Los controles policiales vuelven al entorno de la Lonja para reducir el tráfico
“Prohibido el paso excepto para taxis, bicicletas, carga y descarga, acceso al parking del Mercat Central y a la calle Ercilla”.
Así reza una señal de grandes dimensiones instalada en la avenida María Cristina con calle Calabazas, justo donde comienza la actuación provisional que desarrolló la Concejalía de Movilidad de Valencia hace poco más de un año para reducir el tráfico en el entorno de la Lonja y de la Iglesia de los Santos Juanes.
Con esta medida se pretendía desviar el grueso de los vehículos con destino a la avenida Baron de Cárcer por la calle Calabazas.
Sin embargo, siguen siendo muchos los conductores que, quizás por despiste o por falta de costumbre, obvian la señal y acceden a la zona restringida.
La Policía Local ya realizó controles informativos meses después de implantarse las restricciones, aunque en ese momento los agentes se instalaban en el cruce con la calle Calabazas para desviar a los vehículos no autorizados.
Posteriormente, se llegaron a poner algunas sanciones, aunque tras las quejas suscitadas se paralizaron hasta que el Ayuntamiento finalizara el proceso de tramitación de las tarjetas de residentes en las zonas peatonalizadas.
Ahora, los controles policiales han vuelto y lo han hecho para quedarse, tal y como ha comprobado in situ eldiariocv.es. Los agentes se instalan en la calle Vieja de la Paja y sancionan a los que no están autorizados.
Una de las denunciadas se ha quejado amargamente por la medida: “He pasado muchas veces por aquí y nunca había tenido problemas hasta ahora que me han multado con 90 euros; al menos podían ponerse al inicio de la avenida María Cristina para disuadir e informar antes de sancionar porque esto parece una medida totalmente recaudatoria”, ha lamentado.