La 'embajada' de la UE en un pequeño pueblo extremeño de 1.800 habitantes
Los principales desafíos a los que se enfrenta la Unión Europea no solo se discuten en Estrasburgo o Bruselas. Los jóvenes de 15 y 16 años de Ceclavín (Cáceres, 1.800 habitantes) también reflexionan en busca de soluciones a los retos actuales como la inmigración, la igualdad y el peligro de los extremismos y participan en la vida de las instituciones del continente.
El único instituto de Secundaria de esta localidad, a 77 kilómetros de la capital de provincia y a tan sólo 15 kilómetros de la frontera con Portugal, es desde hace cinco años una de las 'embajadas' más proactivas y dedicadas que tiene la Unión Europea, que, además, ha sido capaz de conseguir que todo un pueblo conozca qué es ser ciudadano europeo en su día a día, algo de lo que habían escuchado hablar pero que les sonaba ajeno y lejano, a pesar de su cercanía y convivencia con el país vecino.
El IESO “Cella Vinaria” participa desde hace cinco años en el programa 'Escuelas Embajadoras' del Parlamento Europeo, por el que ya han pasado 20.000 alumnos, tanto de ciudades como de pueblos de varias comunidades autónomas, como es el caso de Ceclavín, que después de la experiencia y los buenos resultados que ha obtenido se ha convertido en escuela mentora para las nuevas 'embajadas' que se adhieren al programa en cada edición.
'Hombres de negro'
El responsable de la implantación de 'Escuelas Embajadoras' en el instituto extremeño es José Manuel Galán, que asegura que ha supuesto una “apertura de mente total” para los alumnos pero también para sus familias, que se han dado cuenta de que “todos somos Europa y tenemos la oportunidad de participar”. Los adolescentes han pasado de considerar la Unión Europea como sinónimo de 'hombres de negro' y Europa como un lugar donde ir a hacer turismo a querer participar de forma activa en sus debates e iniciativas.
“Hemos intentado hacer ver que problemas como la inmigración, el racismo o la amenaza sobre la igualdad no son problemas locales, sino que la visión europeísta es importante”, y por este motivo, se han organizado debates y tertulias con los alumnos y sus familias para analizar “con sentido crítico” muchas decisiones del Parlamento Europeo, explica el profesor de Ceclavín.
Uno de los aspectos que más les ha costado entender es la “lentitud” de la burocracia europea, pero “ahora se han dado cuenta de que hay cosas que no pueden cambiarse de la noche a la mañana y que hay que trabajar mucho para que sea una realidad”. La forma más sencilla y cercana de entenderlo ha sido la eliminación del roaming europeo, y que ahora ha sido prorrogado durante diez años. Este ha sido siempre uno de los asuntos que más ha afectado a los ceclavineros porque la cercanía a Portugal, ya que sus dispositivos móviles se conectaban a la red del país vecino con cuantiosos gastos de itinerancia.
“En una esquina de Extremadura pero también somos Europa”
Pero como buenos embajadores, los alumnos han visitado a sus homólogos de otros países y han recibido sus visitas, en las que también han participado sus familias, sobre todo las madres, explica Galán. Esta implicación ha sido “fundamental” para el éxito del programa porque también han entendido que viven “en una esquina de Extremadura pero también somos Europa”. Aunque el balance va más allá porque el programa ha servido también para crear una “comunidad” en el pueblo con el instituto como referencia, lo que ha logrado mejorar el rendimiento académico de los alumnos.
Otras de las consecuencias ha sido valorar la importancia de los idiomas, puesto que mantienen contacto con los estudiantes de otros países, y el deseo de algunos alumnos por estudiar en el extranjero a través de los programas europeos como Erasmus. En este sentido, José Manuel Galán habla de la “migración positiva”, de la oportunidad de que los jóvenes conozcan la realidad europea en otros países y se formen para que después regresen a su pequeño pueblo de Extremadura para compartir todo lo aprendido.
Ahora el IESO “Cella Vinaria” se encuentra ante el reto de tutorizar a otros centros educativos sobre qué actividades realizar y qué lugares visitar para cumplir con los estándares y evaluaciones del Parlamento Europeo. En España, este curso 2021/2022 hay 115 escuelas embajadoras en todas las comunidades y la Ciudad Autónoma de Melilla y 42 mentoras, que son las que llevan más de tres años en funcionamiento.
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