Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Ocho millones de dinero público por no hacer una incineradora

Alberto Uriona

Ocho millones de dinero público por no hacer una incineradora. Es el precio que la Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu, ha asumido para cargarse una de las principales infraestructuras del territorio. En concreto, son 8.190.000 euros (casi 6,7 del lucro cesante y 1,5 del 3% de los cinco primeros años de explotación) que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa deberá indemnizar a las empresas adjudicatarias de las obras. “Gipuzkoa no va a tener incineradora y tendrá mejor salud, mejor entorno y va a ahorrar millones de euros”, ha valorado el diputado foral de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin. En cambio, El PNV, el impulsor del proyecto, ha asegurado que ha sido un acuerdo “por la puerta de atrás” y que la cifra total ascenderá a 13,7 millones de euros “por las deudas que [el Consorcio de Residuos] no ha pagado a tiempo”, a lo que añade otros “60 millones por primas energéticas por generación de energía sostenible de la valorización energética”.

La paralización de la incineradora de Gipuzkoa, que iba a ser la segunda en Euskadi tras la existente en Bizkaia desde hace casi diez años, fue uno de los banderines electorales de Bildu antes de acceder al poder en la Diputación. Con su llegada, inició los trámites para la paralización de las obras, que se suspendieron formalmente en julio pasado, el día 12, paralizó las obras. “Hoy es un gran día para Gipuzkoa”, dijo entonces la presidenta del Consorcio de Residuos Ainhoa Intxaurrandieta.

La cantidad acordada estaría lejana de los 24 millones de euros que se hablaron de compensaciones por el parón de las obras, aunque Bildu siempre ha asegurado que la cuantía sería significativamente inferior.

La construcción de la incineradora estaba a cargo de la Unión Temporal de Empresas, formada por FCC, Zerbitzu Elkartea, Altuna y Uria, Murias y AE&E, que ganaron en la legislatura pasada el concurso para la ejecución de la planta de Zubieta. Las obras de explanación de los terrenos arrancaron en enero de 2011 y el convenio suscrito cuando gobernaba la Diputación el PNV contemplaba el pago de 223 millones por la construcción de la infraestructura, otros 50 millones por operar y mantener la planta durante cinco años, prorrogables otros tres por 53 millones más.

El sector contrario a la incineración no cejó en su estrategia para paralizar el polémico proyecto y los ayuntamientos gobernados por Bildu empezaron en 2009 a implantar el sistema puerta a puerta,consistente en dejar los desperdicios en unos colgadores personalizados situados en plena calle. Cada día hay que sacar un tipo de basura. Con ello y el aumento del reciclaje, Bildu ha defendido que se puede resolver el problema de la basura en Gipuzkoa.

Ahora, la Diputación pretende construir en los terrenos donde iba a ir la incineradora varias plantas de tratamiento de residuos mecánico, biológico y biometanización. “El debate sobre qué hacer con el 80 por ciento de los residuos está superado”, ha señalado el diputado foral Iñaki Errazkin, en alusión a la reutilización y reciclaje de los mismos.

Etiquetas
stats