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Las primeras medidas prometidas por la próxima alcaldesa de València: inviables o ya implementadas por Ribó y Gómez

La próxima alcaldesa de València, María José Catalá.

Carlos Navarro Castelló

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La próxima alcaldesa de València, la popular María José Catalá, anunció recientemente tras su victoria electoral que en sus primeros 100 días tras tomar posesión como primera edil estarán “centrados en poner en marcha una bajada de impuestos, un plan de choque de limpieza, en sacar oposiciones para poner 500 policías más en la calle y en empezar a construir vivienda pública para que los jóvenes puedan emanciparse y desarrollar su proyecto personal y profesional”.

Lo cierto es que cuando tome posesión de la vara de mando se va a encontrar con que muchas de estas medidas ya están encarriladas por el anterior gobierno municipal de Joan Ribó (Compromís) y Sandra Gómez (PSPV) y otras no está claro que se puedan poner en marcha en sus primeros 100 días.

Es el caso de la pretendida bajada de impuestos. La idea de la dirigente popular es bajar un 20% el impuesto de bienes inmuebles (IBI) a todos los valencianos y reducir también la carga fiscal a autónomos y empresas. Sin embargo, esta medida se podría aplicar en el mejor de los casos a partir del próximo 1 de enero y siempre y cuando consiga el apoyo de Vox, algo que no está del todo claro teniendo en cuenta que Catalá pretende gobernar en solitario y en minoría, dejando de lado a la formación de extrema derecha.

En cuanto al plan de choque de limpieza, el equipo de gobierno municipal saliente de izquierdas adjudicó semanas antes de las elecciones, con más de un año de retraso, el nuevo contrato por importe de 1.325 millones para los próximos 15 años, el cual entrará en servicio en septiembre y prevé importantes mejoras al pasar de un gasto anual de 59 millones con el anterior contrato aprobado en 2007, en la época del PP, a 82,5 millones solo para este 2023.

Así, experimentarán una notable mejoría los medios mecánicos que permitirán reducir la contaminación acústica de los camiones de recogida y las máquinas barredoras, aumentar la frecuencia de paso e introducir mejoras tecnológicas como los sensores de llenado y los incentivos al reciclaje.

Además, la frecuencia del baldeo será, de media, un 50% superior respecto a la frecuencia actual. El baldeo de calles pasará a hacerse cada 11 días frente a los 17 días en la actualidad.

Catalá afirma también que empezará a construir vivienda pública para que los jóvenes puedan emanciparse. Si bien es cierto que la ejecución de vivienda no ha ido al ritmo esperado en los últimos años, también lo es que en estos momentos a través de la empresa pública Aumsa el Ayuntamiento tiene en obras 225 viviendas, 26 de las cuales está previsto que se entreguen este mismo verano en régimen de alquiler asequible. Además, el Gobierno tiene en marcha otras 1.100 en el parque de artillería y de ingenieros y la Generalitat otras 184 en La Torre.

En cuanto a la puesta en marcha de 500 oposiciones para policías locales, es una medida que no depende del Ayuntamiento puesto que es el Gobierno el que establece cada año en los presupuestos generales del Estado la tasa de reposición, es decir, el número de plazas que cada administración puede sacar y la de este año ya está aprobada con un centenar de plazas en el caso del Ayuntamiento de València. Por lo tanto es inviable que en los primeros 100 días pueda convocar plazas para 500 nuevos agentes.

Con todo, en los últimos años el Gobierno municipal de izquierdas ha sumado 307 nuevos agentes a los que se sumarán otros 107 entre este año y el que viene que están ahora realizando las oposiciones.

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