Parir en soledad, pero con vídeo en directo para la pareja, la medida de la conselleria contra la COVID-19 que indigna a madres y matronas

“Es un mazazo, no esperaba un parto en solitario”. Celia López es una ilicitana embarazada de 38 semanas que se enteró hace unos días de la recién creada orden de la Conselleria de Sanidad de prohibir el acompañamiento de las parejas durante la dilatación y el parto; una medida “excepcional” que da un paso más a la política restrictiva del régimen de visitas hospitalarias y que se enmarca en la posible “situación de riesgo de contagio” de coronavirus que puede existir “para la madre, para el recién nacido, para la pareja o para el propio personal que desarrolla su labor asistencial”, señala la Generalitat Valenciana en la directriz.

Como Celia, la indignación se ha extendido entre las futuras madres y también entre las matronas. “No comparto esta medida porque no hay evidencia científica que avale esta decisión de la conselleria”, señala Montse Angulo, comadrona y vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Alicante.

Como este órgano colegiado, numerosas asociaciones han puesto el grito en el cielo contra la directriz de Sanidad. El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova), la Asociación Española de Matronas, el Sindicato de Técnicos de Enfermería o la Associació de Comares de la Comunitat Valenciana son solo algunas de ellas. Estas última ha promovido una recogida de firmas en Change.org que lleva casi 20.000 apoyos para que la valenciana y otras comunidades como la extremeña o la andaluza den marcha atrás a esta medida.

Esta prohibición, independientemente de si es la mujer gestante es portadora de COVID-19 o no, “va en contra de toda la bibliografía publicada por los diferentes organismos e instituciones sanitarias”, denuncian desde la asociación de matronas valencianas. “No solamente es un documento no avalado por organismos e instituciones sanitarias, sino que va en contra de toda la evidencia científica disponible hasta la fecha”, insisten en un comunicado.

“Una institución sanitaria seria como es la Conselleria de Sanitat debería basar sus protocolos en afirmaciones avaladas por la ciencia, no en base al miedo y al desconocimiento. Deseamos sean capaces de reflexionar y, si es necesario, retractarse o modificar su escrito”, apuntan.

Desde este -como otros colectivos críticos- también se echa en cara al gobierno valenciano que adopten esta decisión sin haber garantizado previamente las medidas de protección contra el virus para el personal sanitario. “También queremos añadir que nos parece paradójico que, en vez de basar todos sus esfuerzos en asegurar que todos y todas las profesionales sanitarias podamos disponer de los medios de protección adecuados, opten por lo que creemos que es ‘una salida fácil’: dejar a las mujeres solas en un momento único y crucial para sus vidas y las de sus hijos o hijas”.

La asociación valenciana de matronas ha mostrado su preocupación al Síndic de Greuges por las “enormes consecuencias, a corto y largo plazo”, que el no acompañamiento puede tener sobre las mujeres, “lo cual estamos seguras que no han tenido en cuenta”.

Al escrito dirigido a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, de esta asociación, hay que sumar el de Cecova y la Asociación Española de Matronas, la cual califica de “inaceptable” y “contradictoria” la medida del Consell por ir en contra de “derechos consagrados que ni siquiera esta nueva situación lo puede justificar ya que son mayores los beneficios del acompañamiento que los posibles riesgos de contagio. Y decimos posibles, porque tomando las medidas higiénicas de prevención indicadas es bastante improbable el temido contagio. Además, hay suficiente evidencia científica de los mencionados beneficios para la madre y el hijo que disfrutan de acompañamiento durante el parto”.

Cecova también pone el acento en las secuelas que podría traer esta orden. Hablan de “daño psicoemocional que eso conlleva de cara a un proceso de embarazo, parto y puerperio”, y las consecuencias que ello tiene: “partos pretérmino, complicaciones maternofetales, depresión posparto, falta de creación del vínculo, fracaso de lactancias maternas, entre otras, con la consiguiente repercusión en la crianza y bienestar del recién nacido”.

Respuesta de conselleria

La Conselleria de Sanidad ha insistido este lunes en que “la situación de riesgo” existe. “No es que no puedan estar en estos dos momentos, sí que se han establecido medios de comunicación para que en todo momento pueda estar la mujer embarazada acompañada en el siguiente sentido”, explican.

“En primer lugar, se le permite al acompañante durante la estancia en la planta estar en la habitación y en el momento en que se va la mujer a la sala de dilatación o al parto, podrá permanecer en la habitación todo el tiempo hasta que se le dé el alta a la mujer, es decir, que va a estar acompañando a la mujer durante todo el día que permanezca hospitalizada”.

El protocolo establece que la mujer gestante que va a dar a luz en un hospital identificará a un portavoz familiar. Le va a notificar el número de teléfono móvil, para que el equipo asistencial pueda establecer contacto con esa persona en cualquier momento del proceso asistencial. Durante el periodo de dilatación la mujer va a poder disponer de un dispositivo smart para comunicarse con su pareja o con el portavoz familiar “siempre que las condiciones del entorno evidentemente permitan la suficiente intimidad y si la disposición del personal lo permite se activará una vídeo conexión en directo mediante un dispositivo smart interconectado con el dispositivo del portavoz familiar para que pueda presenciar algunos momentos de los procesos el de dilatación o el del nacimiento y en cualquier caso tras el nacimiento se conectará con la persona portavoz portadora del dispositivo para poder hacerle llegar las imágenes del recién nacido”.