Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Conoce a Elena Corchero, la diseñadora de moda 'geek' que se rifan las marcas extranjeras

La diseñadora Elena Corchero (Foto: Hoja De Router)

Pilar Chacón

“La tecnología ha invadido todos los ámbitos de nuestra vida”. Una frase que seguro habéis escuchado centenares de veces, pero una frase con mucho, mucho sentido. Sólo hay que pensar en el tiempo que pasamos con el ordenador, lo que sufrimos cuando perdemos el móvil o cuando el dichoso terminal se queda sin batería. Y ahora la tecnología también ha llegado a la ropa.

Nada nuevo, ya se sabía. Pero, ¿entonces por qué aún no encontramos ropa luminosa en el escaparate de una tienda? Porque en España, de momento, es la medicina el campo en el que más se ha desarrollado. Sábanas con efecto antiestrés, que elimina la electricidad acumulada en el cuerpo para descansar, o las cortinas antialérgicas que ya utilizan algunos hospitales son buenos ejemplos.

Puede dar la impresión de que, en España, llevamos bastante retraso en esto de la ropa inteligente. Que para cuando queramos llevar camisetas que nos protejan de las ondas electromagnéticas o los rayos uva, en los escaparates extranjeros ya se podrán adquirir a precios no muy elevados. Y una de las razones para explicarlo se encuentra en la fuga de cerebros que ha sufrido - y sufre - el mundo de la moda y el diseño (como casi todos...) He aquí un ejemplo.

En Londres, una diseñadora española ha conseguido colocar diseños lumínicos a marcas como Hugo Boss, Cadbury o Guinnes. Apenas pisa suelo español, pero recientemente lo ha hecho como ponente en The App Date. Su nombre, Elena Corchero. Su filosofía, combinar la tecnología con lo artesanal.

La tecnología no es sólo ‘cool’

Nacida en Gran Canaria y con la suerte de haber pasado como investigadora por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), esta joven es una experta en el mundo de las tecnologías que se llevan puestas ('wearable computing') y los materiales inteligentes.

Marcas como Cadbury o Diago se han beneficiado de sus diseños, y sus modelos se han visto, por ejemplo, en las Olimpiadas de Londres. ¿Qué tipo de prendas? “En general, a las marcas les gusta usar bastante la iluminación”, explica. “Y luego, por supuesto, el aspecto interactivo y de sorpresa”.

¿Y qué tienen de especial los productos de Elena? “Lo que yo más puedo aportar a las marcas es que siempre intento hacer proyectos que tengan algún significado más social y ecológico que, simplemente, utilizar la tecnología porque es ‘cool’”.

No son únicamente grandes empresas las que se sirven de la artesanía de Corchero. “Normalmente, muestro un proyecto personal y la persona interesada hace un pedido por adelantado de la pieza terminada”, nos cuenta. “Y con el historial de premios, creo que los clientes se fían bastante, Me dan bastante libertad”.

Una fuerte atracción

Además de las grandes, su nombre se asocia a otras tres marcas: LFLET, Ecolorium y Zippykit. Firmas que acoge su empresa Lost Values. Pulseras y bufandas reflectantes para ser vistos por la noche, o peluches con luces para los más pequeños de la casa, constituyen algunas de las ideas del negocio.

Ideas que Corchero pone en marcha, como buena maestra, siguiendo su librillo. “Yo lo llamo 'means', medios, y 'meaning', significado. Lo que hago es un estudio de los medios, si los que utilizo son innovadores, y si los utilizo con un fin significativo”.

¿Y cómo le dio a una diseñadora por el mundo de la tecnología? Aunque suene extraño, por su cercanía al mundo del motor. “Exactamente cuando terminé los estudios en Alemania”, nos cuenta. “Tuve mucha suerte de estar en una universidad donde estudiaban los diseñadores de coches de Volkswagen”. Y el impulso definitivo lo dio un reportaje del National Geographic. “También recuerdo haber visto un artículo que se llamaba 'Dreamweavers', y fue un artículo donde por primera vez me enteré de muchas cosas”.

Importancia de la ecología

Para Corchero, las cuestiones medioambientales suponen un motivo de preocupación. Y como ejemplo, su proyecto ‘Joyas sostenibles’. “He desarrollado una piedra de joyería que la estamos cultivando en laboratorio que es fotosensible, cambia de color con el sol”.

Con esta piedra, la diseñadora consiguió el premio en el Concurso FAD de Joyería Contemporánea de Barcelona el pasado mes de noviembre. “Al cambiar de color con el sol, se enrojece y genera una conciencia sobre el medio ambiente y el cáncer de piel”, señala.

“Ahora que ya está desarrollada y ha ganado el premio, buscamos empresas para colaborar, para que las ventas también destinen un porcentaje a la investigación del cáncer de piel”.

Y es que, para extender la moda inteligente, resulta crucial la colaboración empresarial. “Ahora es el momento ideal para que alguna fábrica o empresa local pueda implementar alguno de los sistemas, porque muchos tejidos inteligentes todavía no se pueden producir al por mayor”, comenta la diseñadora.

¿Volar o no volar?

Hace diez años que Elena Corchero no pisa suelo español. A pesar de la enorme popularidad de la que goza en Londres, y de la larga lista de premios que atesora, en nuestro país es prácticamente una desconocida.

“Pues eso ha sido un poco culpa mía”, confiesa. “Igual he pecado un poco en concentrarme en las oportunidades que he tenido fuera y desaparecer del mapa”.

Para todos esos jóvenes estudiantes que también piensan en volar fuera de España y aterrizar en la ciudad del diseño, Londres, Elena tiene un consejo: “Si vienes como extranjero con un nivel de inglés que no es muy bueno, e intentas buscar trabajo, tienes competencia con gente que tiene masters y trabaja gratis. Lo mínimo es tener un buen nivel de inglés”.

Y otro consejo, de regalo, para las marcas, en lo referente a las cuestiones ecológicas: “Hay muchas maneras en las que se puede utilizar las nuevas tecnologías, para medios con causas. Y creo que las marcas deberían esforzarse más, deberían asegurarse de que se asocian con estas causas”.

El textil tecnológico aún no ha conquistado los escaparates. En cambio, sí ha robado el corazón de muchos diseñadores españoles que decidieron, un día, lanzar su carrera en el exterior. Quizás, en un futuro, conoceremos a un par de ellos residiendo en el país. Pero, hasta entonces, será Londres la que acoja todas sus ideas.

Etiquetas
stats