Pasacampus, encierros o clases en la calle: Madrid se llena de actos en una huelga contra la “asfixia” de las universidades
Madrid teme que sus universidades públicas acaben pareciéndose a un negocio privado. Este miércoles, la capital inicia una cadena de protestas, encierros, manifestaciones o clases impartidas a pie de calle para reclamar al Gobierno de Ayuso más inversión y menos “asfixia” económica. Para la huelga, capiteaneada por las seis universidades públicas –Complutense, Autónoma, Politécnica, Alcalá, Rey Juan Carlos y Carlos III–, se han convocado dos grandes manifestaciones entre este miércoles y el jueves, en las que se exigirá aumentar la financiación hasta alcanzar el 1% del PIB regional o dar marcha atrás a la LESUC, la futura ley universitaria de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades.
La primera concentración será el miércoles a las 15.30 horas frente a la sede de la Consejería, que dirige Emilio Viciana. La coordinadora de plataformas que representan a las seis universidades públicas, a la que se adhieren trabajadores y estudiantes de la Comunidad de Madrid, tratará de entregar por escrito una solicitud para entrar al proceso de negociación de la nueva Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia, que el Ejecutivo autonómico quiere aprobar próximamente en la Asamblea.
El jueves, a partir de las 18.00 horas, otra marcha saldrá desde Atocha hasta culminar en la Puerta del Sol, esta vez frente a la Real Casa de Correos que acoge la sede del Gobierno de Ayuso. La Comunidad de Madrid ha fijado servicios mínimos esenciales como es habitual durante las huelgas, que en este caso contarán con directores, decanos o trabajadores encargados de la apertura y el mantenimiento de los centros universitarios. Entretanto, la ciudad se llenará de piquetes, pasacalles o encierros universitarios para dar apoyo a las protestas.
Asimismo, la plataforma de universidades públicas preparará otra manifestación el próximo jueves, 4 de diciembre, frente a la Asamblea de Madrid. Ese día se debaten las enmiendas a la totalidad que los grupos políticos presentan al proyecto de presupuestos regionales. El Ejecutivo de Ayuso ha anunciado que subirá los fondos para universidades en un 6,5%, cifra que supone pasar del 0,44% al 0,46% del PIB (Producto Interior Bruto) de la Comunidad. Un porcentaje que no llega ni a la mitad del 1% de las cuentas autonómicas, como propone la ley estatal.
Miércoles: piquetes, talleres y clase en la Plaza de Pedro Zerolo
La huelga de universidades públicas arranca el 26 de noviembre con un primer objetivo: que Ayuso reconozca a las plataformas convocantes como un agente negociador más en la elaboración de un nuevo marco normativo. Antes de reclamarlo por escrito frente al departamento de Viciana habrá piquetes desde primera hora de la mañana. Desde las 8.30 horas del miércoles habrá acciones de protesta para bloquear el acceso a los centros universitarios y se organizarán 'pasacampus', que recorrerán los campus e informarán sobre las convocatorias y manifestaciones.
Los piquetes se repartirán por distintos puntos de la ciudad entre el miércoles y el jueves, aunque cada universidad ha convocado los suyos. La UCM, una de las más golpeadas a nivel financiero –recientemente solicitó un préstamo de 34,5 millones de euros para hacer frente a su déficit–, ha organizado acciones en paradas como Moncloa o Somosaguas (en este último caso solo el día 26) y también en la Plaza de las Ciencas, la de Menéndez Pelayo o en el Metro de Ciudad Universitaria, donde a las 10.00 horas habrá otro pasacampus.
A las 11.30 se organizará un taller de pancartas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM, la Universidad Autónoma de Madrid; y ya al mediodía, a partir de las 12.00, se impartirán clases de Semiótica Social, Trabajo Social y Discapacidad en la Plaza de Pedro Zerolo, así como otras “microclases” colectivas por parte de profesores en una iniciativa denominada La uni en la calle.
