Sobre las 13.00 horas de este viernes, último día de la campaña electoral, en el centro de Vitoria EH Bildu ha instalado un pequeño punto de reparto de propaganda y papeletas a escasos metros de la sede del PNV, donde también había una mesa y banderolas para atraer la atención de los paseantes de la Virgen Blanca. Sobre las 18.00 horas, en ese mismo punto, mientras tomaba la palabra la candidata abertzale Rocío Vitero, lo que repartía el PNV era chocolate a la taza y globos a los niños. El PNV ha convertido a EH Bildu en su gran rival en estas elecciones, también en Vitoria, donde las encuestas muestran un margen de diferencia muy corto también con PSE-EE y PP. “Observo que de cada tres palabras que dice el PNV dos son dedicadas a EH Bildu. Eso denota, probablemente, algún nerviosismo”, explicaba en la entrevista con este periódico Maddalen Iriarte, gran apuesta política en estos comicios de la coalición abertzale y que salta de ser jefa de la oposición a Iñigo Urkullu a aspirante a la Diputación de Gipuzkoa.
Esta formación, cuando se llamaba Bildu, ya gobernó allí entre 2011 y 2015. Y Andoni Ortuzar, presidente del PNV, se ha encargado de repetir por tierra, mar y aire que aquellos años fueron nefastos, a su juicio. “¿Qué dicen los hechos de [EH] Bildu, por ejemplo? Los hechos dicen que gobernaron la Diputación de Gipuzkoa y dejaron el territorio lleno de problemas. Las basuras en las calles, las residencias, el transporte público, la convivencia, ... Cosa que tocaron, cosa que rompieron. ¡Vaya manitas! Son los Pepe Gotera y Otilio de la política vasca [...]. La sociedad les echó porque no saben gobernar. Les echaron por malos. [...]. Dejaron Gipuzkoa al borde de la quiebra. Por eso ni Gipuzkoa ni ningún otro lugar pueden volver a manos de [EH] Bildu. Porque con [EH] Bildu vuelven los problemas, vuelve el lío, vuelve la bronca”, ha manifestado esta campaña. Pero también han empleado argumentos similares el lehendakari, Iñigo Urkullu, o los candidatos Beatriz Artolazabal, Ramiro González, Eider Mendoza o Eneko Goia. Una frase de la primera, que tiene en el aire la victoria en Vitoria para la que se la sacó del Gobierno vasco, resume todos los discursos: “EH Bildu es la izquierda abertzale de siempre”. En Bizkaia, en cambio, la posición del PNV es holgada y la única duda tanto en las Juntas Generales como en el Ayuntamiento de Bilbao es si Elixabete Etxanobe y Juan María Aburto tendrán o no mayoría absoluta.
Cuando en el inicio de la campaña la presencia de exterroristas de ETA en las listas electorales puso el foco en EH Bildu, en la coalición mosqueó especialmente que el PNV se sumase a las críticas como habían hecho PP o Vox. También ha sorprendido que se haya abierto un debate -Ortuzar incluido- sobre los ingresos y el patrimonio del diputado Oskar Matute. Del lado contrario, los nacionalistas reprochan a los abertzales “intimidación, acoso o insultos” con ejemplos como el de la reguetonera Kai Nakai, un vídeo -del que se ha desvinculado EH Bildu- sobre la actividad como artista de un candidato en Álava -al que han rendido un homenaje en Bilbao- y hasta una agresión a jóvenes de EGI, la cantera peneuvista.
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¿Fake news?
Arnaldo Otegi contestó: “Desgraciadamente, nos quedamos muy cortos y esta campaña electoral ha traspasado todas las líneas rojas. Han traído a Euskal Herria lo peor de la política española. Eso empobrece política y culturalmente a nuestro país. La crítica política no se puede hacer creando y utilizando 'fake news' y la crispación política. ¿Por qué lo hacen? Porque EH Bildu es un espacio para el reencuentro, porque es un espacio plural. Porque EH Bildu es un ámbito con principios. Porque nosotros ponemos al país por delante del partido. Porque nosotros tenemos responsabilidad con este país. Porque nosotros apostamos por el debate político vestido. Este país necesita soluciones. Frente al barro y las mentiras, proponemos soluciones y liderazgos positivos para que la política pueda funcionar”. Ortuzar ha sugerido sin decirlo que “traspasar las líneas rojas” fue dar cobertura a ETA.
