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Oskar Matute, candidato de EH Bildu por Bizkaia: “Si el PSOE 'coquetea' con el PP no van a contar con EH Bildu, ni nos planteamos esa hipótesis”

Oskar Matute

Maialen Ferreira

Con Alternatiba -partido integrado a EH Bildu, que lidera desde 2009-, Oskar Matute (Barakaldo, 1972) ha sido miembro del Parlamento Vasco y del Congreso de los Diputados. Antes de eso, también fue parlamentario por Ezker Batua (Izquierda Unida) y fue uno de los insumisos que hace ya 30 años plantaron cara al sistema y dijeron “no” a la mili. Ahora, Matute, repite como cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Bizkaia en las próximas elecciones del 10N. 

No se muerde la lengua al hablar de temas como el auge de la ultraderecha o Cataluña. Sobre lo primero, asegura “si quieren taza, tendrán taza y media” argumentando que en Euskadi y Navarra no hay sitio para sus políticas “autoritarias”. Sobre lo segundo, acepta que los disturbios en Barcelona “han quemado contenedores y mobiliario urbano”, pero añade que es “absolutamente cierto que ha habido una violencia policial inusitada y descontrolada”, y es ahí donde entra la “responsabilidad” del Estado español. No tiene dudas acerca del papel de su partido en las elecciones: “Si el PSOE 'coquetea' con el PP no van a contar con EH Bildu, ni EH Bildu va a perder un segundo de su tiempo en plantearse esa hipótesis. Queremos tener delante a alguien que haga una propuesta política de gobierno diferente a la que las derechas nos ofrecen”.

La semana pasada el escaparate de la redacción de Pikara Magazine, aquí en Bilbao, amaneció con pintadas de la ultra derecha, a lo que el barrio respondió con graffitis en contra de los mensajes fascistas. ¿Qué busccan acosando a los medios de comunicación o a personas como Irantzu Varela?amaneció con pintadas de la ultra derecha, a lo que el barrio respondió con graffitis en contra de los mensajes fascistas

La ultraderecha ha salido del armario. Ha aprovechado el clima de involución democrática y de rebrote del autoritarismo que en el Estado se está dando para exhibir sus credenciales. Y su credencial siempre ha sido la persecución de la disidencia y del progreso. Atacando a Pikara Magazine o a Irantzu Varela ponen de manifiesto al menos dos cuestiones. Una, que les molesta el feminismo porque les pone frente al espejo, porque la ultraderecha defiende un modelo que sigue haciendo de las mujeres sujetos dependientes y subsidiarios de sus necesidades y de sus caprichos. Es decir, machismo puro y duro. Y otra, que también les atacan porque temen la información, ellos solo pueden avanzar en sociedades desinformadas y en sociedades no formadas.

¿Este auge de la extrema derecha puede afectar al voto vasco?

Desde luego aquí no vamos a votar con miedo a la extrema derecha. A la extrema derecha lo que hay que hacer es plantarle cara. Lo que hay que hacer es decirle que ni uno solo de los barrios ni de los pueblos de Euskal Herria va a ser ni su decorado ni su espacio para su suspensión. Y eso hay que hacerlo activando el voto en sentido contrario a lo que desea la extrema derecha. Si lo que plantean son sociedades dóciles y aborregadas, lo que hay que hacer es que cientos de miles de ovejas negras vayan a votar y que les digan que si no quieren taza, pues taza y media, que este es un pueblo con identidad y que esa identidad tiene mucho que ver con valores como la solidaridad, la justicia y la igualdad. Justo lo que ellos no quieren.

Justamente Bizkaia está viviendo una ola de movilizaciones, como por ejemplo los jóvenes que luchan contra la precarización, los trabajadores en huelga como en el sector del metal, en la concertada, los polideportivos...los jóvenes que luchan contra la precarizaciónel sector del metalla concertadapolideportivos

Que la gente joven y la clase trabajadora se movilice para defender sus derechos es un síntoma de salud democrática de toda una sociedad. Pone en evidencia que el oasis vasco y que, el modelo económico en el que vivimos, tanto en Euskal Herria como en el Estado español e incluso en Europa, no es capaz de dar respuesta a una necesidad básica, que es la de tener dignidad en nuestras vidas. Que los jóvenes salgan a denunciar el papel de las casas de apuestas me parece muy acertado, porque creo son la nueva heroína del siglo XXI. Es positivo también que los trabajadores defiendan condiciones salariales dignas, porque la riqueza no ha dejado de aumentar, pero cada vez se concentra en menos manos, mientras que quienes la generan, que son los trabajadores y las trabajadoras ven como su capacidad de consumo y de ahorro, se merma sustancialmente. Las condiciones laborales derivadas de esta reforma laboral y de todas las anteriores lo único que hacen es denigrar las condiciones de vida de la gente y lo normal es que protesten. Es más, yo me preocuparía si ante todo lo que nos están haciendo nadie alzara la voz.