En el caso de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), a las 13.30 horas habrá otra concentración en el rectorado debido a suspensión de trenes de Cercanías en las líneas C-2, C-7 C-8 y Civis entre San Fernando de Henares y Azuqueca. Un día antes de iniciar la huelga, este mismo martes, también está previsto un encierro en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense para elaborar materiales que exhibir en las manifestaciones. Además de la comunidad universitaria, las concentraciones están respaldadas por los sindicatos CCOO, UGT, CGT o CNT.
Jueves: una Gran Marcha por la Pública hasta el Reina Sofía
El jueves, segundo día de protesta, se repetirán los piquetes y pasacampus desde las 8.30 horas. A las 11.30 tendrá lugar la Gran Marcha por la Pública, un recorrido a pie desde el Rectorado de la UCM hasta llegar a la Plaza del Reina Sofía. En este punto volverán las clases a pie de calle entre las 12.00 y las 14.00 horas, esta vez centradas en materias como Física, Filosofía del Derecho, Comunicación Audiovisual o Ciencias de la Educación y organizadas desde la URJC (Universidad Rey Juan Carlos), la UPM (Universidad Politécnica de Madrid), la UAM o la Complutense.
En paralelo, también a las 12.00 habrá otro pasacampus de la Universidad Carlos III de Madrid en el campus de Humanidades, Comunicación y Documentación, ubicado en Getafe. A las 18.00 horas saldrá la manifestación principal desde Atocha, hasta acabar en la Puerta del Sol y frente a la sede del Gobierno regional.
Los Consejos de Estudiantes de las universidades públicas han mostrado su apoyo unánime a la huelga. De hecho, destacan que este es el primer paro académico en la historia de la Complutense, la Autónoma o la Rey Juan Carlos en el que se permitirá al alumnado ejercer su derecho interrumpiendo la actividad académica. En otras palabras: no se podrá evaluar la ausencia de asistencia ni puntuar los trabajos con fecha de entrega para ese día, según ha anunciado la agrupación estudiantil en un comunicado.
Servicios mínimos para controlar el acceso en universidades
La Comunidad de Madrid sí ha fijado servicios mínimos para la huelga. Según la orden publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), los gerentes o administradores de las facultades, centros y edificios deberán garantizar la apertura del centro al comienzo de la jornada y permanecer en ellos en ejercicio de sus funciones. Para ello deberán expresar nominativamente qué personas de la plantilla se quedarán prestando esos servicios mínimos, ya sea por voluntad de los trabajadores o bien mediante sorteo.
Hay variaciones según cada centro. En el caso de la Universidad Complutense de Madrid, deberán tener operativos a sus gerentes o administradores y dos personas para abrir y cerrar sus facultades, una en turno de mañana y otra de tarde. En la Unidad de Control de Seguridad deberá mantenerse el director de cada centro junto con 17 vigilantes en total: cinco para el turno de mañana, cinco en el de tarde y siete durante la noche en coordinación con el jefe de equipo.
La Universidad Politécnica de Madrid mantendrá durante las jornadas de huelga a trabajadores en los accesos a los edificios del Rectorado, uno de mañana y otro de tarde. Para las escuelas y facultades se mantendrá a sus directores y decanos, al administración de los accesos y un trabajador por la mañana más otro durante la tarde. La excepción serán las Escuelas Técnicas Superiores de Ingeniería (ETSI) Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas y de Montes, Forestal y del Medio Natural, donde se han fijado dos empleados por turno.
Por su parte, la Universidad de Alcalá contará con un miembro del equipo rectoral y otro del Decanato, así como representantes de la dirección de cada centro. Quedará un conserje por edificio, tanto para la apertura como el cierre, y un director para los servicios informáticos. Algunos campus tendrán un operario multifunción y un técnico del Área de Animalario.
La Universidad Autónoma de Madrid mantendrá al director de la unidad de control de acceso. Para las facultades, la Escuela Politécnica Superior o los edificios de la UAM quedarán los administradores o gerentes y otra persona que abra y cierre las instalaciones. En el Servicio de Salud Laboral se mantendrá un médico y un enfermero; en el Gabinete Veterinario, quedarán el responsable del servicio y otro trabajador.
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