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid concluyó que España era el primer país de la Unión Europea con mayor consumo medio por farola. Y València, la ciudad que más despilfarraba en España.
La situación ha cambiado radicalmente desde que en 2015 se produjo el cambio de Gobierno municipal con llegada de Compromís, PSPV y València en Comú (Podem) capitaneados por el alcalde Joan Ribó.
Desde entonces, València ha cambiado 87.000 puntos de luz del alumbrado público de la ciudad, el 81% del total. La transformación ha permitido la instalación de luminarias eficientes energéticamente, que han reducido la contaminación lumínica y la iluminación intrusiva, han bajado el gasto económico y han disminuido la afección medioambiental.
En total, el Consistorio ha invertido en siete años 23.585.260 euros. La concejala de Gestión de Recursos, Lluïsa Notario, ha afirmado que “el alumbrado público es un factor fundamental en la lucha contra el cambio climático y este cambio ha derivado en una reducción drástica del consumo de energía y un ahorro económico de cerca de seis millones de euros anuales”.
Según la concejala, “València tenía en 2014 una infraestructura de alumbrado obsoleta y muy poco eficiente que nos situaba en aquel momento como una de las ciudades europeas con mayor contaminación lumínica”. Para Notario, “el gobierno de Joan Ribó puso en marcha desde el primer momento una hoja de ruta en el sentido de la sostenibilidad y la eficiencia energética que nos sitúa como una de las capitales europeas que asumiremos el reto de convertirnos en una de las cien ciudades climáticamente neutras en 2030, además de haber sido reconocida como capital verde europea para 2024 y, evidentemente, todo lo que hemos hecho desde alumbrado público está directamente relacionado con esta acción pública porque el alumbrado público es un factor fundamental en la lucha contra el cambio climático”.
Lluïsa Notario ha destacado que “si no hubiéramos hecho todas estas intervenciones, con esta crisis energética que estamos viviendo en estos momentos y con este aumento desmesurado del precio de la energía, probablemente el Ayuntamiento de València no podría soportar el gasto de energía con los precios actuales”. La concejala ha explicado que “supongo que tendremos una subida del precio del kilovatio/hora pero València ha hecho los deberes, llevamos siete años haciendo los deberes, y la afectación no será tan grande como en otras ciudades, que tendrán un auténtico problema”.
El plan de eficiencia energética del Ayuntamiento de València ha permitido la inversión en 7 años de 23.585.260 euros, de los que 20.225.057 euros corresponden a cambios de luminarias y 3.360.203 a proyectos de eficiencia energética como la instalación de pérgolas fotovoltaicas, entre otras. Con estos cambios, el consumo de energía ha pasado de 60.861.999 kWh en el año 2014 a 32.236.000 kWh previstos para el cierre del año 2022 (todavía pendiente de la facturación del mes de diciembre). Estos datos suponen un ahorro de energía del 47% y un ahorro económico de 64’65%. El plan de eficiencia energética ha sido desarrollado en todos los distritos y pueblos de la ciudad.
Para el 2023 hay previstas varias acciones, entre ellas intervenciones en l’Olivereta, la Fontsanta, Soternes, Malilla, Quatre Carreres, Campanar, la Saïdia y Camins al Grau, que se prevé que estén acabadas antes de finalizar el verano. Además, los presupuestos participativos DecidimVLC también prevén inversiones de más de un millón y medio de euros en 2023.
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