Guindos apunta que el informe del BCE sobre el impuesto a la banca “no es vinculante” y “busca ayudar”
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha subrayado este viernes que el dictamen de la institución sobre el impuesto temporal a la banca que se está tramitando en España, publicado ayer, “busca ayudar” al Gobierno y ha recordado que no es vinculante. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ironizado sobre “las ganas de ayudar de ”De Guindos“ al recordar que ”es bien conocido por la política española“ por haber sido en el pasado ministro de Economía del Gobierno del Partido Popular, artífice del rescate al sector financiero y previamente responsable de Lehman Brothers.
“Nuestra opinión trata de ayudar a los gobiernos y eso a menudo la gente lo olvida. No es vinculante”, ha recordado Guindos durante su intervención en la 11ª edición de la conferencia 'Energy Prospectives', organizada por el IESE y la Fundación Naturgy, donde también ha señalado la polarización de la opinión pública en España.
El exministro del PP ha subrayado que se trata de algo que el BCE ha hecho en ocasiones anteriores en el pasado con otros Estados de la eurozona que planeaban introducir impuestos a la banca. Guindos ha explicado que en el proceso para producir su opinión el BCE ha incorporado un panel con representantes de muchas áreas diferentes, incluyendo economía, política monetaria, supervisión o estabilidad financiera, además de contar con la colaboración del banco central nacional, teniendo en cuenta opiniones emitidas previamente y las características específicas del caso.
El presidente del Gobierno ha señalado sobre el dictamen: “Evidentemente tomamos nota y estudiaremos el informe, pero el Gobierno continúa con su hoja de ruta de crear este importante impuesto. Sobre todo, porque a la luz de los datos que hemos conocido de los beneficios y los dividendos que está dando el sector financiero como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria, creo que está justificado que arrimen el hombro un poquito durante estos tiempos tan difíciles que están atravesando los españoles y las españolas”.
Por su parte, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se ha mostrado este viernes “sorprendido” ante la advertencia del BCE y ha considerado “bastante paradójico” que una institución que está subiendo los tipos de interés para suavizar el crédito lance un aviso como éste en el contexto actual.
“Me parece sorprendente. No es la primera vez que emite un informe de estas características. Lo deben tener de copia y pega de otros momentos, en contextos distintos (...) Será un tipo de informe normalizado que tienen de otras veces que han contestado a esto y lo han puesto ahí, sin tener en cuenta que, vista la coyuntura actual, resulta un poco sorprendente esa afirmación”, ha señalado el ministro.
Escrivá, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha pedido “rebajar muchísimo el estatus” de este informe del BCE, pues entiende que son recomendaciones y consideraciones de carácter general. “En ningún caso entiendo que el BCE quiera interferir en la legitimidad de un Gobierno de regular estos temas”, ha opinado. De hecho, el ministro, que trabajó en el BCE durante unos años, ha subrayado que la emisión de este tipo de informes no es una actividad central de la institución, sino secundaria.
“Hay que poner en su justo término lo que significa un informe como éste (...) No es su actividad central, es una parte secundaria y rutinaria. El Tratado le da esta función, pero no entra en el proceso central de toma de decisiones”, ha apuntado.
“La política fiscal no es nuestro trabajo”
“La política fiscal no es nuestro trabajo pero tiene potenciales consecuencias en la solvencia de la banca, el crecimiento del crédito y las condiciones de financiación”, ha añadido Guindos.
En cualquier caso, ha subrayado que la introducción del impuesto y su diseño “será una decisión democrática”, tomada por el Parlamento español, por lo que el ángulo del BCE “es para ayudar”. “Podrán seguirla o no porque no es vinculante”, ha apostillado.
Guindos, que ha participado en un debate junto al Nobel de Economía Christopher Pissarides, ha señalado que los gobiernos “deberían desmantelar las barreras regulatorias” para permitir el despliegue de las renovables, cuya expansión “beneficiaría la estabilidad de precios” en la Eurozona.
También ha insistido en que las medidas fiscales para contener la subida de precios de la energía “se concentren en los grupos vulnerables”. De lo contrario, se ponen en marcha “para todo el mundo, para ricos, para pobres, y no va a ser barato”, se elimina la señal de precios y se puede obstaculizar la transición energética, ha afirmado.
Guindos ha reconocido que el organismo ha “infraestimado la inflación en el último año y medio” y ha “cometido errores como todo el mundo” al valorar la magnitud de esta crisis de precios derivada de la crisis energética por la guerra en Ucrania.
Ha recalcado que es fundamental “no perder credibilidad” para evitar una espiral de subidas de precios y salarios. Como “visión personal” ha apuntado que va a haber un “muy bajo crecimiento” en los próximos meses, con la posibilidad de una recesión técnica desde este trimestre y una inflación que en la primera mitad 2023 será de media del 6-7%, “extremadamente alta”.
“Si no fuéramos capaces de drenar la inflación el panorama para el crecimiento sería peor”, por su efecto de erosión en el poder de compra de los hogares.
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