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Asociaciones de Tetuán denuncian ante el Ayuntamiento la demolición irregular del neomudéjar de Bravo Murillo 315

La rejería de los balcones a restaurar abandonada entre los escombros. Según los vecinos, también han entrado chatarreros a la obra

Luis de la Cruz

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El pasado viernes, 21 de abril, explicábamos por qué, pese a la moratoria de derribos de edificios pertenecientes al neomudéjar popular en Madrid –y a la próxima protección de 321 de ellos– el icónico edificio de la calle Bravo Murillo 315 había sido derribado. Aunque conviene leer la noticia para conocer los detalles en toda su extensión, podría resumirse en que el listado de edificios a conservar excluía a los que tenían licencias de demolición en vigor, como era el caso de este inmueble desde hace años.

Sin embargo, la acción del Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán y la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán en la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural (CPPHAN) consiguió que la empresa constructora tuviera que cambiar el proyecto para incluir en el mismo la reconstrucción de la fachada neomudéjar popular con la mayor parte de los materiales originales posibles.

El proyecto que finalmente pasó el último trámite para llevar a cabo la demolición y la posterior construcción de un edificio de viviendas incluía, concretamente, la recuperación de elementos originales como los ornamentos en las jambas y en los machones tomados directamente de la planta baja, la recuperación del taqueado de remate bajo la línea de balcones, aparejos de la línea de imposta de la cornisa, o las guarniciones de los balcones y las barandillas de rejería. La intención era reutilizar “la mayor parte del ladrillo”.

La brusquedad con la que se estaba llevando a cabo la demolición hizo temer lo peor a vecinos y asociaciones de Tetuán y, tristemente, el resultado parece darles la razón.

Trabajadores del contiguo Centro de Especialidades José Marvá han confirmado lo que el edificio se tiró “sin conservar un ladrillo”. Según explicaban a la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán, “se echaron los escombros con la pala sobre la rejería y se permitió la entrada a chatarreros al solar”. Lo que no se han llevado los profesionales de la chatarra permanece aún entre los escombros, como puede comprobarse asomándose al recinto.

A la vista del despropósito, el Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán y la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán han presentado un escrito denunciando los hechos ante el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid. “Solicitamos por tanto una inspección urgente para comprobar cómo se ha realizado la demolición incumpliendo, a nuestro juicio, lo establecido en la licencia y que se obligue a la empresa constructora a realizar todas las operaciones necesarias para su eficaz cumplimiento”, explican.

El mayor de los males está hecho, en opinión del grupo de vecinos y expertos, que vienen luchando desde 2021 por la conservación de la vivienda obrera de ladrillo de la periferia madrileña. Sin embargo, consideran que queda velar porque el proyecto de reconstrucción se lleve a cabo de la mejor forma posible y las empresas implicadas asuman las consecuencias de una destrucción que entienden innecesaria, que atenta contra el patrimonio madrileño y la propia legalidad de la licencia.

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