En abril, en Álava, EH Bildu consiguió arrebatar al PP el escaño. ¿Tras la marcha de Maroto a Sotosalvos volverá a pasar?

Nosotros lo vamos a intentar. Lo hemos dicho por activa y por pasiva. Dijimos en las elecciones del 28 de abril que haríamos todo cuanto estuviera en nuestra mano para frenar a las derechas. Y lo conseguimos, dado que PP, Ciudadanos y Vox sacaron la magnífica cifra de cero diputados y diputadas entre los tres. Vamos a intentarlo otra vez en Araba, pero además, porque creemos que Iñaki Ruiz de Pinedo es una voz imprescindible en el Congreso los Diputados para que se conozca otra Araba. Araba ha cambiado mucho en las últimas décadas, también sociológicamente hablando, como para que tenga que seguir arrastrando esos clichés de ciudad o provincia reaccionaria y conservadora. Pondremos toda la carne en el asador para volver a dar un disgusto al Partido Popular y a quien se tercie, y ya lamentamos el daño colateral que podemos causar si conseguimos otro objetivo, que es que el Partido Popular no saque representación en Araba. Si Algún dirigente o alguna dirigente se vuelve empadronar en algún otro pueblo, pues lo sentimos por la gente de ese pueblo y les decimos desde aquí que no era nuestra intención fastidiarles la vida a nadie, pero que nuestro objetivo es que Araba tenga voces justas y dignas.

Eva Blanco ya es secretaria general de EA pero los críticos aún mantienen sus espadas en alto. ¿Qué opina acerca de la crisis que ha vivido el partido?

La historia de EH Bildu no se entiende sin el papel que ocupa EA ha desarrollado, como no se entendería sin el papel de Alternatiba o no se entendería sin el papel de los independientes que luego conformaron Sortu y, por tanto, el de Aralar, en su momento, las patas fundadoras de Euskal Herria Bildu. Yo espero y deseo que las diferencias que tienen encuentren cauce y solución porque yo creo que en EH Bildu tenemos muy interiorizado que la derecha se une por intereses y que la izquierda tiene capaz de unirse en la defensa de ideales y que cuanto más unidos estemos, más fuertes somos.

¿Cuáles son las líneas estratégicas de EH Bildu en el Congreso?

No han variado. Nosotros vamos a Madrid con una lectura muy clara. Creemos que el Estado español está en un proceso de contrarreforma que que nos arrastra hacia una involución democrática y un auge del autoritarismo y de la represión, Cataluña es un ejemplo muy claro. Y frente a eso que es de alguna manera la deriva del régimen del 78, Euskal Herria Bildu tiene una posición muy clara de confrontación. Vamos a ir a Madrid a defender el derecho de nuestro pueblo a decidir libre y democráticamente lo que quiere ser. Nos da igual que la señora Calvo diga que no podemos decir la palabra autodeterminación porque no es legal, porque la tendrá que oír tantas veces como tengamos la posibilidad de subir al estrado o coger un micrófono. En segundo lugar, vamos a defender soluciones políticas, pacíficas y democráticas para los problemas que tiene nuestra sociedad, la vasca, como lo tendrá la catalana o la gallega. Y también vamos a defender los intereses de los vascos y las vascas, de todos y todas, porque por desgracia, en Madrid se toman muchas decisiones que afectan a la vida de los ciudadanos, de las ciudadanas vascas. Desde el Estado español avanzan hacia una recentralización y nuestra labor es denunciarlo y decirles que no estamos dispuestos a formar parte de esta involución democrática.

¿EH Bildu quiere ocupar el espacio de influencia del PNV en Madrid?

No. Yo creo que en la política vasca, como en todas, lo que sobra es el paternalismo. Nosotros representamos a la izquierda soberanista independentista vasca. Es más, representamos a la expresión de izquierdas más potente en Euskal Herria en términos cuantitativos y cualitativos. A partir de ahí, queremos que esa expresión política, que tiene mucho peso en nuestro país, esté representada en Madrid y que lo esté con la fuerza política con la que se identifica la izquierda soberanista independentista vasca. Esa es nuestra pretensión. Cuando defendemos eso creemos que es lo bueno para todos y todas, nos voten o no.

