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Militares, policías y espías: seguridad máxima en la frontera hispanofrancesa ante el G7

El Marine One, en el aeropuerto de Hondarribia

Iker Rioja Andueza

En el pequeño aeropuerto de Hondarribia, a escasos metros de Hendaya, ha aterrizado este martes un potente avión militar Boeing C-17 de los Estados Unidos que cargaba el Marine One, denominación que recibe el helicóptero VH-60N Whitehawk que utiliza el presidente Donald Trump para sus desplazamientos y que le recogerá del Air Force One para trasladarlo a la cumbre del G7 que se celebrará en Biarritz este fin de semana. La reunión de los principales mandatarios del mundo y la contracumbre ya convocada han movilizado en la zona, a muy pocos kilómetros de la frontera entre España y Francia, a todo tipo de cuerpos de Policía y militares (sin contar los agentes de inteligencia en una zona tradicional de espías y confidentes durante la II Guerra Mundial).

En el aeródromo guipuzcoano, los marines estadounidenses -uniformados- han trabajado en el desembarco del Marine One.

También hay abundante presencia de militares franceses en los alrededores del escenario de la cumbre. Y el Ejército español hizo este lunes maniobras en las cercanías de la frontera. Una docena de todoterrenos y camiones de las fuerzas armadas se dejaron ver por la comarca.

A nivel policial, Francia -con apoyo de la unidad de Fronteras de la Policía Nacional española- ha redoblado ya los controles en todos los pasos, el puente de Santiago, Behobia y el peaje de Biriatou, haciendo irreal la libertad de tránsito entre países de la Unión Europea. El DNI es imprescindible para poder moverse por la zona. El filtro es casi total para vehículos e incluso viandantes. El 'topo' de Euskotren ya no entra en Hendaya y hay restricciones en autobuses y otros medios de transporte. Incluso los barcos turísticos que unen la playa de Hendaya con Hondarribia son revisados por equipos conjuntos hispanofranceses.

Se habla de unos 12.000 efectivos de las fuerzas de seguridad francesas -Policía Nacional y Gendarmería- en la zona conocida como Costa Vasca. El entorno de la sede del G7 -Bellevue y Hotel du Palais en Biarritz- está blindado y en el resto de zonas de la localidad, en Baiona y en Hendaya hay notables afecciones. Las oficinas bancarias de la primera localidad francesa están cerradas y con tablones en sus cristaleras en previsión de altercados. Hay convocadas manifestaciones en la zona de Irún-Hendaya y más cerca de Biarritz este fin de semana. En Francia se ha conocido una operación policial contra anarquistas que al parecer querían atentar contra agentes destinados en la zona.

En en lado español, la Ertzaintza -con competencias en materia de orden público- tendrá movilizados en todo Euskadi este fin de semana a 4.000 efectivos. Su principal preocupación es la canalización del tráfico internacional en plena temporada vacacional por rutas alternativas. Pero también ha reforzado su equipo antidisturbios en la muga. En las últimas horas se han visto ya vehículos especiales de la Policía vasca movilizados, como algunas tanquetas apenas utilizadas en la calle.

La cifra de refuerzo de Policía Nacional y Guardia Civil ronda el millar de efectivos. La comisaría de Irún es muy pequeña y apenas sí se encarga de asuntos relacionados con Extranjería. El Gobierno central ha enviado a la frontera equipos de Intervención de refuerzo. Igualmente, la Policía Foral de Navarra ha preparado también un dispositivo especial, también centrado en el control de carreteras.

Todos los cuerpos y las autoridades francesas se coordinarán a varios niveles. En Hendaya funciona de manera ordinaria una comisaría conjunta llamada CCPA y en Euskadi habrá mesas de seguimiento. Las reuniones entre todos los cuerpos están siendo frecuentes en las últimas horas y lo seguirán siendo en las siguientes.

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