Reales de vellón, vacas colgadas del edificio e industrialización: el Banco de Bilbao exhibe su historia
En 1874, durante el sitio de la ciudad, el edificio del Banco de Bilbao estaba fortificado y blindado para resistir ante el ataque de las tropas carlistas del pretendiente Carlos María de Borbón, y esa protección se llevó a cabo a través de la instalación de unas cuantas vacas que colgaban de las ventanas. Es una imagen que quedó plasmada para la posteridad gracias al retrato fotográfico que el francés Charles Monney trazó de una ciudad sumida en la contienda y que ahora ilustra una exposición organizada por el moderno BBVA, que aglutina al histórico Banco de Bilbao pero también al de Vizcaya y a Argentaria, en el Archivo Histórico de Euskadi con fondos tanto de su colección de arte como de su archivo histórico. El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, y Marta Alonso, directora de la Territorial Norte de BBVA en España, han escenificado este miércoles el convenio que se ha alcanzado para la cesión de alrededor de 1.200 cajas con fondos documentales empresariales, familiares e institucionales de la entidad financiera al Archivo Histórico de Euskadi.
Los fondos son muy variados, con casi cuatro centenares de unidades documentales procedentes del de la Compañía de Ferrocarriles de la Robla, doscientos del de Armamento de Aviación, cien del de Nivel Campó, pero también de muchos otros, entre los que se cuentan los de las familias Chávarri, Gandarias y Urrutia, el hotel Carlton y La Cellophane Española. “Los fondos son patrimonio del banco, sí, pero también de toda la sociedad vasca. Depositar un archivo privado en una entidad pública es un acto de generosidad”, ha subrayado Zupiria, que ha apuntado que todos estos materiales servirán para conocer mejor la historia y la sociedad. En la exposición se pueden ver billetes originales de cien reales de vellón que el Banco de Bilbao emitió en 1874. Tienen su origen en un periodo en el que el Banco de España permitió la diversificación de la emisión de papel moneda que se acabó precisamente ese año, cuando ya llevaba seis años en circulación la nueva y moderna divisa española: la peseta.
La exploración de los orígenes de los bancos y de la incipiente economía vizcaína conduce también al visitante de la exposición por las orillas de una ría del Nervión que fue mutando al son de la creciente industrialización; un plano de la ría esbozado en una fecha tan temprana como 1821 y la tinta sobre papel del pintor Tomás Muñoz sirven como espejo en el que apreciar esa gran transformación.
Desde el BBVA se destaca este nuevo paso como la manera de aunar en un único proyecto cultural el archivo histórico de la entidad financiera en Bizkaia, que es el primer archivo bancario privado de toda España, y también su colección, “una de las mejores del arte vasco”, en sus propias palabras. “El propósito de BBVA es poner al alcance de todos las oportunidades de transformación que nos da este tiempo. Siempre hemos mostrado un firme compromiso con la cultura y el conocimiento”, ha recalcado Marta Alonso. La exposición, que se puede visitar con guía los miércoles a las 17:30 y los sábados a las 12:00, se mantendrá de forma permanente en el edificio del Archivo Histórico de Euskadi —sito en la bilbaína calle de María Díaz de Haro, número 3— hasta mayo del año 2025. Durante la visita, que ha de concertarse con antelación, se pone a disposición de quienes se acerquen hasta el lugar una publicación gratuita escrita tanto en castellano como en euskera que ayuda a complementar el recorrido.
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