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“Los afectados por el engaño de las aportaciones de Eroski y Fagor siempre hemos estado solos”

José Antonio Urrutia (el primero por la izquierda) durante una concentración de Bizkaiko Minduak en la Plaza Circular de Bilbao.

Eduardo Azumendi

“Yo no soy ningún personaje conocido, ni por supuesto, ningún escritor destacado. Simplemente soy un afectado más, del atropello que desde las empresas y los bancos cometieron con las Aportaciones Financieras Subordinadas de Eroski y Fagor Electrodomésticos”. Así se presenta José Antonio Urrutia, quien acaba de escribir el libro 'Las preferentes de Euskadi' (se presenta el próximo miércoles 10 de mayo en Bilbao). Un libro necesario y el primero que recopila el drama de alrededor de 40.000 familias atrapadas por este producto. Urrutia, impulsor de la Asociación Bizkaiko Minduak, que aglutina a afectados por estas aportaciones, lleva cinco años de lucha desde que en el año 2012 estalló con toda su crudeza el problema de las preferentes en España.

¿Dónde está el origen del problema de las aportaciones financieras subordinadas (AFS)?

El origen está en la necesidad de capital de algunas cooperativas. Como no podían acceder a la Bolsa para captar financiación, buscaron otras vías y solicitaron al Gobierno de Ibarretxe la modificación de la Ley de Cooperativas. En el año 2000 el Parlamento vasco les hizo un artículo a medida para que pudiesen emitir las Aportaciones Financieras Subordinadas. Este hecho fue reconocido por el consejero del Gobierno vasco, Juan Mari Aburto en el Parlamento el 7 de junio de 2013.

Usted, ¿cuándo se da cuenta de lo que estaba pasando? 

En la primavera-verano del 2012, cuando estalló el problema de las preferentes en resto de España. Al principio creía que las AFS de Eroski y Fagor Electrodomésticos eran distintas, pero luego resultó que tenían bastantes similitudes.

¿Quién tiene la culpa de lo ocurrido? ¿Los bancos que comercializaron el producto o los emisores?

Básicamente hay cuatro responsables, cada uno con su área de actuación. Por una parte, el Gobierno de Ibarretxe y el Parlamento Vasco, que aprobaron un artículo a medida de las cooperativas sin medir las consecuencias: producto a perpetuidad, que se podían colocar a personas ajenas a la cooperativa sin otorgarles ningún derecho, y no se garantizaba la recuperación del capital e incluso se podía perder parte o todo de ella. Otra responsabilidad recae en Eroski y Fagor, que hicieron las emisiones. Necesitaban captar dinero, pero no contaban con ninguna valoración [Rating], otorgada por empresas como Standars & Poor´s, por lo que para colocar estos productos a mayoristas [fondos de inversión, etc], tenían que haber pagado un interés mucho más alto y por eso recurrieron a minoristas [ahorradores]. Luego dijeron que la comercialización la hicieron los bancos, pero ellos muy a gusto se guardaron el dinero.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores también tuvo su culpa. Este organismo daba el visto bueno a todo lo que le llegaba. Tenían que haber obligado a Eroski y Fagor Electrodomésticos a introducir un tramo mayorista  y si éste se colocaba, luego hacer la emisión para minoristas. No ocurrió nada de eso.

¿Y los bancos?

Los bancos tuvieron buenas comisiones por colocar estos productos. Los colocaron sin explicar con todo detalle los inconvenientes de lo que vendían. Solo mencionaban las bondades, sino no hubiesen vendido una escoba. Fueron los que tuvieron el contacto con los ahorradores y con ellos se firmaban los contratos de adquisición. Ahora en los juicios suelen alegar que ellos no tuvieron nada que ver y que “casualmente pasaban por allí”.

¿Y que les decían cuando trataban de recuperar su dinero?

Cuando cualquier poseedor de las AFS quería recuperar su dinero iba al banco y comunicaba su decisión. El banco tenía que buscar otro incauto para endosarle nuestro producto. Pero ya en el 2008-2009 las AFS de Fagor Electrodomésticos empezaron a flaquear y las de Eroski en el 2012. Aunque el producto valiese menos del 100%, los bancos decían que valían más y muchas veces al comprador les hacían abonar al 100% o incluso más, cuando en realidad valían menos. Así mantenían el precio artificialmente. Por este hecho algunos bancos fueron sancionados.