EH Bildu ha hecho los deberes, ha hecho algo que en política parece que raro, que es cumplir lo que dijo. Dijimos que no seríamos un obstáculo para la formación de un gobierno que pudiera desterrar a las derechas del Gobierno. Y no lo fuimos. Cumplimos nuestra palabra. Jamás fuimos un obstáculo. Otra cosa es que quienes tenían que haber conformado su gobierno han sido incapaces de alcanzar un acuerdo y, por tanto, su incapacidad ha provocado una nueva oportunidad para las derechas. Si está en nuestra mano parar agendas de involución y de autoritarismo lo haremos, aunque se haga con formaciones políticas que nos merecen poca confianza, pero lo hacemos por una cuestión de autodefensa para nuestra sociedad. Vamos a señalar que desde el soberanismo se pueden construir sociedades democráticas, pero que desde la persecución del soberanismo lo único que se consigue son sociedades más autoritarias. Que votar nunca puede ser un delito y lo que tendría que ser delito es no permitir votar.

¿Y no teme dar su apoyo al PSOE y que termine “coqueteando” con acuerdos con el PP?

Si el PSOE “coquetea” con el PP no van a contar con EH Bildu, ni EH Bildu va a perder un segundo de su tiempo en plantearse esa hipótesis. Nosotros decimos “queremos tener delante nuestro a alguien que haga una propuesta política de gobierno diferente a la que las derechas nos ofrecen”. Si alguien quiere hacer algo diferente a la derecha, estaremos dispuestos a escucharlo. Si quien no siendo derecha se plantea a hacer lo mismo que la derecha para contentar a los mercados o al Ibex 35, nos tendrá en frente. Nosotros no tenemos la pretensión de entrar a ningún gobierno. Es más, creemos que para defender los intereses de la sociedad vasca no imprescindible estar en ningún gobierno.

¿Considera que la sentencia del procés y las distintas respuestas de la sociedad catalana ante ésta, suponen un antes y un después para la política española?

Vivimos en el tiempo de la era digital, pero parece que hemos retrocedido al blanco y negro de los televisores. Las imágenes que nos ha ofrecido la realidad de la actualidad política, sobre todo en Cataluña, tienen mucho que ver con un Estado que, frente al desbordamiento democrático, no tiene más respuesta que la represión. Y lo hace por tierra, mar y aire. Lo hace ahogando económicamente, amenazando a empresas para que salgan de un territorio, lo hace políticamente, aplicando el 155 para vaciar de competencias a cualquier territorio que disienta, -porque ahora es Cataluña pero puede ser cualquiera- y lo hace por vía judicial. La judicial con un proceso absolutamente condicionado de principio a fin, donde incluso plantean que la desobediencia civil sea un delito castigado con penas de cárcel que jamás hubiéramos imaginado. El Estado español tiene graves dificultades para conseguir la homologación de demócrata cuando hace cosas como estas y nuestra labor es denunciarlo y proponer y en la propuesta está la declaración firmada con el conjunto del soberanismo catalán, con el soberanismo gallego y representando soberanismo vasco, EH Bildu, ofrece un programa de mínimos, que es una propuesta política no sólo de respuesta, sino de construcción de una realidad diferente a la que el Estado español tiene proyectada para nosotros y nosotras ya vemos que no es nada halagüeña, a tenor de lo que hemos podido ver en Barcelona, con actuaciones policiales fuera de control y con una violencia inusitada y además parece que de gratis por parte de los aparatos del Estado.

Sobre esa declaración, el PNV se desmarcó porque, en su opinión, “carecía de espíritu constructivo”. ¿Qué opina al respecto?

La declaración tiene varios puntos que lo que hacen es una lectura de lo que está pasando en el Estado español: involución democrática, autoritarismo, retroceso en derechos y libertades políticas, económicas plegadas al servicio, los intereses económicos y por tanto, alejadas de las necesidades de las sociedades. Y lo que hace luego es una propuesta que tiene que ver con el derecho de autodeterminación, con la situación de los presos y presas catalanas. Tiene que ver también con los derechos y libertades, con la agenda al servicio de políticas económicas y sociales, al servicio a las mayorías. Al PNV le diría que si echan en falta cosas no tenemos ningún problema en sentarnos a ver qué cosas se pueden implementar y qué cosas se pueden añadir, porque creo que de lo que pone no estará el PNV en desacuerdo. No sólo el PNV, incluso Podemos. Yo invitaría a la gente de Podemos a que leyera la declaración y a que me señalen qué está en desacuerdo, porque yo creo que nada de lo que pone difiere en gran medida de cosas que yo les he oído a dirigentes de Podemos.

