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La merienda también es un derecho

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

El riesgo de pobreza infantil en Euskadi alcanza ya a uno de cada cinco menores de 14 años. Es una de las consecuencias más graves de la crisis, que con el paso del tiempo está consolidando una nueva estructura social donde crece la escasez y la vulnerabilidad. Sobre todo, la de los niños. En un intento de preservarles de los peores efectos de la crisis, en Euskadi están proliferando iniciativas solidarias para garantizar que, al menos, estén bien alimentados. Comedores escolares, asociaciones de barrio, ONGs…..El dispositivo es amplio y abarca muchas organizaciones, como la Cruz Roja de Euskadi, que desde hace un año proporciona meriendas a niños de familias con problemas económicos.

Se trata de una iniciativa incluida en un programa más amplio, denominado 'Éxito escolar'. Goretti López de Ocáriz, responsable de Cruz Roja Juventud de Álava, explica que el programa ha ido transformándose en los últimos años para dar cabida a la nueva realidad socioeconómica. “Hace cinco años la finalidad era apoyar académicamente a niños con problemas en los estudios. Los niños venían dos veces a la semana a Cruz Roja y se les ayudaba a realizar los deberes y se trabajaban temas más transversales, como la educación no formal, medioambiente, coeducación….Pero la situación socioeconómica nos ha forzado a cambiar el proyecto. En el curso 2012-13 ya vimos la necesidad de incluir una pequeña merienda para los niños que proceden de familias con problemas económicos. La merienda no deja de ser un derecho del que ningún niño debería verse privado”.

Alrededor de 25 niños (de 6 a 12 años) se arremolinan junto a las mesas dispuestas en la sede la Cruz Roja, en Vitoria. Son las cinco y media de la tarde. Los voluntarios reparten las bolsas de la merienda, en las que puede haber fruta, zumos, leche, galletas o yogures. “Cada día”, añade López de Ocáriz, “se les da dos productos diferentes. En ocasiones hemos recogido otros alimentos y hemos incluido un bocadillo. Los niños vienen derivados desde los colegios. Mantenemos entrevistas con sus profesores para ver qué tipo de ayuda necesitan, si se trata de un apoyo académico, económico, de sociabilidad”.

Los pequeños se lavan las manos y después comen con avidez, divertidos. Nadie protesta por lo que le ha tocado para merendar. “No se quejan. Son muy buenos chicos. Lo único que tratamos es de que pasen un buen rato y que se coman todo”, indica una de las voluntarias. Después de merendar, los mayores hacen los deberes con el apoyo de los voluntarios, mientras que los más pequeños se dedican a jugar la mayor parte del tiempo.

M. R., madre de uno de los niños que acude a la sede de la Cruz Roja, aguarda la salida de su hijo. “Lo de la merienda es una ayuda importante para nosotros. Hay momentos en los que van mejor las cosas, pero cuando no van tan bien es un alivio contar con este tipo de iniciativas. Nunca me imaginé que iba a tener que recurrir a esta ayuda, pero las cosas han venido así y…..”.

La Cruz Roja de Álava atiende a dos grupos, uno los lunes y miércoles y otros los martes y jueves (cada tanda de 25 niños). “El número de niños atendidos”, apunta la responsable del programa, “se ha incrementado un 100% respecto al año pasado. Garantizamos un complemento alimenticio que es lo que necesitan. Se trata de niños del entorno del barrio, por cercanía y facilidad para los pequeños. Vimos la necesidad, ofertamos el servicio y el resto lo ha hecho el boca a boca. Tenemos que decir a gente que no. Trabajamos con las personas en situación más vulnerable. También se les da comida para que lleven a sus casas o para que coman en el patio. Lo importante es que nos aseguramos de que los niños que tengan una necesidad apremiante al menos van a tener algo que llevarse a la boca”.

Casi 34.000 menores en riesgo

Casi 34.000 menores en riesgoEl último estudio sobre pobreza infantil en Euskadi, elaborado por el Centro de Documentación y Estudios de la Fundación Eguía Carega, recoge que un total de 33.864 menores de 14 años viven en Euskadi en una situación de riesgo de pobreza de mantenimiento, lo que representa el 11,8% de esa población. En torno a otros 30.000 (el 10,5%) viven en una situación de ausencia de bienestar, con lo que el porcentaje de niños en riesgo de pobreza o en ausencia de bienestar alcanza el 22,3 % del total. El 77,7 % restante vive en una situación de bienestar. Según estos datos, pese a la gravedad de la actual crisis, la tasa de riesgo de pobreza de mantenimiento infantil está por debajo de la registrada en 1996 y en una línea sólo algo superior a la del año 2000.

Son este tipo de datos los que mantienen en alerta a personas como P. Gómez, quien trabaja en el comedor escolar de un colegio público de Bilbao. “Siempre estás atenta a que se coman todo, pero desde hace muchos meses casi no hace falta decirles nada. Algunos niños se han dado cuenta de que no pueden despreciar nada y que la comida del comedor, probablemente, sea la única que van a tener en condiciones a lo largo de todo el día”.

“Es una cuestión”, continúa, “que no resulta fácil de hablar con ellos. Pero lo intuyes por sensaciones, algunos comentarios….El caso es que todo ha cambiado y el trabajo en el comedor ahora es más importante que otros años. Al menos eso es lo que creo yo. Te fijas más en la ingesta diaria que realizan, la cantidad de calorías, lo que se entiende por una alimentación suficiente y equilibrada…Aspectos que en otros momentos tal vez no te hubieran llamado la atención, pero que ahora sí lo hacen porque sabes que esa comida puede ser la más completa. Ellos lo saben y yo también”.

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