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La letra con música entra: la estrategia viral de un profesor de Lengua para motivar a sus alumnos

El profesor de Lengua, José Preciado, este lunes en el patio del instituto Santa Eulalia de Mérida

Santiago Manchado

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La sintaxis puede ser a la Lengua, lo que el álgebra a las Matemáticas: esenciales en ambas disciplinas pero, en ocasiones, su dificultad pueden llegar a provocar antipatía y rechazo a la hora de estudiarlas. Sin embargo, lejos del dicho 'La letra con sangre entra', un profesor de Mérida (Badajoz) ha encontrado la forma de motivar a sus alumnos con una estrategia que suma música (a ser posible, pop) y redes sociales. Y, además, se ha hecho viral.

José Preciado imparte Lengua y Literatura a los alumnos de 1º de Bachillerato del instituto Santa Eulalia de la capital extremeña y desde hace años usa en el examen de la segunda evaluación letras de canciones de los artistas con más éxito comercial del momento para hacer un análisis sintáctico.

Preciado ha usado frases de temas de Gabinete Caligari, Melendi, Vetusta Morla, Camela, Rosalía y C. Tangana. Pero este año dio la posibilidad a sus alumnos de que decidieran el artista del test y la elección fue Alizzz, cantante, compositor y productor de C.Tangana, por ejemplo. Así que ya estaba decidido: el examen, bautizado por el docente como 'Muerte por sintaxis', iba a contener 10 oraciones extraídas de las canciones del disco 'Tiene que haber algo más' de Alizzz. Se puede decir que los estudiantes conocían las preguntas de antemano, aunque los fallos restaban puntos. “He vivido más resurrecciones que muertes”, bromea el profesor.

1 punto por 1 retuit

El examen contenía un bonus: “El primer alumno que consiga que Alizzz haga RT a un mensaje suyo en Twitter referente a este examen, obtendrá un punto extra en la evaluación”, como puede verse en la prueba, que se ha viralizado en twitter porque el cantante no solo la ha compartido, sino que ha pedido al profesor que suba el punto extra a toda la clase.

Pero Preciado cree que eso es pedirle “prevaricar” y ha recordado al artista que su compromiso era subir el punto al alumno que consiguiera el retuit a un mensaje suyo sobre el examen, algo que no consta en la cuenta de Alizzz.

La conversación ya tiene más de 12.700 'me gusta' y muchos comentarios de los jóvenes interesados en subir la nota, de muchos ex alumnos que recuerdan a 'Pepe' y su 'Muerte por sintaxis' y de otros estudiantes que aplauden la iniciativa de Preciado.

Conseguir el bonus puede ser la parte más complicada de 'Muerte por sintaxis'. Después de tantos años, solo Camela ha retuiteado el mensaje de un estudiante que consiguió subir un punto. Se trata de una estrategia que, no obstante, también ha tenido cierto rechazo en las redes sociales por el hecho de “regalar un punto por una tontería”. Pero Preciado le resta importancia porque “esto se dice en un país en el que se regalan títulos y habilitaciones profesionales”.

Este profesor defiende su método porque “combina la diversión con la motivación y consigo que participen de la broma, se sienten protagonistas”. Según explica, cuando los alumnos saben de dónde voy a extraer las preguntas del examen se ponen a estudiar, “consigo que estudien”. Y, a juzgar por los resultados, la estrategia funciona. En uno de los tres grupos que ha hecho este examen, los aprobados han aumentado un 25% respecto al primer trimestre. Para conocer los resultados del resto habrá que esperar a que corrija todas las pruebas, pero, según se experiencia, los resultados mejorarán.

“No aprueban un B2 de español”

“Tú puedes intentar motivarlos, que se diviertan, pero si ellos no ven punta a lo que están haciendo y tampoco se la ven en su casa, esto no sirve para nada”, advierte Preciado, para quien el problema del sistema educativo es que “está diseñado para que los padres no tengan disgustos”. Por ello admite que, en general, el nivel está muy bajo y la solución la ve muy complicada. De hecho, asegura que en clase ha puesto exámenes de español para extranjeros y el nivel B2 de español “no lo aprueban”.

A su juicio, la educación todavía es un ascensor social, pero “los usuarios ya no confían en el ascenso y es que los alumnos de hoy están educados para ser ricos y no se dan cuenta de que la mayoría va a acabar en empleos de baja cualificación, mientras que las élites van a seguir llevando a sus hijos a los mejores colegios”. Preciado considera que “solo la Ley General de Educación (1970) se diseñó para que la clase media-baja pudiera llegar a la Universidad. Ahora la mayoría de alumnos que realiza el Bachillerato está esperando un milagro”.

Y mientras ese milagro llega, los alumnos de Bachillerato del instituto Santa Eulalia de Mérida esperan que su profesor de Lengua cambié de opinión y sume el punto extra a toda la clase.

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