¿Cómo es posible que se haya llegado a esta situación? Sorprende la ausencia de controles

No hubo ningún tipo de control, ni a la hora de redactar el artículo famoso ni por la Comisión Nacional del Mercado de Valores ni por el Banco de España cuando los bancos las comercializaban.

¿Pecaron de ambición los ‘preferentistas’ al venderles los comerciales un producto mejor que el resto de lo que había o simplemente les engañaron?

Todos queremos conseguir un buen interés para nuestros ahorros, pero no a cualquier precio: perpetuidad, posibilidad de perder el capital…. No pecamos para nada de ambiciosos, porque las Aportaciones Financieras Subordinadas de Eroski 2002 y 2004 han dado de media aproximadamente un 5%. Por esa época había Bonos del Estado a 10 años que también rentaban un 5%, con la diferencia de que el dinero de estos Bonos se recuperaba cuando transcurrían los 10 años. El hecho fundamental es que estas AFS fueron colocadas por los bancos con medias verdades y sin informar de los inconvenientes de estos productos.

¿Cuál es el perfil del afectado?

Pues en su mayor parte se trata de una persona mayor de 70 años y con estudios primarios.

¿Hasta qué punto los políticos y el Gobierno vasco han decidido mirar hacia otro sitio?

El punto de inflexión aconteció el 28 de febrero de 2013, cuando se trató en el pleno del Parlamento Vasco la proposición no de ley presentada por UPyD. A esta Proposición, PNV y EH Bildu le presentaron una enmienda transaccional, que fue la que finalmente se aprobó con el apoyo de PNV y EH Bildu. El representante del PNV se decantó claramente por la Corporación Mondragon; EH Bildu también hizo lo mismo, aunque realizó un discurso difícil de entender. El PP también se posicionó más a favor de las empresas, aunque finalmente se abstuvo. El PSE votó en contra de la enmienda. Básicamente aprobaron dejar en manos de Kontsumobide el problema y este organismo lo único que ha hecho es decir que defiende a los afectados y en la práctica hacer lo contrario. Nosotros desde el inicio desconfiamos de ellos y el tiempo nos ha dado la razón. La administración vasca no ha hecho nada por los afectados.

¿Cuál es el momento actual? La mayoría de las sentencias da la razón a los afectados.

A fecha de hoy hay unas 500 demandas presentadas por los asociados de Bizkaiko Minduak, de las cuales ya hay más de 300 sentencias firmes favorables. De momento no hay ninguna sentencia firme perdida.

¿El canje ofrecido por Eroski supuso un reconocimiento de que lo habían hecho mal o trató de seguir sacando un beneficio con lo ocurrido?

En parte sí fue un reconocimiento de que lo habían hecho mal y también hicieron el canje por la presión social, porque a finales del 2012 decían que lo suyo era legal y que no iban a mover ficha. También Kontsumobide intentó lavar su responsabilidad con este canje. Por otra parte, por supuesto que trató de seguir sacando un beneficio con el canje y de hecho lo hizo porque al canje acudió el 62% y con la quita del 30% aligeraron su carga en cerca de 115 millones.

¿Tienen la sensación de haber sido víctimas de una especie de tormenta perfecta: falta de control del que debía controlar, productos altamente tóxicos, connivencia política…..?

Sí. Aquí ha habido muchos responsables y ahora todos están de perfil, esperando que todo este desaguisado que montaron se olvide cuanto antes. Estamos solos

Parece que visto lo visto solo les queda la vía judicial. Desde que denuncian hasta que efectivamente consiguen recuperar  el dinero, ¿cuánto tiempo puede pasar?

 El tiempo que transcurre es muy dispar. Como media se puede decir que tardan entre ocho y diez meses en Primera Instancia y de seis a ocho meses en Apelación. Si se recurre al Supremo, puede tardar tres años o más. Aunque las sentencias sean firmes, algunas veces los bancos dilatan mucho el tiempo de abono del dinero, aunque este hecho juegue en su contra, porque desde la sentencia de Primera Instancia tienen que abonar el interés legal del dinero más dos puntos.

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