La reducción de las asignaciones a los colegios generaliza la petición de papel higiénico a los padres de alumnos
La petición de papel higiénico (y otros productos similares como toallitas o pañuelos de papel) se ha generalizado en los colegios públicos de Andalucía en los listados de material escolar -siempre recomendado y nunca obligatorio- en un contexto en el que la Consejería de Educación ha reconocido una reducción del 20% en las partidas de gasto de funcionamiento para los centros de enseñanza en los últimos cinco años. Todo ello ha dado lugar a una gran paradoja: en Andalucía hay gratuidad de libros de texto, pero los colegios parecen no tener ni para papel higiénico.
Los listados los publica cada centro de enseñanza de manera autónoma y desde la Consejería de Educación insisten en que “este tipo de elementos no forma parte del material escolar, sino que es gasto de funcionamiento”, partidas que facilita cada ejercicio a los colegios para que decidan su distribución. Es decir, no se puede pedir como material escolar.
Las mismas fuentes aseguran que “en caso de que se tenga conocimiento” de que se está pidiendo a los padres este gasto, “la inspección actuará”, pero dicen desconocer que se esté dando esta práctica. Sin embargo, eldiario.es/andalucia ha recabado listados de material escolar de colegios en distintos puntos de Andalucía y en la mayoría figura la petición de papel higiénico (normalmente reza “cuatro rollos”), pañuelos de papel (“una caja”) y/o toallitas (“un paquete”).
Pese a que en muchos de estos listados aparece expresamente escrito que es un material escolar “recomendable” y en otros casos se aclara verbalmente en las reuniones con padres de alumnos, lo cierto es que se ha impuesto como habitual pedirlo. De hecho, en muchos casos son las cooperativas de padres, que manejan un fondo aportado por los mismos durante cada curso, las que hacen frente a estas adquisiciones.
El presidente de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública (Codapa), Francisco Mora, explica que llevan tiempo haciendo campaña para que se conozca que no se pueden exigir estos elementos, ni siquiera aduciendo que se hace para concienciar a los estudiantes de la necesidad de ahorrar recursos como el papel, excusa que han usado algunos centros escolares. “Claro que se pide papel higiénico, igual que cuadernillos y otro material escolar, pero los padres deben saber que está prohibido”, expone citando el decreto 66/2005 por el que la Junta de Andalucía regula la gratuidad de libros de texto.
“Lo de los cuadernillos es peor”
De hecho, le parece más grave, por el coste, lo de los cuadernillos: “Por suerte estamos consiguiendo que vaya desapareciendo esta práctica. Ocurre que cuando se piden, hay familias que pueden, pero para otras supone un esfuerzo imposible y se enfrentan a que sus hijos se vean discriminados frente al resto, por lo que todo el mundo entra. Eso en un marco en el que las editoriales, desde la implantación de la gratuidad de los libros de texto, han aprovechado para incrementar los precios de los cuadernillos y lo que antes no llegaba a cinco euros ahora cuesta 25”.
En su opinión, con estas cuestiones “lo que pasa es que hay colegios que no lo cumplen y la inspección mira para otro lado”. Por ello, insiste en la necesidad de que los padres sean conscientes de su derecho, igual que apunta que “la caída de los ingresos no puede ser excusa, sino que se deben implantar cambios en la gestión de los fondos en cada centro escolar en función de las necesidades más importantes, como hace cada familia con su economía”.
Se da la circunstancia de que la Junta de Andalucía ha cifrado en el 20% el recorte en las partidas de gastos de funcionamiento desde 2012 “cuando comenzaron las reducciones como consecuencia de las medidas urgentes de racionalización del sector público en este ámbito puestas en marcha por el Gobierno de la Nación”. De hecho, la diferencia de asignación para el curso 2014-2015, con respecto a la asignación al previo, fue de un 11,85%, según confirmó la propia consejera, Adelaida de la Calle a preguntas del PP-A.
Y eso “considerando aparte las bajadas que se hayan producido por disminución de unidades o alumnado de forma específica para cada centro escolar”. No ofrecen datos del curso 2015-2016 ni tampoco sobre las partidas por este concepto que todavía se adeudan a los centros de enseñanza, una de las eternas reivindicaciones de éstos para no tener que hacer malabarismos a la hora de equiparse con lo necesario para cada curso.
En todo caso, desde la Consejería de Educación han especificado que “gracias a la gestión” de los presupuestos de su departamento realizada el curso pasado, y de estimar que el próximo ejercicio sea más favorable, se ha reducido la diferencia. “Esta reducción de gastos de funcionamiento no ha sido una decisión de esta consejería, sino que es una obligación impuesta por el sometimiento a las limitaciones presupuestarias que suponen los créditos consignados en la Ley de Presupuestos”, apuntan.
Igualmente, reiteran que los presupuestos autonómicos se están viendo afectados por las “ínfimas” transferencias de la Administración General del Estado (AGE), “que siguen sin reconocer a la población como criterio de reparto de los créditos, además de imponer objetivos de déficit más duros a las comunidades autónomas”.
¿Quién lo debe pagar?
Conviene saber que los centros de enseñanza dependientes de la Consejería de Educación que cuenten con autonomía de gestión económica les son asignadas cantidades para gastos de funcionamiento y, en su caso, de inversión que sean necesarios para el desarrollo de su actividad. Partidas en las que se deben incluir estos productos de higiene.
Un informe de la Cámara de Cuentas de fiscalización de los gastos de funcionamiento de los centros docentes públicos no universitarios ya alertaba en 2013 de estos recortes desde el inicio de la crisis en 2008 y no desde 2012, que es el año que toma como referencia la Consejería de Educación.
De hecho, tomando como referencia el curso 2008-2009, la cifra de ingresos se redujo un 4,09% y un 8,79%, los dos siguientes (2009-2010 y 2010-2011). Pero si para los centros de enseñanza se han reducido los importes librados por la Junta de Andalucía, más lo están los ingresos de otras fuentes, en torno a un 40,50% en los primeros años de la crisis, según el mismo informe de la Cámara de Cuentas.
“En consonancia con la disminución de ingresos, los gastos también han decrecido, aunque éstos lo han hecho en mayor cuantía, debido al comportamiento restrictivo de los centros escolares en la gestión”, subrayan desde la Cámara de Cuentas. De hecho, en este mismo periodo, si los ingresos de la Junta de Andalucía cayeron un 12,88%, los gastos en los centros escolares lo hicieron en un 21,28%.
La Unión de Sindicatos de Trabajadores de Educación de Andalucía (Ustea) sostiene que esta caída continuó en los años siguientes. En concreto cifra en un 32,18% la caída del presupuesto para gastos de funcionamiento entre 2013 y 2014.
Cabe recordar que los ingresos de los centros docentes públicos se componen de los libramientos que les transfiere la Consejería de Educación para gastos de funcionamiento, los remanentes (diferencia entre los percibidos y los ejecutados) no reintegrados del curso anterior y otros procedentes de recursos propios y de diversas entidades (principalmente la AGE).