Ya antes de la campaña, el catedrático de la UPV/EHU y experto analista de la política vasca Juanjo Álvarez, manifestó a este periódico que le resultaba llamativo que, en los mensajes electorales, fuese EH Bildu, la oposición en Euskadi, la que “trata de no pisar callos y de no confrontar”. “Parece, sin embargo, que es el partido de Gobierno el que intenta promover o provocar un debate que encienda al electorado. Es algo bastante inédito”, concluía en referencia al PNV. En la campaña, EH Bildu ha intentado dosificar los anuncios de referentes de la izquierda pero no estrictamente independentistas que han anunciado el voto a la coalición. Son, por este orden, Nagua Alba, exlíder de Podemos en Euskadi, Gemma Zabaleta, exconsejera socialista del Gobierno de Patxi López, Manuel Díaz de Rábago, magistrado amenazado por ETA, y Javier Madrazo, exlíder de Ezker Batua (la marca vasca de IU) y exconsejero del Gobierno de Juan José Ibarretxe.
Al margen del debate sobre ETA o la pugna feroz entre PNV y EH Bildu, en la campaña han ocurrido algunas cosas. Hace unos días entró en la cárcel el primero de los excargos del PNV condenados por corrupción en el marco del 'caso De Miguel', Xabier Sánchez Robles. Se ha producido un asesinato machista en Orio, en Gipuzkoa, que no alteró en exceso los tiempos del engranaje de los partidos con la excepción de que Urkullu dio los primeros datos oficiales en un mitin de su partido en Basauri. Ha habido una doble huelga en la Sanidad pública coincidiendo con la campaña pero también con el cuadragésimo aniversario de Osakidetza, aunque de nuevo el lehendakari trató de contrarrestarla con el anuncio de que avanza el nuevo hospital de Tolosa, cuya comarca es la única sin un centro público de referencia. Ha habido también más movilizaciones, como el inédito colectivo de ertzainas “asindicales”. Y ha entrado en vigor la ley estatal de Vivienda, por ejemplo.
Y hay competiciones deportivas. Particularmente el PNV está recurriendo a decenas de metáforas ciclísticas en sus discursos ante la cercanía de la salida vasca del Tour de Francia. También hay bicicletas en sus vídeos promocionales. Pero no se han olvidado del fútbol. El PNV ha apoyado a la Real Sociedad y al Eibar en Gipuzkoa, Aburto ha recibido de manos del Athletic la insignia de oro del club y, en Álava, Ramiro González quiere llenar de votos las urnas pero también de goles la portería de la UD Las Palmas, ya que el Deportivo Alavés se juega el ascenso a Primera División. “Gora Alavés!”, ha gritado Artolazabal para cerrar su último discurso en campaña.
El PNV ha admitido errores de gestión. Lo ha hecho en Donostia o en Vitoria con el tráfico o el BEI. Y teme también que la baja participación lastren sus resultados. “Es comprensible el malestar emocional por la pandemia, también por nuestros fallos propios. Las protestas y peticiones las entendemos. Somos capaces de darles respuestas. '¿Para qué votar?'. Puede pensar alguien. 'Total, va a ganar el PNV'. Eso no es así. Hago un llamamiento claro al voto. Algunos pueden pensar en el voto de castigo. Pero los votos de castigos tendrán un efecto negativo”, ha dicho este viernes en Donostia el lehendakari. Por la tarde, ha recalcado que es un partido que sabe mirarse al espejo y hacer autocrítica.
