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Vox ensaya su ruptura con el Gobierno de Andalucía y bloquea la reforma de la Ley de Salud Pública contra la Covid

El portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, durante un pleno del Parlamento andaluz en Sevilla. EFE/José Manuel Vidal/Archivo

Daniel Cela

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Vox Andalucía se mueve en un escenario de elecciones inminentes, después del verano, pero sus movimientos son tácticos, una mezcla de órdago y farol. El partido de extrema derecha que sustenta al Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla ha dado un paso más al bloquear la reforma urgente de la Ley de Salud Pública, que la Junta esperaba aprobar este miércoles por lectura única. Para ello, necesitaban el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas. PP y Ciudadanos han convencido a la oposición de izquierdas -PSOE y Adelante Andalucía-, pero no a sus socios de legislatura. Los partidos proponentes ni siquiera han presentado en la Mesa de la Cámara esta iniciativa, que sabían de antemano que no saldría adelante.

Es la primera vez que se concreta la ruptura de Vox con el Ejecutivo andaluz en un asunto de tanto calado como la gestión de la pandemia. La ultraderecha ha impedido que se apruebe hoy una reforma legal “mínima”, en palabras del consejero de Salud, Jesús Aguirre, que pretendía dotar de garantía jurídica a la Junta para ordenar cierres perimetrales tras el fin del estado de alarma. La reforma de la Ley de Salud Pública, de 2011, contenía un solo artículo para legitimar el confinamiento en municipios con alta incidencia de contagios durante un máximo de 15 días (mil contagios por cada 100.000 habitantes). No obstante, el texto también permitía ordenar cierres en municipios con una incidencia menor a ésta -el límite de riesgo máximo son 250 casos por cada 100.000 habitantes- “sobre la base de informes epidemiológicos” y “tras ratificación judicial”.

Vox denuncia que esta modificación es “muy restrictiva” y ha dado la espalda al primer borrador propuesto por la Junta y al segundo. Sin lectura única, la reforma de la Ley de Salud Pública necesitará una tramitación de tres meses por la vía urgente hasta el debate final, aunque para entonces la seguridad jurídica que buscaba la Junta de Andalucía ante posibles cierres perimetrales en verano habrá llegado tarde. Con todo, los populares no descartan iniciar esta vía con una proposición de ley. “Para esta pandemia concreta no llegaremos a tiempo, pero para otras en el futuro quizá sí”, dice el portavoz del PP en el Parlamento, José Antonio Nieto.

El partido de Santiago Abascal ha elevado la presión contra el Ejecutivo andaluz tras la crisis humanitaria y migratoria entre Ceuta y Marruecos, después de que la Junta se ofreciera a acoger a 13 menores en el reparto negociado entre el Gobierno central y las comunidades. No es la primera ni la segunda ni la tercera vez que Vox amenaza a Moreno Bonilla con retirarle su apoyo parlamentario en lo que va de legislatura, pero ahora la coyuntura política es muy distinta: la extrema derecha manifiesta a las claras su interés de que las elecciones andaluzas sean este año. El Parlamento andaluz debate este miércoles varias iniciativas legislativas del Ejecutivo, algunas tan importantes como la nueva ley del suelo -Ley para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA)-, y la toma en consideración de la reforma fiscal.

Vox votará en contra de un decreto ley que regula una línea de subvenciones destinadas a las Entidades Locales Autónomas Andaluzas -que saldrá adelante con el apoyo de la izquierda-; no aclara si apoyará la enmienda a la totalidad que ha presentado Adelante Andalucía contra la LISTA, pero promete “espectáculo” en el debate, en palabras de su nuevo portavoz, Manuel Gavira, y tampoco confirma que vaya a aprobar el inicio de la tramitación de la reforma fiscal que ellos mismos han negociado con PP y Cs.

Abascal apartó de forma fulminante a su portavoz en el Parlamento andaluz hace tres semanas, justo después de las madrileñas, para colocar a Gavira con el encargo de endurecer su relación con el Ejecutivo de Moreno para ir allanando el relato de ruptura y adelanto electoral. Gavira tiene un perfil político muy similar al de su antecesor, Alejandro Hernández, pero la dirección nacional le ha exigido más mano dura. Queda por ver si, además de un discurso más enconado, esta nueva estrategia se traduce en un bloqueo sistemático de la acción del Gobierno en el Parlamento.

Sobre la reforma de la Ley de Salud Pública, la idea del Gobierno andaluz era dotarse “antes de julio” de una herramienta jurídica de rango autonómico para resolver la disparidad jurídica con la que los tribunales están respondiendo a las restricciones ordenadas por la Junta que chocan con los derechos fundamentales de los ciudadanos (cierres perimetrales y toques de queda). El portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, ha lamentado la decisión de Vox. “Espero que no tengamos que lamentarlo” si hay un repunte de la pandemia en verano. Nieto no ha sabido decir si la confrontación de sus socios será “la tónica general a partir de ahora”. “No lo sé”, ha admitido, tras explicar que las elecciones de Madrid y la crisis de Ceuta han agitado mucho el tablero político andaluz. “Espero que volvamos a la normalidad pronto, porque no tiene sentido que Vox coincida en sus votos con los grupos de izquierda”, advierte.

El portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero, también ha arremetido contra Vox por su rechazo a la Ley de Salud Pública. Las fricciones entre el grupo ultraderechista y los naranjas han sido constantes durante toda la legislatura, pero ahora el pulso es mayor, acrecentado por el ruido de fondo del adelanto electoral.

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