El Padre Ángel niega el tráfico de drogas y la conflictividad en la Iglesia de San Antón
La tensión entre el Padre Ángel y los vecinos de Chueca por la Iglesia de San Antón no deja de crecer. Mientras los residentes apuntan que el templo se está convirtiendo en un espacio conflictivo donde se trafica con drogas, el Padre Ángel, responsable de San Antón, niega completamente esta situación.
El equipo del programa de Telemadrid Está Pasando recogía ayer el testimonio de vecinos y usuarios de San Antón y entrevistaba al propio Padre Ángel en directo para conocer su versión de los hechos.
Porque, a pesar de las medidas adoptadas como las cuadrillas de limpieza por los alrededores del templo, los vecinos señalan que los usuarios del templo aún continúan haciendo sus necesidades en la calle y tiran al suelo las latas y botellas de cerveza que beben en plena calle los usuarios de San Antón.
El responsable de Mensajeros de la Paz y director de San Antón asegura que “no es cierto que en estos últimos meses hayan meado en la calle” y que la Iglesia de San Antón “es un manso de paz” donde no hay ni conflictividad ni tráfico de drogas. “Sigo estando con mucha paz y sigo pidiendo que haya paz de verdad”, declaró el Padre Ángel.
El sacerdote también se mostró muy molesto hacia los testimonios que apuntan a la Iglesia de San Antón como un lugar de trapicheo y consumo de sustancias estupefacientes. “Eso de acusar y decir que esto es un lugar de drogas, un lugar de yonquis...”, declaró.
Preguntado por Inés Ballester, la presentadora del programa, sobre el perfil de los usuarios de San Antón, “personas con comportamientos a veces conflictivos”, el Padre Ángel finalmente reconoció que puede haber algunas personas que tengan “un comportamiento conflictivo”, pero negó que ninguno de ellos se dedique a traficar con drogas en la iglesia.
“Son gente que necesita que alguien les atienda, que alguien les de un poco de consuelo, poder sentarse en un banco de estos. Pero no es cierto que sea un lugar donde están los yonquis y la droga”, explicó el religioso.
Por su parte, Ballester le preguntó sobre el uso como albergue que está dando a la Iglesia de San Antón denunciado por los vecinos, que señalan “que estamos en una sociedad regulada, que la parroquia es un edificio protegido y que lo que usted tiene es un centro de acogida y no cumple con los requisitos para ser un centro de acogida. A veces con la buena intención no basta”.
Una realidad que el Padre Ángel negó también de manera rotunda. “No es un centro de acogida. Esto es un centro de oración y de acogida. Aquí no hay literas para dormir, aquí lo que hay es baños para que puedan ir a mear y unos voluntarios y cooperadores que les atienden día y noche”.
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