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El PSE-EE insiste en que no es cosa de dos
En el PSE-EE, Eneko Andueza lleva tiempo intentando sacar la cabeza y repite la idea de que Euskadi no es cosa de dos, que hay vida más allá de PNV y EH Bildu. Los socialistas tienen entre ceja y ceja Vitoria. Hace cuatro años superaron en seis puntos a las encuestas con Maider Etxebarria, entonces nueva candidata. Ahora confían en que, cuatro años después, sea alcaldesa. Manejan encuestas en esa dirección. “Y veo una especial ilusión en Santurtzi, Trapaga o Muskiz. Sé que tendremos un resultado extraordinario en Sestao y Barakaldo es un reto. Creo que podemos ganar en varios de ellos y tener las alcaldías. Tengo esa esperanza y seguiremos trabajando para que esa zona se tiña de rojo”, dijo también en Onda Vasca. Eibar y Ermua son feudos consolidados, como también Irún, la segunda ciudad de Gipuzkoa, donde José Antonio Santos lleva ganadas seis elecciones. Andueza se ha mostrado quejoso también de que la coalición de PNV y PSE-EE solamente funcione en una dirección, cuando el que lidera es el partido de Ortuzar. “Allá donde los socialistas gobernamos no contamos con el PNV como aliado. Se dedica a destruir y a poner palos en las ruedas porque está constantemente con su calculadora electoral”, señaló en la misma entrevista. No ha escatimado en críticas a su socio, como la realizada en el cierre de campaña a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
El PSE-EE arrancó la campaña con José Luis Rodríguez Zapatero en Vitoria y Pedro Sánchez acudió también a esta ciudad casi nada más llegar desde el encuentro con Joe Biden en la Casa Blanca. Ambos mítines son un indicador de en qué cesta quiere poner los huevos esta formación. También su cierre en Euskadi se ha organizado en la capital vasca. El PSE-EE gobernó en Vitoria de 2007 a 2011 pero el entonces alcalde, Patxi Lazcoz, no ha aparecido en la campaña.
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Sí lo ha hecho su predecesor del PP, Alfonso Alonso. Tres años después de su abrupta salida como candidato a lehendakari y presidente del partido en Euskadi, ha regresado para apoyar a la candidata local, Ainhoa Domaica, y persuadido por Iñaki Oyarzábal. Acudió también al único acto de Alberto Núñez Feijóo, ubicado en Vitoria igualmente porque los 'populares' aspiran a recuperar el que fue su feudo. El PP ha tenido dos campañas. Por un lado, en Vitoria ha querido exhibir experiencia de gestión y propuestas de “cambio” al actual Gobierno de PNV y PSE-EE. Pero, por otro lado, particularmente en Bizkaia se han abrazado al argumentario general consistente en insinuar que ETA sigue viva y en las instituciones. Así quedó constatado con la visita de Isabel Díaz Ayuso y con la de José María Aznar, ambas a Bilbao, y en la que Carlos Iturgaiz pronunció discursos igual de duros que ellos. También pasó por allí Esperanza Aguirre. En medio, Mikel Lezama intenta sacar la cabeza en Gipuzkoa apelando a acuerdos con todo el mundo -sin excluir a EH Bildu- sin son positivos para la ciudadanía. “Aquí estamos a otra cosa”, ha afirmado sobre ese tipo de mensajes.
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La coalición Elkarrekin tuvo su momento álgido con la visita de Yolanda Díaz, que eligió Donostia. Significativamente, aquél fue el acto central de la campaña de la confluencia de Podemos, IU, Berdeak Equo y Alianza Verde y no las visitas de los dos referencias más visibles de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero. Díaz apareció abrazada a la coordinadora vasca del partido morado, Pilar Garrido, y todas las formaciones de este conglomerado reman a favor del proyecto de Sumar que tantas reticencias suscita en otros ámbitos en Podemos. Elkarrekin aspira a mantener su presencia institucional y a retener influencia en ciertos ámbitos como Irún, Galdakao o Durango, aunque aquí han roto con sus socios locales Herriaren Eskubidea. En Pasaia también hay candidatura dividida de Podemos y de IU.
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Por lo demás, los grupos independientes se han esforzado en sacar la cabeza con campañas 'low cost' aunque son decisivos e incluso primera fuerza en algunos lugares de Euskadi. Ciudadanos ha tenido dos semanas de perfil muy bajo. Solamente participa en las municipales de Vitoria, Bilbao y Donostia y no en las forales, donde se requieren candidatos autóctonos. Vox no tiene ninguna presencia institucional en el ámbito local y su gran posibilidad es lograr un escaño en las Juntas Generales de Álava.
Por otro lado, según informa Europa Press, los nuevos ayuntamientos elegidos este domingo se constituirán el 17 de junio. Asimismo, Por su parte, las Juntas Generales de Álava se constituirán el 16 de junio, las de Bizkaia el 19 y las de Gipuzkoa el 21. Finalmente, la elección de diputados generales serán el 29 de junio (Bizkaia), el 30 de junio (Gipuzkoa) y el 6 de julio (Álava).
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