Todo queda en casa: ocho de cada 10 empresas andaluzas son familiares
El primer estudio sobre las empresas familiares en Andalucía cuyos resultados se acaban de conocer ha arrojado un análisis específico sobre este tipo de tejido industrial en la comunidad autónoma, donde el protagonismo de las compañías de origen familiar alcanza el 81,2% de las firmas andaluzas.
Según este estudio pionero, realizado por la Red de Cátedras de la Empresa Familiar de Andalucía en ocho universidades públicas andaluzas, cuatro de cada cinco empresas del tejido empresarial de la comunidad autónoma son familiares, con la provincia de Córdoba a la cabeza con el 93,3% de sus empresas y con Granada como la provincia con un índice menor, con 76,8%.
Los autores del informe partían de la premisa de que “la empresa familiar es el tipo más habitual de empresa, tanto en Andalucía como en España”, pero hasta ahora no existían “datos concretos sobre su relevancia en el ámbito regional, ni tampoco una comparativa entre empresas familiares y no familiares” andaluzas.
Así, los datos del estudio realizado ahora arrojan resultados llamativos en la comparación entre uno y otro tipo de empresas. De un lado, las empresas familiares son un lustro más longevas que el resto: tienen una permanencia media en el mercado de 31,7 años frente a los 26,3 de las no familiares. En el lado negativo, el estudio constata que las firmas familiares dependen en mayor proporción de financiación ajena y obtienen menos rendimientos en sus inversiones pero, sin embargo, soportan menores costes de financiación y son más rentables para sus propietarios.
Sobre el ámbito en que las empresas familiares en Andalucía desarrollan su actividad, el estudio recoge que –aun siendo mayoritarias en todos los sectores- tienen mayor presencia en la industria (85,7%), la construcción (83,8%), el comercio y transporte (82,2%), los servicios (74,8%) y el sector primario (69,2%).
Mujeres en puestos de responsabilidad
La cuestión de género ha sido también analizada en este estudio, que señala como aspecto significativo la presencia de la mujer en los distintos tipos de empresas. Así, queda constatado que la participación de la mujer en la gestión y el gobierno de la empresa familiar andaluza es de un 23,4%, un índice similar a las empresas no familiares donde las mujeres suponen el 23,2% de los puestos directivos. Sin embargo, es en el resto de puestos de responsabilidad de donde las mujeres desaparecen en las empresas no familiares, mientras que en las familiares se mantienen en el 17% de esos puestos.
Sobre este aspecto, el análisis precisa que, aunque podría pensarse que es el vínculo familiar lo que en un grado superior mantiene a las mujeres en los puestos directivos en estas empresas, el estudio muestra cómo a medida que la empresa crece la presencia de mujeres de la familia en puestos directivos desciende progresivamente frente a las mujeres que no son familiares.
De otro lado, el estudio manifiesta que la familia mantiene un alto grado de control sobre la propiedad de la empresa: en el 84% de los casos la familia posee el 100% de la capital social y únicamente el 18,5% tiene algún accionista no perteneciente a la familia. De hecho, en el 63% de las empresas familiares andaluzas la propiedad se encuentra en manos de sus fundadores.
Pero no solo es alta la participación de la familia en la propiedad, sino también en la gestión de la compañía, ya que un 58,2% de los directivos que gestionan empresas familiares son miembros de la propia familia, y el 84% de los accionistas trabajan en la empresa.
Formación y continuidad familiar en la empresa
Precisamente sobre esos directivos, el estudio destaca su escasa o nula formación. Casi el 50% de los dirigentes de las empresas familiares andaluzas carece de formación universitaria, un dato que se acentúa cuanto menor es la empresa: el número de directivos con formación universitaria es del 48% en las compañías con menor dimensión mientras que alcanza el 74% en la mediana y gran empresa familiar.
¿Tienen resuelta su continuidad las empresas familiares? Esa es la pregunta que también refleja el estudio, donde se muestra que es una cuestión no resuelta en la mayoría de los casos. Así, únicamente el 8% de las empresas familiares disponen de un protocolo familiar de relevo generacional, y casi el 80% de las que no lo tienen manifiestan su intención de no tenerlo. Si bien el 83% de las empresas familiares andaluzas desean mantener el negocio en manos de la siguiente generación, en un 75,8% de ellas aún no se ha elegido quién será el sucesor.
Sólo el 22,8% de las empresas familiares en Andalucía han trasladado ya a la siguiente generación la gestión y la propiedad de la compañía, mientras que en el 11,3% de ellas trabajan conjuntamente miembros de la primera y la segunda generación.