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PNV y EH Bildu aceleran por separado el pulso soberanista en un Aberri Eguna de confrontación electoral

Urkullu, con la presidenta del Parlamento y otros cargos del PNV, este domingo en Bilbao

Iker Rioja Andueza

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El Aberri Eguna o día de la patria vasca ha acelerado, como cada año en el Domingo de Resurrección, el pulso soberanista vasco. Y este 2023, además, en puertas de unas elecciones. Las dos grandes fuerzas nacionalistas, PNV y EH Bildu, ya sin el corsé de las restricciones por la COVID-19, han realizado actos políticos con sus bases en Bilbao y en Pamplona. El PNV, más institucional con Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu, mantiene en su discurso las apelaciones a la patria, a la libertad, al derecho a decidir y a dotar de un nuevo estatus a “Euskadi” -aunque Urkullu también ha empleado “Euskal Herria” Ortuzar no lo ha hecho-, pero continúa más cómodo desde el 'procés' catalán en un argumentario de denuncia de la recentralización, de demanda de nuevas competencias pendientes desde hace cuatro décadas y en la defensa de los grandes acuerdos y pactos -incluso con el Estado, como recoge el manifiesto- ante cualquier proceso que se inicie. EH Bildu, por el contrario, apela directamente al “Estado vasco”, a “una república de libres e iguales”.

El acto del PNV ha estado muy marcado por la próxima cita electoral. No lo han ocultado. “El 28 de mayo tiene que volver a ser Aberri Eguna. Movilización, movilización, movilización”, ha clamado Andoni Ortuzar, que ha insistido en que el PNV es el modelo de abertzale “auténtico” frente a una EH Bildu que no ha mencionado con su nombre pero sí implícitamente. “Cuando se acercan las elecciones, suele haber ejercicios de transformismo de partidos y coaliciones. Meten en el armario el palestino y cambian el flequillo cortado a motosierra para ponerse chaquetas de diseño. Pero son los de la mani aunque se vistan de Armani”, ha ironizado el líder del PNV. Ante los aplausos a su comentario se ha atrevido con un chiste. “¿Sabéis lo que hacen las vacas cuando cierran los ojos? ¡Leche concentrada!”, ha bromeado.

Y ha aprovechado la broma -él mismo ha admitido que muy mala y ha añadido que la inteligencia artificial nunca sustituirá la “autenticidad” en política- para pedir “concentración” a sus bases a 50 días de las elecciones municipales y forales. “Hay que ponerse el kaiku”, ha apelado con su chaqueta con una insignia de la ikurriña puesta pese al calor de esta Semana Santa en Euskadi. Según Ortuzar, con más representantes de su partido en todas las instituciones se dará otro paso en la construcción de la nación vasca. “Un escalón más”, ha afirmado. También ha dedicado buena parte de su intervención -con más tramos en castellano que en euskera- a recalcar el alma europeísta del PNV. Una bandera azul estrellada acompañaba a la ikurriña en el escenario. Ha criticado que mientras la España democrática y republicana de 1933 seguía con ensoñaciones imperalistas y colonialistas su partido ya miraba “al norte” y no “al sur” con un Aberri Eguna bajo el lema “Euzkadi-Europa”.

Urkullu -que sí ha utilizado más el euskera que el castellano y que ha resaltado el papel del idioma en el patriotismo- ha incluido muchas referencias a los “siete territorios” vascos y también a la necesidad de que Euskadi sea percibida como nación en el exterior. En lo institucional, ha explicado sus gestiones en foros internacionales, singularmente las relacionadas con el impulso del eje atlántico. Pero ha recordado que será mucho más útil llenar de ikurriñas las carreteras vascas cuando el Tour de Francia salga desde Bilbao. “Tendremos en julio un escaparate sin par para, a través de las ikurriñas, mostrar al mundo quiénes somos, qué somos y qué queremos ser. ¡Saquemos las ikurriñas para dar la bienvenida al Tour! ¡Demos fuelle a nuestra patria! ¡Somos vascos! Gora Euzko Alderdi Jeltzalea! Gora Euskadi askatuta!”, ha clamado el lehendakari, casi con la voz rota al final de su intervención.

El PNV ha colmado la Plaza Nueva de Bilbao con su acto. Bajo una carpa, en el escenario estaban no solamente Urkullu y Ortuzar sino también los miembros del Euzkadi Buru Batzar, los consejeros del Gobierno vasco -salvo los socialistas-, otros cargos institucionales... y algunos candidatos de cara a la cita con las urnas de mayo. Entre el público, en la primera fila, se ha dejado ver el lehendakari José Antonio Ardanza, que se ha tenido que agachar cuando unos dantzaris han ondeado una gran ikurriña, ya que casi le han golpeado con la bandera. Una pancarta de EGI, la cantera del PNV, sí pedía claramente la independencia. Otra carpa, esta vez en el Arenal, servirá para la tradicional comida popular del Aberri Eguna.

EH Bildu, en Navarra

EH Bildu ha escogido este 2023 el lema 'Maite dugun herria' para el Aberri Eguna, que se podría traducir como 'El país que queremos'. El formato de su celebración en Pamplona ha incluido una manifestación desde los cines Golem hasta el parque de Antoniutti, que recuerda a quien el Vaticano enviara como emisario a la España de 1937 para entrevistarse con Francisco Franco. Con la ikurriña también se ha exhibido la bandera de Navarra.

