Otros cuatro fallecidos por COVID-19 en residencias y Euskadi admite “cierta preocupación” por la mortalidad
El balance semanal de las diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa arroja cuatro decesos más de internos con COVID-19 en sus redes de residencias, tres en centros vizcaínos y uno en uno guipuzcoano. Según las estimaciones de este periódico, ello eleva a 1.230 los fallecimientos totales en la pandemia en estos recursos. Son el 17,85% de las 6.887 defunciones registradas en el conjunto de la sociedad desde febrero de 2020.
De ellas, según los datos oficiales actualizados a 26 de mayo, 1.806 se han producido en lo que va de año -casi las mismas sin cerrar mayo que en todo 2021- y ello llega después de que el primer trimestre de 2022 haya sido el período con más defunciones relacionadas con el coronavirus de toda la pandemia. Así las cosas, este martes el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, ha admitido a preguntas de los medios de comunicación “cierta preocupación” por el “incremento de fallecimientos”, particularmente entre “personas de edad avanzada con otros problemas de salud”. Ha expresado, sin muchos más detalles, que es voluntad del Departamento de Salud “ver si es posible detectar cuáles son esas causas que hacen a estas personas más vulnerables”.
Esta semana la incidencia ha caído en las residencias, donde los casos activos bajan a 152. Zupiria, de hecho, ha recalcado que en Euskadi es un “dato positivo que se esté produciendo una estabilización en hospitales y en UCI y un descenso de los casos sintomáticos” de COVID-19 aunque nunca se ha confirmado oficialmente que se estuviera produciendo una nueva oleada, que sería el octavo pico que ha registrado la comunidad autónoma tras el primero, los de verano y noviembre de 2020, los que siguieron a la Navidad y a la Semana Santa en 2021, el del verano pasado y el más reciente causado por la gran explosión de la variante ómicron del Sars-Cov-2 en Navidad.
La caída de positivos es especialmente significativa en los centros de Gipuzkoa, donde únicamente hay 18 positivos activos tras una semana con solamente 12 nuevos contagios identificados frente a 62 recuperaciones. A ellos se le suman 16 profesionales de baja por COVID-19. Los brotes son ocho (nueve si se tienen en cuenta los centros con personal afectado). Las residencias con más mayores infectados tienen cuatro casos, cuando hasta hace poco era usual que hubiese focos de veinte o más positivos. El único fallecimiento de la semana en Gipuzkoa se ha registrado en el centro de Sanitas en Miramón, en Donostia. En el último medio año -desde la llegada de ómicron- la letalidad en residencias es del 2,13%.
En Álava los casos suben ligeramente de 38 a 36 tras una semana con unos 27 positivos frente a 25 recuperaciones pero no se han producido decesos y los gerocultores de baja pasan de 38 a 25. Hay cinco personas mayores hospitalizadas, según el parte oficial, y el resto o tienen síntomas leves o están completamente asintomáticas. Los dos brotes más importantes de Euskadi de los que hay constancia están en Álava, con once casos cada uno. Son el centro La Barbacana de Laguardia y la vivienda Los Molinos de Vitoria, que es de titularidad municipal.
En el caso de Bizkaia, los casos activos bajan del centenar entre los residentes, en concreto a 96 repartidos en 18 brotes. A ellos se le suman otros 93 profesionales de baja bien por ser positivos o bien contactos estrechos. Se han registrado tres muertes en las dos últimas semanas, aunque no se especifica el centro de procedencia de los difuntos. Según explican fuentes forales, el de este martes ha sido el último parte sobre la evolución de la COVID-19 en las residencias de Bizkaia. Desde mayo ya se había sustituido el reporte semanal por uno quincenal.
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