Cuatro preguntas sin respuesta sobre el derrumbe de Martínez Campos 19
El siniestro que sobrecogió el corazón de Chamberí el 22 mayo, cuando siete plantas de un edificio en reforma se vinieron abajo desde dentro, está todavía lejos de esclarecerse. La investigación se acaba de iniciar y quedan todavía muchas preguntas por responder sobre el accidente que provocó el derrumbe hacia uno de sus patios interiores del edificio situado en el número 19 del paseo de Martínez Campos.
¿Cuál fue la causa del derrumbe?
Es la pregunta clave. El suceso lo está investigando la Fiscalía de oficio ante la gravedad del accidente laboral, que acabó con dos obreros fallecidos, sepultados bajo los escombros. De momento solo ha transcendido que una de las columnas se agrietó justo antes del colapso y que los obreros pudieron almacenar gran peso en las plantas superiores, aunque este último extremo ha sido negada rotundamente por la empresa que ejecutaba la obra.
El edificio fue construido en 1930 y la reforma incluía el mantenimiento de su fachada -cuenta con elementos protegidos- pero también la demolición de paredes interiores para crear estancias diáfanas, propias de los pisos de alto standing que se estaban construyendo.
Vecinos de los aledaños citados por El País se quejaron de que el edificio “vibraba” en los últimos días y que sus casas estuvieron sometidas a diversas oscilaciones, algo que podía estar motivado por el empleo de un martillo neumático propio de las demoliciones. Sin embargo, expertos consultados por ese periódico indican que si la estructura -compuesta por vigas de acero- se hubiera encontrado en buen estado no debería haber sucedido nada.
La obra contaba con todos los permisos necesarios, informó el Ayuntamiento a las pocas horas de producirse el siniestro. La licencia databa de finales de enero y había sido concedida a la empresa Martínez Residential, según información del área de Desarrollo Urbano Sostenible del ayuntamiento.
¿Quién tiene la responsabilidad del siniestro?
Lo dirimirá la investigación, aunque hay varias compañías implicadas. Por un lado está la propietaria del edificio: la empresa de famoso apellido Rockefeller Group, que adquirió el inmueble en 2017 a través de Europa Capital. Luego está la promotora de la obra, Richelieu Development, que contrató a la constructora Aldesa para encargarse de los trabajos. Esta, a su vez, subcontrató a varias compañías para el desarrollo de los trabajos, Tygma (a la que pertenecía uno de los obreros fallecidos) y al menos a otras dos empresas cuyos nombres no han trascendido.
Richelieu Development eligió la de Aldesa entre diez ofertas “por su experiencia en rehabilitaciones de edificios clásicos en el centro de Madrid”, explicó después del suceso.
De momento, lo único que es seguro es que la propiedad pagará la factura de los trabajos de demolición que está ejecutando el Ayuntamiento de Madrid -a través de su ejecutora, Ortiz- para asegurar el edificio, después de que haya sido declarado en ruina parcial.
¿Los dos fallecidos trabajaban legalmente en la obra?
Parece que uno de ellos sí. José María Sánchez Tejada, el obrero de 56 años y procedente de Malpartida de Cáceres, estaba contratado por Tygma y trabajaba en el mismo proyecto que su hermano cuando tuvo lugar el colapso. Donde hay más dudas es en el caso de la segunda víctima, Agustín Bello Moreno.
En un principio fuentes de la empresa Aldesa explicaron que el obrero, fontanero de profesión, estaba de visita en la obra invitado por su hermano (Roberto Bello), el encargado de los trabajos. Sin embargo, la alcaldesa Manuela Carmena puntualizó después de hallarse los cuerpos que esta persona era un trabajador más. La Fiscalía investiga cuál era su relación laboral real y si, como plantean otras hipótesis, podría estar recogiendo material de fontanería desechable aprovechando el desmontaje de las instalaciones.
Los sindicatos CCOO y UGT observan “elementos sospechosos” en los contratos de esta obra y también en prevención de riesgos laborales: “Si había algún visitante tendrán que demostrarlo”, explicaron la pasada semana.
¿Qué sucederá con el proyecto de construcción?
El derrumbe ha detenido los trabajos de construcción de 27 viviendas de lujo y tres plantas de aparcamientos en el subsuelo del terreno. De momento, la promotora Richelieu Departments ha eliminado toda la información que ofrecía sobre el futuro edificio en la página web donde comercializaba las casas: “Dado el trágico siniestro acaecido en el edificio de la calle General Martínez Campos 19, se ha suspendido cualquier actividad relacionada con este proyecto”, explica en su web.
En el caso de que siga adelante después de la investigación del suceso, será necesario cambiar parte del proyecto constructivo para reponer tanto las zonas derrumbadas como las que fueron retiradas por los trabajos de rescate.
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