El Gobierno de Urkullu se esfuerza por triplicado en cerrar la crisis en la Sanidad pública

El Gobierno vasco se ha empeñado políticamente en este final de 2022 en dar por zanjada la crisis sanitaria abierta a principios de diciembre en la OSI Donostialdea tras la destitución de la gerente y de la directora médica de esa organización que engloba al hospital Donostia y a los centros de salud de la capital de Gipuzkoa, Itziar Pérez e Idoia Gurrutxaga, lo que motivó tres dimisiones y, sobre todo, la rebelión de 42 de los 47 jefes de servicio del hospital donostiarra. Si ya lo intentó el pasado viernes, en el Parlamento Vasco y por siete veces, donde logró calmar en buena medida las peticiones de dimisión de la cúpula política de Salud por este motivo, este lunes lo ha hecho por triplicado. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado en EiTB que no hay “recortes” ni “privatizaciones” en la Sanidad pública. La consejera, Gotzone Sagardui, de nuevo en la Cámara, ha insistido en que los cambios en el equipo de Donostia responde a falta de confianza, no a una voluntad de quitar servicios en esa comarca sanitaria. Y la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez Esquerdo, se ha desplazado al Donostia a reunirse con los jefes que se levantaron en armas.

“Siempre se puede hacer autocrítica”, ha expuesto en euskera Urkullu en su entrevista, emitida para Euskadi Irratia y ETB 1. Pero enmarca el lehendakari la crisis en Osakidetza en el “tensionamiento” de todos los servicios sanitarios de “en Europa y en España”. Y ha apelado a la “confianza” de la ciudadanía porque “la atención sanitaria está garantizada” y porque el compromiso político con la Sanidad es total habiendo subido de 3.200 a 4.600 el presupuesto en los diez años que lleva en Ajuria Enea. “No se plantean recortes. No se privatiza nada”, ha enfatizado. Incluso ha cuestionado recientes encuestas, como el Deustobarómetro, que apuntan a una creciente preocupación ciudadana por la atención médica. “Hay otras”, ha recalcado. El PNV suele esgrimir otra que sitúa Osakidetza como el mejor servicio autonómico en España.

En la Cámara, ha comparecido Sagardui. Después de las preguntas e interpelaciones del viernes en la sesión de control, la última de 2022, la titular de Salud ha comparecido ante la comisión del ramo, un foro que permite debates más largos y pausados. Ha insistido en que no hay “vaciamiento” del hospital Donostia, como se les acusaba. Ha puesto como ejemplo el debate sobre el cáncer peritoneal. Ha explicado que la técnica se mantendrá allí en casos vinculados a cáncer de colon y que se harán en Cruces procesos vinculados con patologías ováricas. Asimismo, ha recordado que las nuevas instalaciones de protonterapia -que responden, por cierto, a donaciones de Amancio Ortega- irán a Donostia. Sobre las destituciones, se ha limitado a repetir que las dos personas separadas de sus cargos no estaban alineadas con los planes estratégicos para Osakidetza.

En cuanto a la oposición, Laura Garrido, de PP+Cs, ha resumido el sentir de los presentes: “Es bastante frustrante. Sigue sin ofrecernos respuestas. No entendemos dónde radica el problema”. Jon Hernández, de Elkarrekin Podemos-IU, y Rebeka Ubera, de EH Bildu, han recordado que los problemas en Osakidetza van más allá de la OSI Donostialdea. “Tenemos muchos conflictos. Si esto no se arregla la cadena será interminable. Basurto, Bidasoa, el PAC de San Martín, las urgencias de Vitoria, el centro de transfusiones, el conflicto de la limpieza, ...”, ha enumerado Ubera. Vox ha considerado “manifiestamente insuficiente” la dación de cuentas del Ejecutivo. Desde el PSE-EE, socio de Gobierno del PNV, ha pedido al PNV “transparencia” y “diálogo”, que se busquen “consensos” para evitar incendios como el conocido en las últimas semanas. “Nos alegramos de la apertura de una vía de diálogo”, le ha dicho a Sagardui Ekain Rico.