Grande-Marlaska ha llegado a comparar la violencia de Cataluña con la que hubo en el País Vasco. ¿Qué opina al respecto?

Marlaska no es un halcón a la hora de ver las violencias, porque viendo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le ha afeado su conducta en seis ocasiones por no haber visto evidencias de tortura en detenidos que estaban bajo su tutela judicial. Si esa es su capacidad de percepción de las cosas, pues no se puede decir que tenga un ojo de halcón. Por tanto, que él haga esas comparaciones no deberían de tener mucho recorrido porque no se le caracteriza por tener una visión excelente cuando se trata de ver violencias. Pero creo que es más que un desliz porque hay una lógica y es intentar proyectar hacia fuera una determinada realidad que no es cierta. ¿Que ha habido disturbios en Barcelona? Es verdad. ¿Que se han quemado contenedores y mobiliario urbano? Es verdad. ¿Que ha habido una violencia policial inusitada y descontrolada? Es verdad. ¿Que ha habido gente que ha perdido ojos y tiene heridas graves por la violencia policial inusitada? Es absolutamente cierto y esa violencia tiene jefes y tiene gente que puede hacer que cese. Y yo creo que ahí el Estado español tiene una responsabilidad, pero lo que quiere hacer es poner el foco en otro lugar.

¿Considera que la sentencia del Caso Altsasu, teniendo en cuenta que gran parte de la población navarra se ha mostrado contraria, puede beneficiar en las próximas elecciones a Bel Pozueta?teniendo en cuenta que gran parte de la población navarra se ha mostrado contraria

Yo creo que a lo que Bel Pozueta le beneficiaría sería tener a su hijo en casa, porque cada minuto que cualquiera de los chavales de Altsasu ha pasado en la cárcel es un insulto a Altsasu, es una advertencia al conjunto de la sociedad vasca, pero también al conjunto de sociedad española. Ese es un juicio intencionadamente político que quiso utilizarse para lanzar una sentencia ejemplarizante que sirviera de aviso a navegantes para cualquiera. Y lo que Bel Pozueta ha hecho es algo que yo admiro que es denunciar la injusticia, salirse de los esquemas clásicos para intentar hacer pedagogía en torno a una barbaridad como la del caso de Altsasu y a partir de ahí, generar adhesiones de manera muy importante. Los que se llenan la boca hablando de democracia, de la grandeza democrática del Estado español, tendrían que tener la respuesta de tener a Bel Pozueta en el Congreso de los Diputados, mirarle a la cara y decirle que el Estado español es garantista, es democrático y que no se encarcela a nadie por sus ideas ni por su trayectoria política. Eso mirándola a la cara, porque Bel Pozueta sí representa a la dignidad, la dignidad de un pueblo, ellos, tengo mis dudas.

Reformulo la pregunta. ¿Puede ser que el descontento de la sociedad navarra para con esta sentencia pueda verse reflejado en su voto hacia Bel Pozueta?

La sociedad navarra, la sociedad vasca en su conjunto, y me atrevo a decir que grandes sectores de la sociedad española también, creen que esa sentencia es una barbaridad, es evidente. Que eso tenga que inclinar el voto hacia una u otra persona es algo que les corresponde a los y a las navarras, en este caso porque Bel Pozueta se presenta por Navarra. Sí puedo decir que EH Bildu se siente profundamente orgullosa y halagada de Bel haya decidido recorrer el camino con las gentes de EH Bildu, porque creemos aporta mucho, aporta dignidad, aporta templanza y aporta convicción en sus ideas. Y, desde luego, determinación en la defensa de lo justo. A mí me gustaría que la sociedad navarra viera todo lo que representaba Bel Pozueta y decidiera que su voz, la voz de la dignidad, tiene que estar en el Parlamento de Madrid para decirles a la cara a los indignos que por mucho que castiguen y por mucho que persigan, jamás van a acabar con lo más preciado que tiene un ser humano, que es su dignidad.

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