El 7 N, la violencia contra las mujeres y el género de la violencia
El movimiento feminista del Estado español debate si la denominación terrorismo machista es adecuada para describir lo que les pasa a las mujeres, que por el hecho de serlo, sufren distintos tipos de violencia en los sistemas estratificadores de género o patriarcados. Con este término quieren poner énfasis en las mujeres asesinadas, sobre todo, por sus parejas o exparejas, lo que en el Estado español la Ley Integral (2004) tipifica como violencia de género.
Y si este agosto está siendo insufrible, también lo fue el mes de agosto de 2014 con ocho víctimas mortales (según datos Delegación del Gobierno para la Violencia de Género); así como, insufrible es cada año, mes y día en que una mujer es asesinadapor su pareja o expareja (en el Estado español 789 mujeres desde 2003), basta ya, no se puede vivir con esto, ni se puede girar la cara y seguir haciendo como si no pasara nada, cada mujer asesinada es yo, tú, ella, nosotras, vosotras, ellas, basta ya, basta ya…
Pero aunque los homicidios de las mujeres por parte de sus parejas o exparejas son una de las expresiones más brutales, la violencia de género no sólo consiste en los asesinatos de las mujeres y sus hijas e hijos, también forman parte de este tipo de violencia todos los demás malos tratos físicos (palizas, empujones, quemaduras, etc., etc., etc.), psíquicos (devaluarlas, insultarlas, amenazarlas, etc., etc., etc.) y aunque también se produce con mucha frecuencia, la Ley Integral no contempla los malos tratos o abusos económicos (no dejarlas ser autónomas económicamente, apropiarse de su patrimonio, no pasarles las pensiones de alimentos, etc., etc., etc. ).
Pero la violencia contra las mujeres es mucho más la violencia de género y de mayor trascendencia que cualquier tipo de terrorismo, puesto que afecta a más de la mitad de la humanidad. Con el término terrorismo machista el movimiento feminista pretende hacer entender a la sociedad en general y a los poderes públicos en particular la trascendencia del tema y que la vida de las mujeres es igual de valiosa que la de otros sujetos asesinados, que con su muerte han convertido otros tipos de terrorismo en cuestión de Estado, la muerte de las mujeres no es menos importante, por lo que también tiene que ser una cuestión de Estado.
Y porque efectivamente debe serlo, puesto que se trata de unaasuntode derechos humanos, de los derechos humanos de más de la mitad de la población. A estas alturas y aunque se trata de un fenómeno muy complejo, ya hemos entendido que lo que el patriarcado pretende o el objetivo de la violencia contra las mujeres es apropiarse de su cuerpo (la violencia sexual es un muy buen ejemplo de ello), trabajo (casi todo el no remunerado está realizado por las mujeres) y descendencia (ahí estaría casi la base del patriarcado, apropiándose de las mujeres se apropian de sus hijas e hijos). Y con más violencia cuando más resistencia por parte de las mismas encuentra.
En muchas ocasiones la violencia simbólica hace prácticamente todo el trabajo y consigue que tanto a las mujeres como a los hombres les parezca normal la subordinación de las mujeres (ser inferiores, ser ciudadanas de segunda, asumir el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que las aterroricen, las humillen, e inclusos que las agredan físicamente, hasta llegar a dejarlas con lesiones físicas y psíquicas irreversibles, etc., etc., etc.) y algunos hombres sigan los dictados de la cultura más machista delpégale todos los días porque si tú no sabes por qué, ella sí; para mí o para nadie y porque era mía la maté... La violencia contra las mujeres es un problema social trascendental y la sociedad en general y los poderes públicos en particular tienen que empezar a estar a la altura, a la altura de lo que las mujeres necesitan y merecen. Las mujeres necesitan y merecen una vida libre de violencias, se trata de una cuestión de derechos humanos, pero también de justicia social.
Por ello, los poderes públicos tienen que asegurar que la igualdad de género empiece a ser de hecho real y efectiva desde todos y cada uno de los ámbitos de la sociedad, contundentes en la ejecución de las penas a los maltratadores, en el cese de los recortes en temas de igualdad y violencia de género, en la implementación de todos los medios y recursos necesarios para la prevención y tratamiento integral de la violencia contra las mujeres y que, la violencia contra las mujeres en general y la violencia de género en particular sea considerada una cuestión de Estado. De ese Estado que tiene la obligación de cumplir la normativa internacional y estatal sobre igualdad de género y violencia contra las mujeres. La dignidad, la salud y la vida de las mujeres está en juego, por ello vamos a salir a la calle el 7 de noviembre.
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