Que es un Aberri Eguna preelectoral lo ha indicado que la pancarta de la marcha la portaban candidatos como Maddalen Iriarte, Joseba Asiron, Iker Casanova o Rocío Vitero. Tras ellos se podían leer unas letras que conformaban la palabra “Libre”, con un claro significado en los dos idiomas oficiales. Los discursos los han ofrecido el líder de la coalición de Sortu, EA, Alternatiba e independientes, Arnaldo Otegi, y el presidente del Sinn Féin, Declan Kearney -estos días se cumplen 25 años de los denominados 'Acuerdos de Viernes Santo' que pusieron fin al conflicto norirlandés y ha abogado por la “unidad” de su isla y, entre aplausos, por la “liberación” de los presos de ETA-, pero también la nueva candidata en Navarra este mayo, Laura Aznal.

En los parlamentos, solamente han coincidido con el PNV en que presentan a las elecciones candidatos “jatorrak” y en bromear que la jornada soleada ha puesto a sus militantes “cara al sol”. Aznal, que ha sido presentada como “la próxima presidenta de Navarra”, ha afirmado que Pamplona es la “capital histórica” de Euskal Herria y ha sido aplaudida entre gritos de 'Independentzia!' de los asistentes. “¡Con esta fuerza imparable, en estas elecciones vamos a por todas!”, ha asegurado también.

Otegi, de su lado, ha dicho que él “pone voz a un pueblo”. El “independentismo de izquierdas” es el “bloque de la esperanza y de la complicidad con las clases populares”, ha añadido antes de pedir “frentes amplios” con “acuerdos de mínimos” para caminar hacia la soberanía. “Los vascos -ha concluido- no son ni franceses ni españoles- Somos vascos. Y punto”. También ha completado sus palabras Otegi con un mensaje: “No puede haber izquierda transformada en el Estado español si no respeta el carácter plurinacional de este Estado y el derecho de autodeterminación de los pueblos”. A Otegi se le notaba que había escuchado a Ortuzar por algunas referencias que ha hecho a “Bilbao”. Igualmente, ha llamado “presos políticos” a los condenados por el terrorismo de ETA.

Miembros de ERC, las CUP o BNG han participado como invitados de EH Bildu. Se han organizado igualmente actividades musicales o infantiles. En los últimos días, el entorno de la izquierda abertzale ha participado también en otras iniciativas. Ello ha incluido a EH Bai, su marca en Iparralde, o la convocatoria de Ernai en Elorrio para exhibir músculo juvenil ante la pujanza de organizaciones como GKS.

Una fecha no oficial y no unitaria

El Aberri Eguna no tiene una fecha fija y coincide siempre con el Domingo de Resurrección. Se celebró por vez primera en 1932, al calor de las libertades de la II República y tratando de emular las conmemoraciones nacionales gallegas (25 de julio) o catalanas (11 de septiembre). El PNV, aquel año, celebraba 50 años de una 'revelación' de los hermanos Luis y Sabino Arana sobre su verdadera patria, la vizcaína (luego, por extensión, la vasca) que se sitúa en el final de la Semana Santa, coincidiendo con la resurección de Jesucristo. Pero también se suele vincular al Easter Rising de 1916, un rebelión en Irlanda que inició un proceso de independencia que culminó en 1921-1922.

Tampoco es una celebración oficial como tal. No hay actos institucionales, aunque el lehendakari -salvo en tiempos de López- siempre ofrece un discurso en el acto del PNV. De hecho, la inexistencia de un día festivo en Euskadi es una excepción entre las comunidades autónomas tras el fallido intento del 25 de octubre durante la etapa de Patxi López. El hueco en el calendario sigue arrastrando polémicas hasta hoy. En 2022 fue festivo el 500 aniversario de la circunnavegación de Juan Sebastián Elcano y de cara a 2024 hay división en si hacer o no festivo el 8 de marzo.

Con la salvedad de 1979, el primer Aberri Eguna tras la aprobación de la Constitución, el PSOE no ha participado en la celebración. “Hay poderes que quieren dibujar una Euskadi sólo nacionalista, pero cada vez lo es menos”, ha declarado este domingo en 'El Correo' el líder del PSE-EE, Eneko Andueza. IU ha afirmado esta semana que se sumarían a una fecha “más laica” y han sugerido como posible día de consenso el 3 de diciembre, que es el día del euskera y, además, festivo en Navarra. En el caso de Podemos, en su corta trayectoria ha pasado de convocar actos públicos a quedarse en manifiestos y formatos de perfil más bajo. Así ha sido en 2023. Han enviado un vídeo con sus principales cargos y candidatos presentando como principal reto de “Euskadi” el preservar los servicios públicos. Las imágenes están grabadas en centros de Osakidetza, en colegios y en residencias, aunque también en la puerta de un Mercadona, de una oficina de Kutxabank o en zonas de expansión de energías renovables. En cuanto a la derecha, es tradición que el PP critique con dureza el componente nacionalista de la fecha.

Sin embargo, tampoco entre las fuerzas soberanistas es un acontecimiento unitario. Ahora bien, en vísperas del Aberri Eguna de 2023 ha emergido la iniciativa Batera ('de la mano'). Este sábado reunió en el palacio de Miramar de Donostia a representantes de PNV, EH Bildu o Podemos, así como a ELA, LAB y otros agentes sociales. En nombre de todos ellos, Estitxu Garay e Ibai Zabala leyeron un manifiesto en euskera y castellano apelando a la “unidad para acometer los retos futuros”, según informó Europa Press. “Es posible” esa celebración unitaria, ha valorado EH Bildu. El PNV, entre tanto, participó allí con la cabeza visible de su sector más soberanista, Joseba Egibar, aunque significativamente envió a sus líderes en Navarra, Unai Hualde, e Iparralde, Peio Etxeleku. “Aberri Eguna. Unos en Bilbo, otros en Iruña y la mayoría en su casa hasta que se tomen en serio hacerlo unitariamente”, ha resumido en Twitter el exconsejero vasco, exdiputado por PNV y EA y en la actualidad portavoz de la plataforma Sare Joseba Azkarraga.

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